lunes, 30 de noviembre de 2020

BEAU GESTE

 


Paula Dapena, sentada y de espaldas, durante el minuto de silencio en homenaje a Maradona. (Fuente, El Periódico)

 

No, no me refiero a aquella película en la que Gary Cooper se alistaba en la Legión por amor a su seductora tía, después de robar para encubrirla el diamante falso guardado en la caja fuerte de la mansión familiar, al saber que ella había vendido el auténtico para pagar sus deudas.

El análisis de la situación mencionada daría para muchos folios, pero lo que ahora me ocupa es el bello gesto de Paula Dapena, jugadora del Viajes Interrias FF que, en el minuto de silencio por la muerte de Diego Armando Maradona previo a un partido, se sentó en el suelo de espaldas a sus compañeras, para protestar contra los homenajes a un “violador, putero, pedófilo y maltratador”, cito literalmente sus calificativos.

No es fácil lo que hizo Paula. A mi nieta Carmelina se lo ha explicado su maestra en una clase on-line, al diferenciar entre el “ejemplo a seguir” (omito los términos griegos, la lengua griega es muy precisa y al mismo tiempo muy plástica) y el “ídolo al que admirar”. Desde un tiempo tan antiguo como el de la Biblia, sabemos que los ídolos tienen los pies de barro, y uno no debe ─literalmente, no debe─ imitar su conducta. Los ídolos cuestionan límites, no proponen ejemplos.

Mi amiga Isabel me escribió a propósito de estas cosas que ella debe de ser medio india, porque sintió pena por la muerte de un alce blanco y no la sintió por un futbolista genial. Estoy enteramente de acuerdo con Isabel en esta cuestión; con Isabel y con Paula, que también es sin duda medio india. Amo a Maradona y al mismo tiempo lo aborrezco. Me costaría expresarlo con palabras mías, pero por fortuna dispongo de las de Ausiàs March, en el “pus bell catalanesc” que se ha escrito nunca: «Jo sent hair aquell del qual tinc festa, / E plau-me ço de que vinch tost en ira.» (“Odio lo que tanto alabo, y me complazco en lo que luego me enfurece.”)

 

domingo, 29 de noviembre de 2020

BERGOGLIO Y LOS LEONES DE LA CURIA

 


Daniel en el foso de los leones, magistral composición del Mestre de Cabestany en un capitel del claustro de la abadía de Sant’Antimo, en la Toscana (reproducido aquí por gentileza del autor de la fotografía, Jordi Pedret Grenzner)

 

 

Con los trece nombramientos efectuados ayer sábado, el papa Francisco obtiene una mayoría suficiente en el colegio cardenalicio para asegurar la votación cómoda de un in pectore suyo en un futuro cónclave. Es la única votación "humana" (la religión dice, pese a numerosas pruebas en contrario, que es el Espíritu Santo quien elige en último término, y nunca se equivoca) factible en una institución que se rige en todo lo demás por una jerarquía estricta y por una ley divina escrita, para decirlo todo, con renglones bastante torcidos.

La Curia romana sigue siendo la que era, y en su conjunto resulta irreformable, pero el papa Bergoglio ha dado muestras inequívocas de autoridad y de propósito de enmienda, al acabar con la prolongada inmunidad de eclesiásticos poderosos, como Giovanni Angelo Becciu en el tema de la corrupción económica, y Theodor McCarrick en el de la depredación sexual.

Algunos piensan que estos asuntos no nos conciernen a los no creyentes, pero ocurre que sí, que en la correlación de fuerzas mundial que debe abrir la marcha hacia un siglo XXI con mejores perspectivas de las que dejó el siglo pasado, no da lo mismo Trump que Biden, ni Bolsonaro que Lula da Silva. Tot s’aprofita, como escribió Pere Calders, y en ese sentido abrigo una simpatía entrañable hacia el papa que, como hizo Daniel en el foso de los leones del rey Darío, se abre paso cantando himnos por entre las fieras de la Curia, dispuestas a devorarlo al menor signo de debilidad.

Hosanna en el cielo.

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

MARADONA COMO TÓTEM

 


En la provincia de Ontario un alce blanco ha sido abatido a tiros y luego descuartizado, por un desconocido. Casi simultáneamente Diego Armando Maradona ha fallecido por insuficiencia respiratoria en su casa de Tigre, población que forma parte de la aglomeración urbana de Buenos Aires.

Los dos sucesos han causado consternación: el alce era un animal muy querido por los indígenas de la zona, el futbolista era admirado por un gran número de personas de todo el globo que, sin conocerlo personalmente y muchos de ellos sin haberle visto jugar nunca, se deleitaban con los vídeos de sus jugadas más celebradas y de sus goles más emblemáticos.

No sé nada de la vida del alce blanco; de la de Maradona, me atrevo a decir que lo fue todo menos ejemplar.

Son asuntos que no hacen al caso, de todos modos. Cuando lloramos al futbolista excepcional y al alce blanco, estamos lamentando una pérdida neta de biodiversidad. El mundo se va afilando, y la ciencia de la robótica ya no solo produce artefactos mecánicos adaptados a las necesidades de la producción, sino especies vivas que, como la virtud predicada por los antiguos, evitan todo exceso y tienden a un término medio de prestaciones previsibles y encaje cómodo en la vida cotidiana de unas sociedades conscientes de que estos son malos tiempos para la lírica.

El alce blanco no servía para nada concreto; solo estaba ahí, solo ha sido llorado por las comunidades indígenas que lo tenían como tótem. No quedan muchos como él, y cuando previsiblemente se extingan, pasarán a ser únicamente un renglón escueto en el listado de una clasificación zoológica.

Con Maradona ocurre más o menos lo mismo. Algunos nostálgicos del fútbol tal como era en alguna época pasada, lo llevaremos en el corazón como un tótem. Sabemos que su vida no ha sido ejemplar en ninguna otra faceta, pero quien hace una cosa muy muy bien, merece respeto solo por ello.

