martes, 25 de julio de 2023

EL DIOS DE LOS PEQUEÑOS FAVORES

 


Cartel de la Feria del Libro de Kiev 2023. (Imagen tomada en préstamo de Facebook).

 

Algunos esperaban al dios de los grandes milagros y las remontadas heroicas, pero solo ha comparecido el habitante del altar más pequeño y peor iluminado de todos: el dios humilde de los pequeños favores.

La izquierda no ha sido barrida en las elecciones generales, como se había anunciado profusamente en los medios de uniformización con redoble de timbales y alarde de trompetería. Ha aguantado atrincherada en un rincón del tablero, contando los minutos para el silbido final, pidiendo la hora, despejando fuera de banda una y otra vez balones perdidos.

Se han salvado los muebles. Nada de lo que enorgullecerse. El intento de “Sumar” voluntades no ha llegado hasta donde habría sido deseable. obstaculizado por la minucia y el énfasis de muchos de los sumandos, de un lado, y de otro por la “boria di partito” que ha dirigido los movimientos de la casa común, que no desea de ningún modo que la presencia de construcciones sólidas a la izquierda de la izquierda le tapen las vistas a poniente. porque las considera una merma de la importancia de sus propias decisiones urbi et orbi.

Puede que aún estemos a tiempo de rectificar, pero el tiempo se acaba y cada vez queda menos espacio para trazar la muy pronunciada curva a la izquierda con garantías. No se trata ahora de elegir entre Maria Callas y Renata Tebaldi; nos son indispensables de todo punto las florituras de las dos divas en el despliegue del repertorio operístico imprescindible.

O “Sumar” se consolida de aquí a noviembre, no solo para ayudar a Sánchez con sus votos sino para implantarse como una opción real y eficiente, con cara y ojos.

O bien nos desvivimos en demandar generosidad y altura de miras a la gente de Junts para que no nos acaben de chafar la guitarra, y la cosa, ¡oh casualidad!, da resultado debido a alguna carambola insospechada.

O bien, mucho me temo que ni siquiera el dios oscuro de los pequeños favores responderá a nuestras fervientes plegarias en la próxima ocasión.

 

viernes, 14 de julio de 2023

UNA INDICACIÓN DE ROMAGNOLI

 


Asamblea de delegados de CCOO de Industria. Cotxeres de Sants, Barcelona, 13 de julio de 2023. (Fuente, Facebook)

 

Reproduzco una cita de Umberto Romagnoli que me parece de sustancia. Se encuentra en el libro “Trabajo y ciudadanía” (Ed. Bomarzo 2023), y más precisamente hacia el final de la conferencia “Las desigualdades en el mundo del trabajo”, que el maestro laboralista boloñés impartió en el Festival del Derecho de Piacenza del año 2010. La traducción es de Antonio Baylos, revisada por el autor.

«Ahora que la fábrica ya no es uno de los grandes laboratorios de la socialización, y la vida laboral se aparta del modelo estándar que sometía a los comunes mortales a la condición de desarrollar el mismo trabajo en las instalaciones de la misma empresa todos los días laborables de la semana en todos los meses del año hasta la pensión …, nos parece claro que el status de ciudadanía es el principal, el más seguro y quizá el único factor de cohesión social … Es eso exactamente lo que obliga a la creación de un amplio y articulado derecho antidiscriminatorio.

Debe ser el sindicato quien desarrolle, en el ámbito de su autonomía para adoptar decisiones, todas las implicaciones relativas al trabajador en cuanto ciudadano, y quien trace el itinerario que se debe recorrer. Que no será continuo ni rectilíneo, entre otras cosas porque traspasará las fronteras del trabajo dependiente para adentrarse … en el territorio del trabajo en todas sus formas y aplicaciones. Un territorio que el sindicato debe aprender a explorar.»

 

Los puntos suspensivos señalan la omisión de algunas oraciones subordinadas presentes en el original. En general se refieren a un tema de 2010, la preparación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores para el siglo XXI. Seguimos teniendo pendiente esa tarea, trufada de multitud de obstáculos diseminados, tanto en el país de Romagnoli, Italia, como en el nuestro.

Pero no me parece perder el tiempo el dedicar alguna atención, incluso en campaña electoral, a un problema cada día más visible y acuciante: la fragmentación, no ya de los trabajos, sino además de la mentalidad de los trabajadores, y su disposición a votar de forma dispersa, en alguna medida en contra de sus intereses reales a medio y largo plazo. Estamos contemplando veleidades de apoyo político, por “amor al zasca”, que favorecen a formaciones que niegan de plano los derechos de ciudadanía y la existencia misma de esta.

No es en absoluto una batalla secundaria, ante la cita del próximo día 23.