martes, 11 de diciembre de 2012

MIS NIETOS GRIEGOS

Querido José Luis,

leo desde Atenas las últimas entradas de tu blog. Una se refiere a la situación relativa de Grecia vs. Alemania; otras a la situación de España y a la buena noticia de una iniciativa sindical en Catalunya en favor de la unidad entre CCOO y UGT. Yo me vine acá hace unos cuantos días, leyendo en el avión "Liquidación final" de Petros Márkaris. Ya en la ciudad, me pareció que todo seguía igual que el año anterior. Después de una mirada más detenida me di cuenta de que todo era "demasiado" igual.

Me explico: los consabidos posters publicitarios de la plaza vecina ofrecían las mismas bellas mujeres invitando a consumir. Eran las mismas: no las habían cambiado desde mi visita del año anterior. Se notaban algo desvaídas por lluvias e intemperies. Luego la basura seguía amontonada en algunos rincones de las calles. Si te fijabas, veías que los estratos inferiores estaban cubiertos por una espesa capa de polvo apelmazado por la humedad. Y un cagarro de perro en medio de la acera de mi calle, de un color especial entre verde y rosado, ha seguido en el mismo lugar desde la primera vez que lo vi, cada día un poco más tornasolado.

No hay mantenimiento, no hay limpieza pública. Muchos comercios han cerrado. Uno, particularmente tenebroso porque a través de los vidrios polvorientos del escaparate se veía todo el mobiliario interior destrozado a golpe de hacha: los estantes, los expositores, el mostrador, unos espejos, los apliques... Quien dejó el local no quiso que nadie aprovechara los restos supervivientes de su ruina.

Tampoco hay sanidad, lo sé bien por personas amigas: la privada carece de medios pero retiene a los pacientes para cobrarles días de una asistencia que son incapaces de darle; la pública está en proceso acelerado de liquidación. Y sobre la escuela a la que van mis nietos, las maestras se excusan de las frecuentes huelgas: hace más de un año que no cobran.

La vida sigue, a pesar de todo. Pero no es ahí adonde voy a parar, sino a una observación de Márkaris en una entrevista. "¿Cómo ve a España?", le preguntaron, y él contestó: "Como Grecia el año pasado." Pues bien, si alguien no lo remedia, me temo que la Greciaque estoy viendo es la España del año que viene.