Goicoechea es seguramente mejor persona que Diego Armando, mejor padre, mejor marido, etc. Una entrada suya por detrás, hecha a plena conciencia y con ganas de hacer daño, dejó a Maradona en el dique seco durante muchos meses. Goico sigue justificándose aun hoy diciendo que actuó según los códigos no escritos del oficio. En el mundo del fútbol existen hoy cientos de miles de Goicos, y tan solo uno o dos, que yo sepa, que puedan medirse con lo que fue Maradona. Cuando Goico se muera, y le deseo que tarde mucho en hacerlo, nadie salvo sus íntimos y familiares le echará de menos. Será recordado en las páginas de deportes de la prensa únicamente como uno de esa especie de hombres que “mataron a Liberty Valance”.

 

NOTICIAS DE LA BANCA

 


Sede social del Banco de Sabadell que, como su nombre indica, se encuentra en Alicante (fuente, Wikipedia)

 

El BBVA y el Banco de Sabadell han roto su plan de fusión. A mí me parece una buena noticia, una buena noticia más.

El proyecto de fusión tenía la intención exclusiva de ganar más dinero, y se ha roto porque el dinero que ofrecía el BBVA al BS no era suficiente. Todo entra dentro de la misma lógica. Ambas entidades estaban de acuerdo en cerrar sucursales y reducir plantilla. Unos cuantos miles de empleados habrían ido a la calle. Se acostumbra situar a la banca en el sector económico de los “servicios”, pero se trata de servicios muy especiales porque van dirigidos a los gerentes, a los accionistas y a los consejos de administración (en los consejos de administración de la banca figura una porción relevante del who's who de la gran política española de los penúltimos años). Por debajo de ese escalón de excelencia, los servicios que presta la banca a sus clientes suelen ser mediocres, y casi invariablemente cobra comisiones por ellos.

Dicen que la banca vuelve a estar en crisis. Las pensiones, también. Los altos ejecutivos de la banca opinan que va a ser necesario recortar las pensiones para salvar la banca. Tampoco debería haberse subido el salario mínimo, opinan. Si las pensiones y los salarios menguaran, sin embargo, también disminuiría el beneficio de la banca. La solución sería entonces el recorte de las plantillas y las fusiones de entidades: es decir, el oligopolio, la precarización del servicio, el aumento de las comisiones al cliente. Todo menos el recorte de beneficios y de remuneraciones a los altos ejecutivos de la banca, que por algo son los que cortan el bacalao.

Los banqueros estiman que están ofreciendo al país un amplio abanico de soluciones para la crisis dentro de una importante flexibilidad de criterios: se podría recortar por aquí, recortar por allá, o recortar por ambos sitios a la vez. Todo menos caer en el “pensamiento único” de la plebe, que lo que quiere es recortar los salarios y complementos inmoderadamente altos de los ejecutivos. Qué manía.

Es más o menos lo mismo que ha ido a predicar a Barcelona Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad autónoma madrileña, que se esfuerza generosamente (generosamente pagada, quiero decir) en difundir a los gentiles la buena nueva. Ante sendos auditorios cuidadosamente seleccionados de empresarios y de estudiantes universitarios, defendió su propia receta contra la pandemia, atacó la Ley Celáa, propuso más rebajas de impuestos a los que más tienen, y alertó contra el “pensamiento único” que amenaza las libertades de los ricos.

La alerta contra el “pensamiento único” es el único pensamiento que alcanza a tener cabida en esa cabecita de muñeca de terciopelo.

 

jueves, 26 de noviembre de 2020

VIOLENCIA, Y VIOLENCIA DE GÉNERO

 


No basta con estar en contra de la violencia en general. La violencia de género no es una subvariante de un fenómeno más amplio. Es específica, diferente, tiene su propia motivación y su lugar aparte en las estructuras mentales.

Hay mujeres violentas, del mismo modo que hay varones violentos; nadie lo duda. Y los delitos violentos, así de varones como de mujeres, están tipificados en los códigos penales. Pero la llamada violencia de género no está tipificada como un delito más que cuando coincide con los actos reconocidos como tales. Muchas otras formas de violencia a la mujer, o bien no están reconocidas, o quedan amparadas bajo el paraguas del ejercicio normal del rol de padre de familia, o en los casos más graves (los homicidios, las lesiones), la relación especial del delincuente con la víctima es considerada en la práctica como una atenuante (arrebato, obcecación, provocación…)

Vivimos en una sociedad en la que se da por descontado que las mujeres se merecen cualquier cosa que les pase.

Esto no es cosa del carácter meridional, pasional y fogoso. El número de víctimas finlandesas por violencia de género es aterradoramente mayor que el de las españolas. Tenemos que pensar como explicación en una estructura social asentada, en una red muy extensa y prácticamente invisible. No funcionan las hipótesis psicologistas ni las etnicistas. No hay vacunas basadas en dosis extra de valeriana o similares.

En la época de la Ilíada, las mujeres eran un trofeo. El rapto de Helena y la posesión de Briseida son las dos claves desencadenantes de las cóleras destructivas de los héroes. En un pasaje de tono profético, Héctor explica a su esposa Andrómaca qué triste vida llevará ella al servicio de un noble aqueo cuando él haya muerto y ya no pueda defenderla.

La reina de Aragón y Cataluña Margarita de Prades, esposa apresuradamente agenciada para asegurar la prolongación del linaje cuando el heredero del rey Martí murió en Cerdeña, se desesperaba ante la inapetencia sexual del rey: “¡Sin un hijo tuyo, yo no seré nada!”. Lo que fue histórica y rigurosamente cierto.

Siglos más tarde, seguimos en las mismas. La base sustantiva de las violencias de todo tipo contra las mujeres es la consideración por principio de la inferioridad de la condición femenina respecto de la del varón. La dignidad social y el rango de una mujer dependen no de sus propios méritos, sino de los de su marido.

Es eso lo que hace falta cambiar.

Ayer fue 25N, jornada de lucha contra la violencia de género; pero todos los días deben ser 25N, o estamos perdidos.

