Ruinas
del templo de los Oráculos, en Anfiareo (Ática, Grecia). Los postulantes hacían
su consulta, y los diáconos les suministraban una poción. Entonces se retiraban a dormir acurrucados en la “stoa”, y en sueños se les aparecía la respuesta a su
problema. Los testimonios escritos que se conservan aseguran que el
procedimiento daba buenos resultados.
El senyor
Ramon maltracta a les criades
I a l’
Ada Colau també moltes vegades.
Les
noies i l’ Ada, quan s’en van al llit,
Tururut,
tururut,
Qui
gemega ja ha rebut.
(POPULAR,
arreglos PRL)
Xavier Trias ha irrumpido en la campaña electoral para las
municipales de Barcelona con un “Sanseacabó, hasta aquí podíamos llegar”. Su lema
y su programa son claros: “Entre todos hemos de sacarla de ahí”.
Se refiere a sacar de la alcaldía a Ada Colau, si no lo
habían entendido. Colau es un escándalo viviente, un mentís a tanto seny y
tanta rauxa acumulados durante años y años por alcaldes varones beneméritos
gastando sin tasa y haciendo el bandarra desde el consistorio, sin más límite
que la cruz de sus pantalones impecablemente planchados.
“Entre todos” es más difícil de interpretar, pero podría
ser una llamada de auxilio a otros dos senyors de Barcelona que se
encuentran en su misma situación de perplejidad al ver que la servidumbre se
les amotina en el mismísimo patio trasero de la casa pairal. Se trataría, en el
caso de que mi conjetura sea certera, del Tete Maragall y Jaume Collboni, dos “clásicos”
que ya estuvieron en la pomada en los últimos comicios, cuando el lugar de
Trias lo ocupó Elsa Artadi, que venía con la intención de arrasar y luego ni fu
ni fa.
Trias lidera las encuestas, según la prensa adicta. La
prensa adicta siempre señala a sus propios favoritos: que luego la operación
cuadre o descuadre, es otro asunto, por el que no cabe pedir responsabilidades
a los encuestadores sino a los votantes, que van a su bola. “Votan mal”, como
dice Vargas Llosa, tal vez por un defecto de fabricación sobre el que poco pueden
hacer las élites altamente recomendadas.
Trias resucita oportunamente al senyor Ramon de las
rondallas. Ha llegado envuelto en altas turbulencias (se ha dado de baja del
PDeCAT pero encabeza la lista de Junts), y lo primero que ha hecho es dar el
preaviso legal de despido a la fámula, tras lo cual sin duda purificará la Casa
Gran contaminada de plebeyez, con sahumerios.
Se me ocurre que tanto teatro preliminar resulta prematuro.
Trias no es alcalde aún, y es por lo menos dudoso que lo sea en el mes de mayo.
Es agradable oír sus cantaletas, inmortalizadas en su día por La Trinca, pero
la servidumbre está muy escarmentada y su reacción es imprevisible. “De
porcs i de senyors se’n ve de mena”, reza un dicho tan popular como el auca
del senyor Ramon, y mucho más antiguo.
Veremos qué ocurre en mayo. Tres senyors de
Barcelona aspirando a un solo cargo son muchos, y no están bien avenidos entre
ellos. No se puede descartar que, al final, el resultado vuelva a ser de ni fu
ni fa.