sábado, 30 de abril de 2022

LA ATENAS DE ALCIBÍADES

 


“Archipiade ne Thaïs

Qui fut sa cousine germaine”

F. VILLON, “Ballade des Dames du Temps Jadis”


“Timandra”, de Theodor Kallifatides (Galaxia Gutenberg 2022, trad. Carmen Vilela Gallego), describe la trayectoria de una estrella fugaz, Alcibíades, en el cielo de una Atenas que había alcanzado pocos años antes, con Pericles, una hegemonía militar y cultural incontestable. Pericles construyó esa hegemonía; Alcibíades la desbarató. Traicionó a Atenas por Esparta, a Esparta por Atenas, y a las dos por un sueño de ambición, en Sicilia. Lo asesinaron en su refugio persa sicarios de Esparta con permiso de los medos. En vida había sido sobre todo un seductor, capaz de jugar a todos los palos en el amor y en la guerra. Su fama fue tan escandalosa, que François Villon lo tomó por una memorable “dama de antaño” en su famosísima balada, y lo equiparó a la cortesana Thais, su “prima hermana”.

Veamos cómo resume la cuestión, desde el punto de vista ateniense, Kallifatides en un párrafo sintético y esclarecedor: «Nos divertíamos. Toda la ciudad se divertía como nunca antes lo había hecho. Pericles había obligado a los atenienses a vivir para el mañana. Embellecieron la Acrópolis con edificios, construyeron murallas y calzadas, crearon una flota invencible.

Alcibíades, por el contrario, les enseñó a disfrutar del hoy, cosa que tampoco era tan difícil. Las mujeres salieron de los gineceos, los hombres comenzaron a vestirse con esmero. Muchos encargaban pinturas murales, joyas, perfumes. Abrieron nuevos gimnasios y baños y existía un rumor de que los abortos eran cada vez más frecuentes, y esa era la prueba definitiva de que vivíamos al día.

Alcibíades conseguía crear el clima que quería y los atenienses estaban dispuestos a seguirlo como locos a donde fuese.» (p. 125)

El libro es muy bello. La narración honra a su ficticia autora, la hetera Timandra, enamorada de Alcibíades y dispuesta a acompañarle siempre con entera abnegación, incluso en la catástrofe final. El relato deja el regusto amargo que acompaña siempre a la historia de las decadencias evitables, las épocas señaladas por el hecho de que en ellas el egoísmo y el cinismo alcanzaron la categoría de valores punteros, y las sociedades se mostraron feamente torcidas de raíz.

 

jueves, 28 de abril de 2022

LOS VOTOS PERDIDOS. INFORMA PEGASUS

 



Un recuerdo a Juan Diego, actor y militante, uno de los nuestros. Nada que ver con el tema de la entrada que encabeza su imagen.

 

Desolación en el cuartel general de ERC: “No pudo ser”, menea su cabezón Oriol delante de un grupo de dirigentes, mientras se suena con un enorme pañuelo a cuadros. A Pere se le escapa un sollozo ahogado, por debajo de la mascarilla: “¡Lo teníamos tan cerca esta vez!”

Estos chicos deseaban votar a favor del Gobierno, de verdad que sí. Ya estuvieron a punto de hacerlo cuando la ley de la reforma laboral, pero algo se torció. “Paciencia, llegará una ocasión mejor”, se dijeron entonces.

Y ha llegado, en efecto, la votación de las medidas anticrisis. Todo el grupo parlamentario era un grito: «Diguem sí! Nosaltres sí som d’eixe mon!»

De paso se la fotían a Raimon, que es un colono. Pero la ocasión de una rectificación a lo grande se ha perdido, sin embargo. Ha habido falta de confianza.

No por parte de ERC respecto del Gobierno, quede claro. ERC rebosa confianza, está a lo que manden, faltaría más.

Pero no existe confianza en la contraparte, y así no hay nada que hacer. Se ha metido por medio, en el idilio, Pegasus (es decir, yo, el informante anonymous). Lo dejó muy claro la ministra de Defensa, y todo el castillo de naipes trabajosamente levantado se vino abajo. Cierto que la ministra habló en respuesta a una pregunta de la CUP, pero ya conocen el refrán: “A ti te lo digo, hijuela; entiéndelo tú, mi nuera.”