 

martes, 24 de noviembre de 2020

TODO LO QUE NO ERA INÉS

 


Berenjenas al horno con tomate y queso (fuente, Caceroladas).

 

Esta Inés amante es
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés.
Trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dio a merendar jamón
y berenjenas con queso.

(Baltasar del ALCÁZAR)

 

Marchamos hacia la aprobación de los presupuestos generales del Estado sin las angustias derivadas de la matemática electoral y sin compromisos engorrosos para el mantenimiento íntegro del programa que hemos hecho nuestro. De las tres cosas que nos tenían preso el corazón, como al poeta sevillano Baltasar del Alcázar, conservamos el jamón (de Aracena) y las berenjenas con queso. Hemos perdido por el camino a Inés. Inés Arrimadas, of course.

Inés estuvo al retortero hasta hace nada. Incluso puede volver a él si su exigua formación vota "sí" en la hora misma de la verdad. Lo hará, si lo hace, por voluntad libérrima y sin ningún cambalache ni condición interpuesta. Hasta ahora había anunciado su apoyo eventual con algunas precondiciones que no eran de recibo, y sí únicamente negociables en caso de gran apuro (de dire straits, que diría Mark Knopffler).

Esa posibilidad, que habría dibujado la sombra de una alternativa de gobierno distinta, se ha desvanecido porque la bella Inés ha dejado de lado el disimulo y ha despotricado de la ley Celáa en un tono apocalíptico parecido al de los obispos, Casado el tronera y los Voxos Nois.

Las malas compañías te han arruinado, querida Inés. Al oírte, se diría que la Ley Wert, la LOMCE, era el cielo prometido, y que tu formación no votó también en contra en aquella ocasión. Te has pasado de frenada. Se te ha olvidado que para ocupar el centro es necesario primero localizar dónde está el centro; si no es así, una solo ocupa un lugar cualquiera, incluso ningún lugar. Para ejercer de bisagra, además, hay que tener cierta habilidad para evitar pillarse los dedos. La discreción se impone, la circunspección es de rigor.

En tan grande polvareda, damos por perdida para la causa a Doña Inés. Nos queda el consuelo no desdeñable del jamón (de Aracena, de Guijuelo o de Trevélez, incluso preferiblemente los tres) y las riquísimas berenjenas con queso.

 

LA MEMORIA DE TITO

 


Tito Márquez en primer plano, charlando con Enric Cama, otro de los indispensables. El lugar es, si no me equivoco, el parc de la Ciutadella, y el motivo, alguna manifestación en los primeros años de la legalidad. He tomado la foto del blog ‘Metiendo bulla’.

 

Tito estaba allí cuando yo llegué (por una carambola a varias bandas) a la Secretaría de Organización de las Comisiones de Cataluña; Tito siguió allí cuando yo me fui a otro lado. Tito encarnaba en su persona la memoria histórica y la identidad última de una institución que, como todas, tenía serios problemas de memoria y de identidad.

Pensé en él mientras escribía, en estas mismas páginas y a propósito de una relectura de La gente de Smiley, de John Le Carré: «Ante la negativa destemplada de los Enderby, los Lacon y demás altos funcionarios del Circus, Smiley recurre para llevar adelante su investigación a la “gente” que considera “suya”: [gente que] posee memoria histórica, mientras que la institución que les ha dado cobijo carece de ella, en absoluto. Para las instituciones la memoria es solo un estorbo del que hay que desprenderse en aras de la eficacia operativa.» (1)

José Luis López Bulla ha contado que en los años 72-73, después de la caída del 1.001, el secretariado de las comisiones obreras catalanas se reunía en la casa de Georgina Villanueva y Tito Márquez, en la calle Nou Pins. Tito nunca se situó en la línea de las candilejas; pero siempre tuvo su lugar asignado en un segundo plano discreto, fue un inquilino asiduo de las habitaciones de atrás, esas donde se hace el trabajo de base, donde se construye con materiales más sólidos que vistosos.

Conocía los nombres y apellidos, los domicilios y las circunstancias de todos los dirigentes locales de una organización que empezaba apenas a tomar forma, circunstancia que me sirvió de ayuda inapreciable en el proceso que emprendimos en aquellos años, no para “constituir” un sindicato que ya estaba formalmente constituido, sino para hilvanar las distintas partes componentes y darles un sentido de unidad, de identidad y de jerarquía. Viajamos juntos muchas veces (él me “presentaba” a personas a las que yo nunca había visto antes y que por su parte nunca habían oído hablar de mí). Escuchábamos sus problemas y buscábamos soluciones. También les pedíamos las actas de los congresos o conferencias en los que habían sido elegidos; eran formalidades que entonces muchas veces se olvidaban.

Tito tuvo durante años en la cabeza la memoria de toda la organización. A veces refunfuñaba porque no se acordaba bien de algún detalle: «Esto se está haciendo demasiado grande para mí», decía.

Nunca le vino demasiado grande la historia y la organización del sindicato, esa es la verdad. Muchos años después, en una conferencia a la que, ya jubilado, asistí en los locales de Vía Layetana, se me acercó con su característica media sonrisa y me comentó que Ángel (Rozas) y él competían para ver cuál de los dos se acordaba de menos cosas, en un momento en que la memoria personal empezaba ya a enredarse en una nebulosa cada día un poco más espesa.

Aprovechó para informarme, de pasada, de que no se encontraba bien; tenía achaques serios, y el médico le había dicho que no iba a tener cuerda para mucho rato más.

Le miré atónito porque comprendí de pronto que, igual que tantas veces me había acompañado para “presentarme”, ahora venía a despedirse. Dejó escapar una risita y se encogió de hombros; Tito siempre fue el hombre menos grandilocuente que uno puede imaginar. Nos dimos un fuerte abrazo. Murió durante una de mis largas visitas a Grecia para estar con mis nietos; pocas semanas antes o después que Ángel Rozas. No pude acompañar a ninguno de los dos en ese trance último. José Luis López Bulla me dio la noticia por correo, en los dos casos.

