jueves, 2 de febrero de 2023

NUESTRAS MÁS ACENDRADAS TRADICIONES



Ruinas del templo de los Oráculos, en Anfiareo (Ática, Grecia). Los postulantes hacían su consulta, y los diáconos les suministraban una poción. Entonces se retiraban a dormir acurrucados en la “stoa”, y en sueños se les aparecía la respuesta a su problema. Los testimonios escritos que se conservan aseguran que el procedimiento daba buenos resultados.

 

El senyor Ramon maltracta a les criades

I a l’ Ada Colau també moltes vegades.

Les noies i l’ Ada, quan s’en van al llit,

Tururut, tururut,

Qui gemega ja ha rebut.

(POPULAR, arreglos PRL)

 

Xavier Trias ha irrumpido en la campaña electoral para las municipales de Barcelona con un “Sanseacabó, hasta aquí podíamos llegar”. Su lema y su programa son claros: “Entre todos hemos de sacarla de ahí”.

Se refiere a sacar de la alcaldía a Ada Colau, si no lo habían entendido. Colau es un escándalo viviente, un mentís a tanto seny y tanta rauxa acumulados durante años y años por alcaldes varones beneméritos gastando sin tasa y haciendo el bandarra desde el consistorio, sin más límite que la cruz de sus pantalones impecablemente planchados.

“Entre todos” es más difícil de interpretar, pero podría ser una llamada de auxilio a otros dos senyors de Barcelona que se encuentran en su misma situación de perplejidad al ver que la servidumbre se les amotina en el mismísimo patio trasero de la casa pairal. Se trataría, en el caso de que mi conjetura sea certera, del Tete Maragall y Jaume Collboni, dos “clásicos” que ya estuvieron en la pomada en los últimos comicios, cuando el lugar de Trias lo ocupó Elsa Artadi, que venía con la intención de arrasar y luego ni fu ni fa.

Trias lidera las encuestas, según la prensa adicta. La prensa adicta siempre señala a sus propios favoritos: que luego la operación cuadre o descuadre, es otro asunto, por el que no cabe pedir responsabilidades a los encuestadores sino a los votantes, que van a su bola. “Votan mal”, como dice Vargas Llosa, tal vez por un defecto de fabricación sobre el que poco pueden hacer las élites altamente recomendadas.

Trias resucita oportunamente al senyor Ramon de las rondallas. Ha llegado envuelto en altas turbulencias (se ha dado de baja del PDeCAT pero encabeza la lista de Junts), y lo primero que ha hecho es dar el preaviso legal de despido a la fámula, tras lo cual sin duda purificará la Casa Gran contaminada de plebeyez, con sahumerios.

Se me ocurre que tanto teatro preliminar resulta prematuro. Trias no es alcalde aún, y es por lo menos dudoso que lo sea en el mes de mayo. Es agradable oír sus cantaletas, inmortalizadas en su día por La Trinca, pero la servidumbre está muy escarmentada y su reacción es imprevisible. “De porcs i de senyors se’n ve de mena”, reza un dicho tan popular como el auca del senyor Ramon, y mucho más antiguo.

Veremos qué ocurre en mayo. Tres senyors de Barcelona aspirando a un solo cargo son muchos, y no están bien avenidos entre ellos. No se puede descartar que, al final, el resultado vuelva a ser de ni fu ni fa.