ERC no quiere ser nuera de Margarita Robles. Esa no es la relación adecuada, por ahí no va a pasar.

Cierto que todo podría aún arreglarse con una dimisión o dos en el Gobierno; tres, para ir más seguros. Sería un sacrificio razonable por parte del Estado opresor, volvería a resplandecer el buen rollo en las relaciones bilaterales de la Mesa de negociación, y ERC no dejaría ni una sola vez de votar con los putos socialistas, en lugar de alinearse con PP y Vox.

Un diputado de Esquerra ha preguntado, de pronto:

“¿Quiénes son PP y Vox, Gabriel? Me suenan de algo, pero no acabo de situarlos.”

“Yo qué cony sé. Tú a lo tuyo, chaval”, le contesta Rufián.

 

miércoles, 27 de abril de 2022

CUENTAS TRANSLÚCIDAS

 


Los Reyes de España, el martes pasado, en Mallorca. Fuente: EFE, El País.

 

«Hélas! Et le bon roi d’Espagne

Duquel je ne sais pas le nom?»

F. VILLON, “Ballade des seigneurs du temps jadis”

 

A efectos de transparencia democrática, se ha hecho público el patrimonio privado del rey Felipe. Lo que se ha revelado, sin embargo, no ha sido gran cosa. Y lo que es peor, esa poca cosa no viene avalada por una contabilidad digna de crédito e imparcial. En una palabra, se han hecho las cuentas poniendo lo que se ha juzgado oportuno (ninguna propiedad inmobiliaria, caramba), acompañado por la voz profesional del croupier: “Rien ne va plus, no va más”.

De otra parte, las cuentas de la Casa Real van a ser fiscalizadas, ma non troppo. No se remitirán a las Cortes sino que las fiscalizará el propio Felipe VI, que las publicará en la web de la Zarzuela en la forma de Real Decreto.

Es una mano de pintura, cierto, porque antes, estas menudencias quedaban al arbitrio absoluto del monarca, con el resultado que solo ahora empieza a ser conocido. La nueva norma introduce una variante que supone retirar el velo de Isis que cubre las finanzas reales aproximadamente centímetro y medio.

¿Vale la pena la operación? ¿Va a ser recibida con alborozo y fuegos de artificio por sus leales súbditos, sedientos como estamos de ética, de transparencia y de república? Mientras tanto, muchos/as políticos/as de diversas formaciones y jerarquías siguen pendientes de sentencias judiciales ejemplares que nunca acaban de llegar, en torno a los chanchullos y enjuagues perpetrados en el desempeño corrupto de sus funciones públicas. Y yo diría que la nueva medida sobre las finanzas reales avanza muy poco o nada en la moralización indispensable de la profesión de baranda en este país en concreto.

Esto también es democracia. Está en el primer parágrafo del artículo primero de una Constitución democrática, y perdonen el énfasis.

En el fondo de todo este asunto sigue implícito el gran equívoco que sobrevuela aún el “pacto” de la transición: aquello se vio como un reparto sui géneris del poder, en virtud del cual las elites del régimen anterior cedían graciosamente algo de lo que era suyo desde siempre por derecho divino, y a las masas irredentas de los mindundis se nos permitía el acceso vigilado a una antesala en la que se nos conminaba a aguardar con paciencia y de brazos cruzados el momento crítico y fugaz de un cambio de turno.

Antonio Gramsci habría llamado a ese género de representación política una “revolución pasiva”. De ella surgió una generación de políticos/as transformistas que combinaban bien el repique de campanas con la presencia en la procesión: González, Guerra, Solchaga, Bono, Solana, y no sigo.

El PSOE de Sánchez no es lo mismo. Han cambiado el escenario, las personas, los aliados y los objetivos políticos. Hay una voluntad de cambio más precisa, aunque aún discontinua. La oposición de derechas, mientras tanto, mantiene la sensación de que ha cedido demasiado en el juego del pacto democrático entre bambalinas, y se muestra agresivamente dispuesta a recuperar el timón de la nave del Estado por lo civil o por lo criminal (preferentemente, por lo que se va viendo, por lo criminal).