 

(1) http://vamosapollas.blogspot.com/2015/08/parabola-de-la-gente.html

 

lunes, 23 de noviembre de 2020

PETER PAN Y LA POLÍTICA

 


Peter y Jaime Garfio en la lucha final (fuente, Walt Disney Inc.)

 

Las malas lenguas aseguran que el que fue presidente de los EEUU, George W. Bush, leía con dificultad los informes resumidos en un solo folio, y descartaba por sistema los que tenían más de tres. Por analogía, deduje que el lector común no puede ser muy diferente de una persona votada por tantísima gente, y estructuré los desahogos comunicativos cotidianos de mi blog en forma de píldoras. Obedecí también a la siguiente consideración del poeta romano (nacido, como la Dolores, en Calatayud) Marco Valerio Marcial, que defendía sus epigramas de la manera siguiente: «Aunque mi poema sea malo desde el principio hasta el final, solo dará la tabarra un ratito.»

No era mi estilo, se lo puedo asegurar. Durante un período corto pero intenso de mi vida, me acostumbré a estructurar mis ideas en discursos de hora y cuarto por lo menos. Fue seguramente, además de los ejemplos antes citados, la lectura de un epigramista moderno, Gilbert K. Chesterton, la que me hizo adoptar la forma breve para los desahogos comunicativos de mi blog. Decía Chesterton que la solución de una trama detectivesca debe llegar al lector como un grito lejano y al principio poco audible que, al irse aproximando desde el fondo del jardín, expresa un mensaje breve e iluminador, del tipo: «¡Fue el mayordomooo!» No, de ninguna manera, al modo de un último capítulo interminable en el que el detective explica en un larguísimo monólogo la importancia de la colilla abandonada en un cenicero, la forma en que debe ser considerada la huella de una pisada en la tierra blanda, y la compatibilidad precisa de los horarios de los ferrocarriles que desmonta una coartada aparente.

También Chesterton me hizo variar mi forma de considerar la figura de Peter Pan. Influido por Walt Disney, yo lo consideraba un héroe positivo; para Chesterton, en cambio, Peter era referente y metáfora de un vicio del carácter inglés, su deseo consistente de zamparse de inmediato el pastel y al mismo tiempo guardarlo para el día de mañana. Compuse hace algún tiempo un post en el que reflexioné sobre esta circunstancia. (1)

Lo que Chesterton predica del carácter inglés puede aplicarse también por analogía, no solo a las formas de la economía neoliberal como hice yo, sino a actitudes políticas de quienes claman por su propia libertad pero abominan de la ajena; de quienes afirman su derecho ilimitado a decidir, pero insultan a quienes deciden por su cuenta de forma diferente; de quienes pretenden haber perdido y ganado simultáneamente unas elecciones, y creen poder elegir el resultado final no a través del recuento de los votos sino mediante un acto de voluntad; de quienes, finalmente, al modo del gato de Schrodinger, están y no están al mismo tiempo en la onda de la política oficial, ya estén ellos situados en el ámbito autonómico, en el estatal, en el contexto europeo, o en rincón del vestíbulo destinado a los jarrones chinos.

Vivimos una eclosión de nuevos Peter Pan. Es un síndrome propio de políticos amantes de las aventuras infantiles, y que se niegan a crecer.

 

(1) http://vamosapollas.blogspot.com/2017/05/comerse-el-pastel-y-guardarlo.html

 

domingo, 22 de noviembre de 2020

RECUENTO DE DERROTAS Y SOLEDADES

 


Elena Medel (foto, Cadena SER).

 

Dedicado a Carles, que me descubrió el libro.

“Las maravillas” (Anagrama 2020) es la primera novela de Elena Medel, nacida en Córdoba en 1985 y residente en Madrid, donde dirige la colección de poesía La Bella Varsovia. Es conocida como poeta, y ha recibido varios premios por esa dedicación.

La novela resigue la biografía de dos mujeres abocadas a un mismo destino ─la derrota, la soledad─ a partir de trayectorias sensiblemente paralelas, aunque correspondientes a tiempos diferentes: desde el origen en un barrio pobre de una misma población del sur, hasta la vida suburbana en el hábitat igualmente inhóspito de la misma gran ciudad.

Tienen más cosas en común, las dos mujeres de edades distintas: la impaciencia, la rabia, la rebeldía contra las reglas establecidas por los varones de la tribu, la capacidad de preservar un reducto íntimo construido a partir de normas propias, una forma peculiar de la mandíbula. No se conocen, y es posible que muy en el fondo se añoren la una a la otra, pero no se permiten a sí mismas añoranzas ni sentimentalismos.

Sobreviven, en una palabra. Viven, sí, pero lo que viven no es “su” vida. Y si el azar las junta en una determinada situación, prefieren desconocerse.

Medel ha trazado una crónica detallada del proceso de corrosión del carácter en un mundo de trabajo precario, insatisfactorio y mal pagado, carente de horizontes. La lectura de esa crónica reclama una gran empatía hacia dos personas que carecen de ella o que la reprimen casi con violencia. No hay ternura en la narración; es el lector el encargado de añadir ese ingrediente indispensable, él es el convocado por la autora a amar a dos personajes que no se aman.

Léanlo, hagan la prueba. El mundo que describe el libro no es, a fin de cuentas, distinto de aquel en el que vivimos.

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

CUALQUIERA TIEMPO PASADO FUE MEJOR, SI GOBERNABA EL PP

 


El Congreso de los Diputados ha dado su aprobación a la Ley Celáa, así llamada por la actual ministra de Educación. La ley se ha aprobado por mayoría y no por consenso, lo cual ha sido destacado por los medios como un déficit democrático. El gobierno no habría hecho los esfuerzos necesarios para llegar a acuerdos consistentes; la oposición, se da por supuesto que sí.

La nueva ley viene a derogar y sustituir a la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), llamada ley Wert por el apellido del entonces ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Se da la circunstancia de que tampoco entonces (noviembre de 2013) hubo consenso, sino rodillo. Todos los grupos parlamentarios votaron en contra salvo el del PP, cuya mayoría absoluta en el hemiciclo impuso la norma, y su trasunto en Navarra, la UPN, que no se atrevió a votar en contra y se abstuvo.

