Cartel
anunciador de ‘El mayor espectáculo del mundo’ (Cecil B. de Mille 1952)
Hay quien se exclama porque Reyes Maroto haya recibido un paquete con una navaja ensangrentada. Se discute si el remitente es un simpatizante de Vox o un enfermo, un esquizofrénico; aunque las dos opciones vienen a ser casi lo mismo.
Isabel Ayuso ha comentado que también a ella la amenazan
todos los días, y no por eso monta un circo.
Pongamos que sea así; lo de las amenazas, me refiero.
Puede que Ayuso ande amenazada por la vida con esa carita lagrimeante de virgen
de los siete dolores, y se resista a darle importancia al tema. Admitámoslo en
beneficio del argumento. De lo que no cabe duda, sin embargo, es de que sí ha
montado un circo que te cagas, en las elecciones madrileñas. Se anuncia incluso
(o se anunciaba, ignoro si la autoridad competente, o sea la Junta Electoral, dará
finalmente el plácet) un fin de campaña en la plaza de las Ventas, con público
presencial, en el que se estoquearían entre el flamear de banderas rojigualdas y
esteladas sobre fondo rojo, seis hermosos toros bravos. Un hito electoral. Desde
el panem et circenses que exigía la
plebe en Roma, no se conocía cosa igual.
Mucho circo mediático, más unas birras bien tiradas en la
terraza de un bar al anochecer, en los mediodías agua de cebada y azucarillos y
aguardiente, por la mañana barquillos en el Retiro, y ya entrada la noche un
chotis agarrao a la luz de los
farolillos de la verbena de la Paloma ¿por qué no?, aunque no sean fechas. El
madrileño se lo merece todo.
Un programa de festejos tan variado y completo tiene
flipados a los ayusistas convencidos de toda la vida, amén de los que puedan
añadirse atraídos por tanta novedad impactante: los imparciales, los
equiláteros, los sempiternamente rectos, los que votan tapándose las narices o
bien se abstienen tanto por convicción como por cautela, y jamás caen en la vieja
trampa de no caer en la trampa.
O como les llamó Mario Benedetti: « los espectadores / casi profesionales / esos viciosos / de la lucidez
/ esos inconmovibles / que se instalan / en la primera fila… »
De acuerdo, pero las izquierdas, las opciones de cambio,
¿qué pintan en este circo electoral multicolor? Lo escribió ayer el economista y
amigo Gabriel Flores en mi muro de facebook, a propósito de mi post, y me
parece impagable: «… [tanto si ganan como si no], las fuerzas progresistas y de izquierdas tendrán que añadir a sus
prioridades la de suturar las heridas producidas, para que la convivencia y la
gestión de los enormes problemas económicos y sociales que requieren solución
la encuentren.»
Construir, innovar, reparar, suturar… Problemas,
conflictos, dificultades… Las izquierdas son imprescindibles en estas tareas.
Las derechas están de verbena.