En estas circunstancias, el actual paripé sobre la corona no pasa de ser una paparrucha. El gobierno de progreso debería marcar con mayor firmeza el rumbo y asumir las responsabilidades inherentes. Con la sospecha de corrupción no se puede jugar. Porque la ciudadanía – que existe, participa y sigue atenta los entresijos de la función – podría desanimarse en la próxima revuelta del camino, y empezar a mirar a otro lado.

Sabemos de sobra lo que hay al otro lado.

 

martes, 26 de abril de 2022

EN EL MURO DE LAS LAMENTACIONES

 


Imagen reciente del Muro de las Lamentaciones.

 

El refrán favorito de mi padre era “Más caga un buey que cien golondrinas”. Mi madre se lo reprochaba: “Paco, no digas palabrotas delante de los niños”. Él, a su vez, la amonestaba: “Atiende más a la sustancia y menos a los accidentes”. Mi madre entonces suspiraba (se le daba muy bien esa afectación elegante de resignarse ante lo incorregible), y concluía: “Es que la sustancia que dices huele muy mal.”

No traigo estos recuerdos familiares a humo de pajas, sino por la razón de que José Luis López Bulla acaba de lanzar en su blog una alerta temprana (early warning, en el lenguaje militar de la OTAN), avisándonos a todos de que, en los graves aprietos en los que andamos metidos, las cagaditas de golondrina no arreglan nada.

Si no se encuentra remedio a la situación, pronto iremos todos a llorar al Muro de las Lamentaciones de la izquierda, un lugar virtual parecido a ese mamotreto pétreo, aún en pie, que formaba parte del antiguo Templo de Jerusalén, y al que los judíos van a llorar desde hace veintiún siglos.

Subrayo: veintiún siglos. Y ahí siguen, llorando sin que nada se les arregle.

Si no aparece el buey, algunos listos echarán la culpa a Yolanda Díaz (¿pero a qué está esperando esa mujer?), pero ella, la única hasta ahora que ha dado un paso al frente con intención de arreglar el desaguisado, es quien menos culpa tiene.

Estamos en una aporía angustiosa: geométricamente hablando, no se ve la manera de que Aquiles adelante a la tortuga colocada en posición avanzada. Y así será mientras las fuerzas de izquierda sigan atrincheradas en filioques minúsculos, pontificando todas las mañanas como arcángeles anunciadores del apocalipsis y cagando por las noches con parsimonia de golondrinas.

Puestos a cagar, caguemos por lo menos a lo grande.

 

domingo, 24 de abril de 2022

EL GUSANO MÁS CHICO

 


Brindis en el comedor del capitán en la fragata “Surprise”. Fotograma de “Master and Commander” (Peter Weir, 2003).

 

El capitán Jack Aubrey, interpretado por Russell Crowe, plantea en la película  “Master and Commander” un acertijo a Stephen Maturin y el resto de comensales invitados a su mesa: ¿qué plato de lentejas elegirían en el rancho de a bordo: uno con un gusano gordo, u otro con un gusano más chico?

La concurrencia se inclina con ánimo jocoso por el gusano gordo, dado su mayor aporte proteínico, pero Aubrey replica que debe preferirse el gusano chico, porque las Ordenanzas establecen que un oficial de la Marina de Su Majestad, en presencia de dos males, ha de elegir siempre el menor. Después suelta una carcajada homérica, para dejar claro que ha hecho un chiste.

En la elección que hoy ha de resolverse entre Macron y Le Pen, el primero es el gusano chico. Uno no acierta a explicarse cómo ha llegado ese hombre hasta aquí; pero ya que está, las Ordenanzas exigen que sea él el votado. Marine Le Pen es un gusano demasiado gordo, demasiado repugnante, acurrucado plácidamente entre nuestras lentejas.