Se comprende el accidentado nacimiento con fórceps que tuvo tan significada ley porque don Mariano (Rajoy Brey), presidente a la sazón del gobierno monocolor, era hombre poco ducho en retóricas (más claro, se hacía la picha un lío en los debates parlamentarios), y en consecuencia optó por una libertad de expresión sui generis, plasmada en los brazos de madera. La estrategia le funcionó a don Mariano mientras le funcionó. A él le pareció un instante fugaz, a nosotros se nos hizo eterno.

No voy a entrar en el detalle de la nueva ley, tienen ustedes a mano literatura muy extensa sobre la misma que yo no sabría mejorar. El punto en el que quiero insistir es que ha sido muy criticada por los medios. Este gobierno se empeña en hacer las cosas mal, han coincidido los grandes creadores de opinión: cualquiera tiempo pasado fue mejor, si gobernaba el PP.

Se ha puesto otro puntal para la postpandemia, sin embargo. Todo es difícil ahora, y puede hacerse incluso más difícil después de las vacunas, si tenemos en cuenta el articulado de la ley de Murphy, que sí fue aprobada por consenso. La Ley Celáa puede ser un puntal defectuoso en algunos aspectos, sin duda, y también mejorable, faltaba más. Pero es útil y viene a reemplazar a un adefesio comprobado. Esa es su virtud principal, si no la única. Lo mejor es enemigo de lo bueno, dice la sabiduría popular; y tampoco estamos demasiado seguros de dónde, en qué arcano recóndito, se encuentra la quintaesencia de lo mejor. Disponemos ahora, al alcance de la mano, de una ley de educación para tirar millas. Con eso basta por el momento.

*   *   *

Poco después de aprobada la Ley Wert, en la primavera de 2014, tuvo lugar en un local no determinado de Poldemarx una reunión clandestina de algunas viejas glorias o juguetes rotos, para examinar el balance y las perspectivas de la situación. En las actas secretas de la reunión no consta que se hablase de la  ley Wert, pero es materialmente imposible que gente tan significada y comprometida no debatiese largo y tendido sobre la misma.

La fotografía superior muestra un momento del animado debate. Maese Bulla se extiende sobre un punto delicado, y Paco R parece indicar con las manos que uno más uno será siempre igual a dos. Javier de la Sierra Mágina, representante del ala izquierda de la conjura, se entretiene en algo que no podremos concretar de forma segura a menos que descendamos a la foto inferior. Y es que no éramos tres, sino cinco, los allí reunidos en torno a pocillos de café. Carmen y Javier cruzan sus instantáneas, mientras Roser ejerce de testigo de cargo de la operación.

Dejamos aquí constancia de los hechos para la posterioridad, que es la que siempre tendrá al respecto la última palabra.

 


viernes, 20 de noviembre de 2020

RESILIENCIA

 


Unai Sordo, secretario general de CCOO. Fuente, Espacio Público.

 

Una excelente entrevista de Marià de Delàs a Unai Sordo en Espacio Público (1), en la que el secretario general se explaya de forma demorada y sabia sobre las claves de la organización y la acción sindical en esta encrucijada histórica, es ofrecida al lector desde un titular en clave de enfrentamiento del sindicato con el gobierno de coalición: «Si el gobierno no mueve pieza en materia de reforma laboral, va a tener un conflicto con los sindicatos.»

¿Por qué se ha elegido este titular, entre tantos y muy llamativos en clave positiva, como ofrece la entrevista? Me viene a la memoria de inmediato el reciente artículo de Quim González Muntadas en su nuevo 'Quimblog': «Hablemos bien de aquello que funciona bien.» Una iniciativa no solo excelente, sino terapéutica en este momento.

En este momento. Es decir, cuando coinciden en el tiempo y el espacio el sufrimiento renovado de la población por una pandemia en rebrote, la paralización selectiva de la economía, y el abordaje de la derecha pirata, con el cuchillo entre los dientes, a las instituciones así centrales como periféricas.

Unai habla de que lo primero es el diálogo social. Al gobierno le correspondería mover pieza solo si ese diálogo se atascara. La posibilidad misma de diálogo quedó seriamente en entredicho desde que las reformas laborales ─la del año 12 pero también la del 10, lo recuerda Unai de forma explícita─ otorgaron a la parte empresarial un poder de decisión unilateral en la organización de los procesos productivos. No se debe permitir la prolongación en el tiempo de ese ucase abusivo, porque el desequilibrio de posiciones inicial ha degenerado en una desigualdad profunda, una acumulación desaforada de ganancia para el capital a costa de una precariedad extendida del factor trabajo.

De ese estado de cosas es consciente casi todo el mundo, incluida Madame Lagarde, que se ocupa ahora del Banco Central Europeo. Proponen, en cambio, más dosis de la misma medicina neoliberal, tanto el líder del PP Pablo Casado, como el gobernador del Banco de España Hernández de Cos, y el Tribunal Constitucional español. Esa es la seria anomalía en la que vivimos.

La advertencia de Unai Sordo va por ahí. Es posible ver la botella de realizaciones del gobierno de coalición medio llena o medio vacía, según el humor de cada cual, pero de ningún modo verla vacía del todo. Se han dado muchos pasos hacia la mejora de una situación opresiva. Y Unai no se queja del gobierno, solo responde a una pregunta del entrevistador acerca de una situación hipotética en la que el diálogo se bloqueara.

La principal virtud de este gobierno es la resiliencia. Está moviendo estructuras viciadas muy consolidadas, frente a una oposición irreductible y en medio de un ruido mediático atronador. Está en el buen camino, y es muy necesario ahora mismo, en consecuencia, aplicar la receta de Quim: hablar bien de lo que está funcionando bien.

Lo hace Unai Sordo. Lean la entrevista con atención, y borren mentalmente el titular: el titular es solo ruido.

