Foto compartida del muro FB de Pau
Noy.
Madrid ya no es la capital
de España, sino de sí misma. Del arrebato se ha pasado a la infatuación, del
hiperliderazgo a la desmesura, de Ayuso a la cabra de la Legión, que fue
vitoreada en el desfile de ayer mientras se abucheaba al jefe del Gobierno. Una
capital del Reino que abuchea a su presidente de gobierno en presencia de sus
reyes y mientras desfilan las fuerzas armadas, ni es capital, ni “naíca de ná” que
valga la pena. Rafael Alberti habría puesto nombre a lo sucedido ayer: el Adefesio.
Valle-Inclán se habría inspirado en la escena para uno de sus Esperpentos. La
escena sería risible de no ser porque el odio que trasuda nos envenena a todos.
Pero es también el Festín
de Baltasar, y hay signos en el cielo que anuncian el final de un ciclo.