 

sábado, 23 de abril de 2022

GEORGE & DRAGON Y OTRAS IRREVERENCIAS

 


Claudia Cardinale y Jacques Perrin en un fotograma de “La muchacha de la maleta”, de Valerio Zurlini, 1960. (Fuente, Alamy Stock)

 

Empiezo mi ejercicio de redacción muy lejos del punto de llegada: ayer murió Jacques Perrin, actor francés relativamente olvidable. Las reseñas de prensa mencionan por lo general su intervención en “Cinema Paradiso”, pero yo de esa película no lo recuerdo, sé que estaba ahí pero mi retina guarda únicamente memoria de Philippe Noiret y del niño. Recuerdo mucho más a Perrin en “La ragazza con la valigia”, dando el contrapunto a Claudia Cardinale, y en “Cronaca familiare”, rodada como la anterior por Valerio Zurlini. Son películas de 1960 y 1962, y en aquel momento daba la sensación de que Zurlini tenía algo que decir en el cine; pero se fue desvaneciendo. También se fue desvaneciendo Jacques Perrin, en mi opinión; quienes de verdad sacaron el empeño adelante en aquellas dos películas fueron Claudia Cardinale y Marcello Mastroianni. El chico, con su carita de inocencia y de desamparo, se limitó a ejercer de pareja de hecho de ambos.

Y entro ya en el tema. Hoy es el día de San Jorge, y escuchen, el santo no fue a fin de cuentas tan importante. Toda su popularidad se reduce a una lanzada que propinó a un dragón, allá en Anatolia. Sin la actuación estelar del dragón, que lo dio todo ante las cámaras, San Jorge habría quedado como un fifiriche, un pagafantas, un Nicodemo auxiliador de princesas en apuros.

En Londres, creo que por Fitzrovia aunque puedo estar equivocado, vi una preciosa muestra de un pub, en relieve policromado, que representaba la Gran Lanzada. El nombre del pub era “George & Dragon”. Una pareja legendaria, literalmente hablando.

En toda la historia del Dragón y su célebre acompañante, los libros no aparecen para nada. Los libros llegan a la escena mucho más tarde, por la coincidencia de fecha (no de día, los calendarios eran distintos) de la muerte de dos monstruos, dos tremendos dragones literarios: Cervantes y Shakespeare, ambos en 1616. Ellos fueron la auténtica pareja de hecho que nos metió de golpe en la modernidad literaria. Esa fue la auténtica lanzada, dada a cuatro manos.

Perdón, a tres manos, que Cervantes era manco.



San Jorge y el Dragón, por Vittore Carpaccio. Fresco de la Scuola di San Giorgio degli Schiavoni, en Venecia.

 

miércoles, 20 de abril de 2022

MEANDO COLONIA

 


Piqué sudando su nueva camiseta.

 

Gerard Piqué lo ha ganado todo como futbolista. Cuando digo “todo”, me refiero a los trofeos en juego, tanto en competiciones de club como de selección. Ahora va a por “todo” lo demás, considerándose para ello con tanto derecho y tantas capacidades como cualquiera, y se inscribe en el cuadro de honor de los meones de colonia: el Emérito, el duque de Palma, Luis Medina del ducado de Feria, y el hermaniyo de la señora Ayuso, entre otras hierbas escogidas entre la gente guapa que vibra junta.

Lo primero que ha dicho Piqué a propósito de la aparición en los medios de la noticia de su conseguimiento para disputar la Supercopa española en tierras de misión, ha sido que él no ha hecho nada malo y se siente orgulloso de sí mismo. No es muy original, lo mismo habían dicho otros antes; pero es un rito de paso, que subraya con trazo firme su pertenencia a un equipo, al “equipo” entre comillas, para entendernos. Es lo mismo que decir “vamos a ir a muerte”, o “ganaremos sí o sí”, en una eliminatoria ante, pongamos, el Eintracht de Frankfurt, es decir un club de la sufrida clase media de una Liga europea bien valorada deportivamente, pero no tan bien cotizada financieramente.

El Mundial de selecciones que viene también se disputará en territorios controlados por emires y jeques, de modo que sería injusto echarle toda la culpa a Piqué. En el resultado final ha sido inestimable la ayuda de otros jerarcas, directivos, funcionarios y conseguidores, que se repartirán jugosos beneficios sin haber hecho “nada malo”. Ya hace años que Rodrigo Rato advirtió, respecto de un enjuague que llevaba su firma, que no era él el culpable, sino el mercado. El mercado fue en aquellos años el “juez de la horca” que decidió de forma omnipotente sobre la vida y la muerte de los bancos; y en consecuencia, aunque solo colateralmente y sin ninguna clase de animadversión, también sobre la vida y la muerte de las partículas infinitesimales, prácticamente invisibles sin la ayuda de un microscopio social de muchos aumentos, que venimos a ser las personas humanas que tenemos los ahorros de toda una vida de trabajo colocados en un banco.