Si consiguiéramos dejar todo el ruido mediático entre paréntesis, contribuiríamos entre todos a generar gradualmente en la ciudadanía un estado de ánimo que, desde la desesperación, avanzara hacia la esperanza.

 

(1) https://espacio-publico.com/unai-sordo-si-el-gobierno-no-mueve-piezas-en-materia-de-reforma-laboral-va-a-tener-un-conflicto-con-los-sindicatos-esto-es-mas-que-evidente?fbclid=IwAR0JcUeesO_n1TeemUYh0724uQoIaWU4eiNJT-mB5NJqT_zjUnqmrsdWwxs

 

jueves, 19 de noviembre de 2020

LA CREDIBILIDAD COTIZA A LA BAJA

 


Leo en el editorial de El País que la decisión del Alquimista de enmendar sus propios presupuestos, recién firmados, daña su credibilidad personal. No es exactamente así; daña la credibilidad del gobierno de coalición, en todo caso. El Alquimista no puede hacerse aquí y ahora la ilusión de que va por libre. Lleva una camiseta (hablo en metáfora) con unos colores y un escudo. Si se mete un gol en propia puerta, ese gol será contabilizado en favor del equipo contrario.

Somos muchos y muy plurales quienes nos posicionamos en contra de los desahucios forzosos, en un momento de especial penuria para la economía de las personas de carne y hueso. Ocurre que unos presupuestos no son lo mismo que una declaración programática. En unos presupuestos se asignan partidas cuantificadas a objetivos determinados; no se hacen valoraciones genéricas de bondad o maldad. El Alquimista, que es una persona de estudios extensos, no lo ignora. Las razones de su iniciativa deben ser buscadas en otros terrenos, y por el momento cualquier especulación que desarrollemos en torno a ellas será ociosa.

Lo cierto, en cualquier caso, es que la credibilidad en tanto que valor no cotiza al alza en estos tiempos. Tal vez porque su rendimiento electoral es deficiente: solemos votar la mentira que nos parece más apetecible, y rechazamos porque nos amarga una porción excesiva de verdad. Lean el post muy reciente en FB de un seguidor convencido del Alquimista, al respecto de la “gallarda enmienda” que se hace a sí mismo: «Lo que más teme la derecha es que la izquierda pierda sus complejos y temores, y no tema actuar como una verdadera izquierda.»

¿De veras la derecha teme eso? A mí me suena la frase como una reivindicación de aquella izquierda puramente testimonial, que no tenía política de alianzas e iba sola contra el mundo y contra la correlación de fuerzas. Malo si volvemos a la reivindicación de ese tipo de valores, porque no tardaremos en volver a las catacumbas.

Pero valoro en mucho las capacidades teóricas y prácticas del Alquimista, y por esa razón estoy razonablemente seguro de que su movimiento, sin duda calculado, va en otra dirección. Lo que ha hecho carece de credibilidad, como señala el editorialista de El País. Pero nadie está en condiciones de asegurar que haya querido resultar creíble.

 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

RESETEAR LAS AGLOMERACIONES URBANAS


La cuadrícula del Eixample de Barcelona, desde el aire (fuente, El País). Ahí en medio, muy visible, está mi casa. En consecuencia estoy implicado en, y me siento comprometido con, el plan de la alcaldesa Colau para mi barrio.

 

«Si algo ha demostrado la pandemia, es que las ciudades que dedican más espacio a los coches que a la gente, son tóxicas.» Lo ha escrito Milagros Pérez Oliva en elpais.cat (1), y ha añadido la siguiente advertencia importante: «El actual modelo de urbanismo y de organización social es disfuncional.»

El ultraliberalismo es tóxico; la economía financiarizada es disfuncional; el crecimiento del PIB a toda costa, mata. Lo sabemos todos, se viene repitiendo todos los días y en todos los tonos, pero seguimos pensando tenazmente en una ciudad ideal con muchas vías rápidas, en un urbanismo pensado para la circulación rodada, en una organización social basada en el modelo de la colmena.

Seguimos pensando, insistentemente, que la pandemia pasará, que la vacuna retornará finalmente las cosas a su estado anterior, y que podremos seguir banqueteando alegremente por tiempo indefinido, tal y como lo creían los romanos en los últimos días de Pompeya.

No acaba de abrirse paso la necesidad de un reset, un cambio de rumbo drástico para garantizar la sostenibilidad de nuestro mundo, o dicho de un modo más alarmante, de la supervivencia de nuestro mundo.

El plan de Ada Colau para el Eixample de Barcelona prevé convertir en corredores verdes para viandantes 33 kilómetros de calles abiertas hasta ahora a la circulación rodada, y crear 21 nuevas plazas en otros tantos cruces de la cuadrícula urbana. Es un plan pionero; habrá de ser seguido, advierte Pérez Oliva, por planes parecidos para el resto de la ciudad. Las demás ciudades también habrán de pensar en ello. Incluida Madrid, cuyo alcalde se ha manifestado orgulloso de los tradicionales atascos, entrañables al parecer en el corazoncito de los madrileños.

No faltan idiotas que acusan a Colau de “improvisar”, y le afean que las improvisaciones son siempre malas. No hay improvisación, sin embargo, sino estudios extensos y bases de datos exhaustivas, reunidas durante años. El plan del Eixample es muy anterior a la pandemia. Ha encontrado hasta ahora la oposición encarnizada de los “neo pos tres por ciento” encabezados por Xavier Trias, y de determinadas fuerzas vivas, vinculables bien al comercio y a la banca, o bien al florilegio de asambleas nacionales catalanas que miran empecinadamente al pasado pero jamás al futuro, empeñadas como están en conseguir la hegemonía sobre las ruinas de un país.

El plan del Eixample es el primer paso hacia la supervivencia climática de Barcelona. En este terreno no va a haber segundas oportunidades.

 

(1) https://cat.elpais.com/cat/2020/11/14/opinion/1605377477_824212.html

  

martes, 17 de noviembre de 2020

POLÍTICA EN ESTADO GASEOSO



Sir Isaac Newton, por Gottfried Kneller. Londres, National Portrait Gallery. De la Física cuyos cimientos él construyó, apenas queda ni el nombre: ahora la llaman Fisicoquímica.