Ahora mismo, la trayectoria de la parábola está oscilando desde la banca, que no ofrece de momento grandes expectativas de plusvalías ocultas, hacia el rico caladero del fútbol y otros deportes de élite; sin abandonar nunca el terreno promisorio de las finanzas creativas y extractivas.

Lo mismo me da, que me da lo mismo. El Mundial lo ganará probablemente Alemania, que cuenta con el Deutsche Bank como ariete. Ya lo dijo Gary Lineker en su momento. El resultado, por lo demás, es lo de menos, ya saben. Lo nuevo de verdad en este apartado poco trillado de la economía global, es la aparición irresistible en escena de los meones de colonia.

 

martes, 19 de abril de 2022

CANAL D'AMOUR

 


Vista cenital de las proximidades del Canal d’Amour, en el tramo noroeste de la costa de Corfú.

 

Una de las primeras cosas que hicimos Carmen y yo en Corfú, en nuestra visita de los primeros meses de 2014, con la isla desierta de turistas y unos temperaturas bastante bajas, aunque con un solito perseverante; digo que una de las primeras cosas que hicimos, fue recorrer el norte.

Todo estaba más o menos desmantelado, y no había sitios abiertos donde comer, salvo bocadillos y café. Seguimos la línea de la costa de este a oeste, desde Kassiopi hasta Sidari. En Sidari vimos un indicador que prometía: “Canal d’Amour”.

¿Por qué no? Nos pareció justo lo indicado, pero el acceso estaba cerrado. Aquel lo que fuera parecía oculto detrás de una gran roca, en medio de una playa. Seguimos una carreterita muy secundaria hacia el cabo Drastis, y a la altura de Melisa aparcamos el coche para seguir un caminito que anunciaba “vista panorámica”. Así llegamos después de unos cientos de metros a la vista del mar (allá abajo) y de algo que parecía tener cierta forma de canal.

No era el auténtico Canal d’Amour pero estaba al lado, más o menos. Según pude averiguar a través de una guía turística en francés, el canal forma una especie de túnel que se recorre a nado, y al salir es leyenda que te enamoras de la primera persona que encuentras.

Yo la tenía ya encontrada, y además se iba haciendo tarde, y el desayuno continental solo era un recuerdo borroso. Hicimos galopar nuestro cochecito hasta la capital, único lugar que consideramos seguro para un condumio caliente, y llegamos justo a tiempo de ocupar la última mesa libre de un restaurante abarrotado de gente de la isla, la mejor recomendación.

Por la tarde nos fotografiamos delante de la Paleo Frurio, la “Vieja Fortaleza”, e hicimos un amago de incursión hacia Mon Repos, el palacio de la emperatriz Sissi, y la pequeñísima y fotogénica isla de Pontikonissi. La costa que aparecía a poca distancia en ese lugar era griega, mientras que por la mañana habíamos estado viendo tierras albanesas, incluida una población que tal vez fuera Sarandë.

Eso ocurrió antes del pase por televisión de la serie “Los Durrell”. He de reconocer que el Corfú de la serie se parecía muy poco a lo que habíamos visto, pero todo era igualmente delicioso.

 

La joroba característica del Paleo Frurio o Vieja Fortaleza, desde la “Esplanada” de Corfú.

 

lunes, 18 de abril de 2022

OTRO ARGUMENTO PARA NO QUEMAR LIBROS

 


Arriba, restos de la Biblioteca de Celso, en Éfeso. Abajo, la imponente estructura de la Biblioteca de Adriano en el centro de Atenas, a la entrada del Ágora romana.