 

El maestro López Bulla introduce en su post de hoy un término nuevo en el análisis de la actualidad. Se trata de «democradura», híbrido entre democracia y dictadura. La etiqueta en cuestión procede en último término de Francia, donde la ha esgrimido el maestro Pierre Rosanvallon para explicar algunos pormenores de la andadura ética y estética de los populismos.

El terminacho me parece una invención feliz y de uso cómodo en una coyuntura en la que fallan las categorías establecidas con rigor secular por los tratadistas para referirse a los modos y maneras de la ciencia política, tal como se definía y se estudiaba en los templos reconocidos del saber. Lo mismo le ocurrió a la ciencia física cuando entró en el estudio de las partículas subatómicas y vio como consecuencia que todo el edificio levantado por don Isaac Newton se desmoronaba: ni la materia era ya como se pensaba antes, ni tampoco el espacio, el tiempo, el infinito, la eternidad y todo lo demás.

Tampoco ahora los partidos políticos son ya partidos políticos, nadie sabe muy bien qué prerrogativas corresponden al gobierno y cuáles a una oposición que ya no reivindica el calificativo de “leal”, los jueces se niegan a ser meramente jueces y aspiran a ser también parte, los Colegios Profesionales se abalanzan sin complejos hacia las barricadas de la política partidaria, las derechas y las izquierdas han perdido el sentido de la orientación, y no sabemos ya ─esto sobre todo─ qué es legal y qué ilegal, qué cosas se pueden hacer políticamente y cuáles no.

En la democradura estadounidense, Trump ha cambiado de arriba abajo la cúpula del Pentágono en el tiempo de descuento de una legislatura ya concluida con su derrota electoral, y se ha asegurado así (?) un apoyo nadie sabe muy bien para qué. En la democradura catalana, un Parlament que vive los “minutos de la basura” sin president, desnortado, enfrentados todos contra todos y ya con fecha fijada para las nuevas elecciones, pretende aprobar por procedimiento de urgencia y sin ningún tipo de garantías procedimentales una Ley de Cámaras de Comercio que equipara a estas con las organizaciones empresariales y les otorga atribuciones en la negociación colectiva.

Los poderes ejecutivos “de facto” se nos desmadran, los legislativos prescinden del debate e imponen la dura lex del brazo de madera, los judiciales triscan a su antojo por unos campos a los que es imposible poner puertas.

De alguna forma habrá que poner coto a estos excesos autoritarios de quienes carecen de autoridad conferida por el Estado de Derecho.

¿Estado de Derecho? ¿Y eso qué es? Tendremos que pedir a Pierre Rosanvallon y a José Luis López Bulla que pongan a punto un término adecuado para el revoltillo gaseoso en el que se está convirtiendo el viejo templo cuyo frontón altivo se alzaba contra el cielo, sólidamente sostenido por robustas columnas dóricas.

  

lunes, 16 de noviembre de 2020

EPIFANÍA DE HERMES

 


Cabeza de Hermes (s. III a.C.) recién desenterrada en la calle Aiolou de Atenas (fuente, agencia EFE).

 

No el último sábado, sino el anterior, las autoridades griegas establecieron un semi confinamiento preventivo, a la vista de la fuerza del rebrote del covid. Justo el día antes de empezar la cuarentena, el viernes, Carmen y yo bajamos en metro al centro de Atenas, a despedirnos por unas semanas de algunos de nuestros rincones favoritos.

Recorrimos, desde luego, la calle de Eolo (odos Aiolou), en el tramo que va desde Ermou (Hermes) hasta la plaza Kotzia, donde están el Ayuntamiento y la sede de la Banca Nacional. Aiolou es una calle comercial muy animada. El Mercado central, que se abre a la calle paralela de Athina, le da la espalda, pero llegan hasta aquí, particularmente en verano, los efluvios de las carnes maceradas y sobre todo del pescado fresco. El pavimento es en varios tramos de mármol blanco y negro, formando distintos dibujos geométricos. Abundan los árboles que dan sombra en una ciudad de sol inclemente, los parterres y los bancos públicos donde descansar un rato entre compra y compra. Con frecuencia, músicos callejeros ofrecen recitales improvisados en los puntos de mayor concurrencia. Aiolou es uno de esos “alephs” en el sentido de Borges, donde uno se sienta a ver pasar el carrusel de la vida.

En un cruce junto a la iglesia de Agia Irini, a dos pasos de Ermou, a menos de cincuenta metros de la plaza de Monastiraki, los servicios municipales abrieron un costado de la calle para obras de alcantarillado y ha aparecido, a solo 1,3 metros de profundidad, la cabeza de Hermes, de mármol, que ven en el encabezamiento de este post.

No es un acontecimiento fuera de lo común en Atenas, una ciudad donde el pasado está enterrado bajo una capa finísima de tierra de aluvión. En el estadio Panateneo, en el extremo de la pista rodeada por una gradería en forma de herradura, se yerguen dos pilares de piedra cuadrangulares coronados por cabezas del dios Hermes bifronte: una, de un joven imberbe, mira a un lado; la otra, de un varón barbudo y veterano, como el de la foto, mira al lado opuesto. Los pilares, que son lisos, llevan bien patentes a la altura correspondiente unos aparatos sexuales en reposo pero de un volumen respetable. Tocarlos al pasar daba buena suerte, según una creencia extendida. Hay una foto de Gore Vidal y Paul Newman en la isla de Delos, haciendo precisamente eso con las pelotas de otro dios, Apolo. La incluyo abajo: no es pornografía, sino arqueología.

De la cabeza de la calle Aiolou no se ha encontrado el pilar correspondiente, pero tuvo que existir. Hermes era el dios de los comerciantes, los viajeros y los ladrones. Estas representaciones (la de la foto es de finales del siglo IV a.C., o más probablemente del III) se utilizaban para deslindar propiedades o indicar cruces de caminos. Los comerciantes y los viajeros, siempre necesitados de buena suerte, las rozarían supersticiosamente al pasar. Los ladrones también, con toda probabilidad. Tenemos muchos ejemplos, incluso en nuestros días, de ladrones devotos.

 


domingo, 15 de noviembre de 2020

PAÍS DE SILENCIOS

 


Trabajadores de la sanidad en plena faena. Fuente, RTVE.es

 

Leo en eldiario.es, firmada por Olga Rodríguez, la historia del cantautor del FRAP Bernardo Fuster (Pedro Faura), que ocultaba esta militancia a su padre, y muchos años después se topó con la evidencia de que su padre, a la recíproca, le estaba ocultando a él actividades filonazis.

Hubo en este país un “tiempo de silencio” narrado por Luis Martín Santos, pero seguimos viviendo un país de silencios, de secretos que subsisten por debajo del griterío ambiente.

“Tú no te signifiques, hijo”, me rogaba mi madre cuando yo salía de casa para asistir a las clases de la Facultad. “Voluntario, ni pa’ cagar”, me susurraban los compañeros de lona en la mili. La adhesión inquebrantable era mentira, la sagrada unidad de la patria escondía derivaciones subterráneas inconfesables.

Eso pasaba entonces; pero ahora mismo nada es lo que parece en el escenario de la política, todos los tiros se hacen por elevación, en dirección aparente hacia una diana muy visible y sin embargo accesoria, y en la práctica contra un blanco real muy distinto.

Por ejemplo, la Asamblea de Colegios de Médicos ha entrado sonoramente en un territorio que no le corresponde y adonde no había sido llamada, para pedir la dimisión inmediata de Fernando Simón. ¿Con qué autoridad, desde qué perspectiva?

Critica la Asamblea a voces destempladas el desempeño profesional del portavoz, pero sotto voce deja entrever que el problema real es que le molestan las críticas que se hacen a su propio desempeño corporativo en una coyuntura muy delicada del país.

Subrayo lo de corporativo. Los Colegios de Médicos deberían ser los primeros en reclamar la necesidad de un fortalecimiento de la sanidad pública y universal, y exigir para sus colegiados (muchos de ellos marchan al extranjero en busca de horizontes más despejados) la ampliación de las plantillas de hospitales y centros de asistencia, la mejora de los niveles de seguridad en el trabajo, contratos por tiempos más largos y salarios más dignos. Es lo que están haciendo los sindicatos de la Sanidad en relación con la enfermería y el personal auxiliar. Es una necesidad percibida desde todos los acimuts del país. Se nos van lejos talentos que nos son imprescindibles aquí.

De hacerse eco de esta problemática, la Asamblea de Colegios Médicos estaría cumpliendo con su propósito declarado de velar por la alta dignidad de la medicina y por el mejor desarrollo de su función social manifiesta.

Pero no es eso lo que hace, solo critica a Fernando Simón y guarda silencio en relación con otras cuestiones que, siendo “lo primero”, se dejan sin embargo para un “después” nebuloso e inconcreto.

Es el puntillo de honor corporativo lo que mueve a la Asamblea, no el mayor o menor acierto de un portavoz gubernamental. Chilla queriendo cargarse de razón en un asunto de poca monta, pero que le incomoda. Y guarda en cambio, en temas esenciales de los que está llamada a ocuparse, un silencio extenso que tiene algo de “omertà”. Los gritos destemplados sobre la falta de idoneidad del portavoz y sobre la respetabilidad por encima de toda sospecha de los Colegios, no consiguen ocultar el disimulo de la implicación de profesionales muy significados en el desvío subterráneo de fondos públicos hacia intereses privadísimos. De la utopía de la sanidad universal al pragmatismo de la salud del billetero.

Pero sobre ese tema candente, los Colegios de Médicos guardan silencio.

 

sábado, 14 de noviembre de 2020

LA INSURRECCIÓN DE LOS BARONES

 


El Sheriff de Nottingham en la película de Walt Disney Productions ‘Robin Hood’ (1973). Cualquier parecido con los barones del PSOE es pura coincidencia.

 

Con aspavientos de beata que ha percibido en misa el escote demasiado abierto de una feligresa sin la preceptiva mantilla, los barones del PSOE se lanzan de forma concertada a la yugular de Sánchez, en un momento crítico para el país. Ellos lo llaman patriotismo, lo llaman unidad. Se quejan de Bildu, se quejan de Podemos, de los comunistas. Dicen que por ahí no pasan, a pesar de que sabemos que han pasado por lo menos setenta veces siete.

¿Por dónde pasan, entonces, Vara, Page, Lambán? No se quejan del contenido de los presupuestos (tienen una base electoral a la que atender), sino de quien los firma. Denuncian pactos oscuros en la trastienda para “romper España”: la misma España de la que ellos están haciendo retales con los que confeccionarse mangas y capirotes para uso privado.

Su actitud tiene una definición aproximativa: es un neofeudalismo en crudo. Los nobles vasallos del rey Ricardo, que anda atareado en las Cruzadas, se alían con los agarenos para empujar a tantos Robines al bosque de Sherwood como única alternativa para no colgar del cuello en un cadalso. Vara, Page, Lambán, ejercen de sheriffs de Nottingham con la secreta esperanza de beneficiarse a lady Marian y apoderarse de las posesiones de la familia.

Los melindres de vieja dama de los barones en torno a unos presupuestos decisivos, les retratan. En el momento de remar todos juntos, llaman a arriar los botes. Proponen cambiar las alianzas, ceder graciosamente al peso resistible de una oposición incompetente e incapaz de ofrecer al país otro mensaje que no sea el de “quiero mandar yo”.

No están solos del todo, les acompañan algunos jarrones chinos.

Discutir si son socialistas o socios listos, si son galgos o son podencos, no vale mucho la pena. El poeta Juan Ramón Jiménez lo dejó todo dicho en un poema titulado “Piedra y cielo”: «¡No la toques ya más, / que así es la rosa!»