 

Sigo leyendo, a ratos y despacio, en su lengua original, los Ensayos de Montaigne. Una pequeña sorpresa: en I, cap. xxv, “Del pedantismo”, el renacentista inmensamente culto simpatiza de forma inequívoca con la sencillez espartana, frente a los retorcimientos excesivos de los atenienses. En las escuelas de retórica, como es fama, se enseñaba a los aspirantes a abogados a defender sucesivamente las dos caras del mismo argumento: primero a favor, luego en contra. Tanto derroche de ingenio subleva a Montaigne, que se declara partidario del “laconismo”, el habla escueta y antirretórica de los laconios o espartanos.

Hacia el final del capítulo, el discurso se hace más general y más ambiguo. «Ejemplos tenemos de que el estudio de las ciencias ablanda y afemina los corazones, en lugar de hacerlos más firmes y aguerridos. El Estado más fuerte que aparece en el mundo actual es el de los Turcos: unos pueblos educados en el amor a las armas y el desprecio de las letras. Encuentro que Roma era más valiente cuando aún no era sabia. Las naciones más belicosas de nuestra época son las más groseras e ignorantes. Los escitas, los partos, Tamerlán, son prueba de ello.»

Todo lo cual lleva como corolario a otro ejemplo curioso, que, según leo en las notas al texto, fue extraído de la obra de un riguroso contemporáneo, René de Lucinge, el cual publicó en París, en 1588, el tratado Del nacimiento, duración y caída de los Estados.

Cuando los bárbaros arrasaron Grecia, explica pues Michel siguiendo a René, lo que salvó del fuego todas las bibliotecas fue la opinión de uno de los jefes de los invasores, de que se habían de conservar aquellos monumentos con el fin de apartar a los enemigos de las bondades del ejercicio militar, y relegarlos a ocupaciones sedentarias y ociosas.

Es lo más parecido a una “posverdad” moderna que he leído nunca en un texto validado por una vigencia de cinco siglos, pero no deja de ser una razón más en favor del uso y la perpetuación de los libros.

Recordemos, ya que estamos en vísperas de otro Sant Jordi, el otro gran argumento en favor de lo mismo, tal como nos lo dejó expresado Joan Margarit con laconismo ejemplar: «La libertad es una librería».




domingo, 17 de abril de 2022

LA OSCURIDAD DEL MUNDO

 


El Canal de Beagle, en una imagen de 2022.

 

Puesto a elegir un libro para recomendar en la fiesta de Sant Jordi, me decido por uno difícil. No difícil de leer, todo lo contrario, sino difícil de encontrar. Se trata de la “novela náutica”, o como gusten clasificarla, Hacia los confines del mundo, de Harry Thompson. El título original es This thing of darkness, “este pedazo de oscuridad”, calificativo que recibe Calibán de parte de Próspero, en “La Tempestad” de William Shakespeare.

Harry Thompson quedó finalista del Booker Prize con esta su primera novela. Había hecho antes muchas otras cosas, como creativo en los medios. Apenas tuvo tiempo de hacer nada más: murió de repente, a los cuarenta y cinco años. Su libro lo editó en español Salamandra en 2009, pero algo raro ha pasado con él; está descatalogado. Mi concuñado Narcís me avisó en su momento de la existencia de estos Confines e incluso me prestó su ejemplar, con advertencia de prisas porque tenía cola de lectura. A mí me impresionó mucho la novela. Ahora he encontrado el título en una web de libros electrónicos, y me ha faltado tiempo para ponerme a releerlo. Y lo recomiendo con calor.

El libro recrea la expedición a la Antártida chilena del Beagle, de la Armada inglesa, al mando del capitán FitzRoy, y con Charles Darwin como joven naturalista adjunto.

El propio Darwin aparece por primera vez al comienzo de la Segunda Parte. Vuelve a su casa después de una expedición geológica por el norte de Gales, en la que se ha divertido muchísimo. Es un joven muy alto y corpulento, zanquilargo, con una nariz achatada y una mandíbula huidiza que lo asemejan a un mono. Su padre, viudo, lo trata con una severidad implacable porque le irrita que pierda el tiempo recogiendo pedruscos del suelo en lugar de hincar los codos en los estudios de Teología, que pueden permitirle hacerse con una posición honorable de pastor en una parroquia del norte.

Por el contrario sus hermanas mayores – Charles es el benjamín de la familia – le adoran, y le miman a porfía. Cuando llega a la casa, Susan, una de ellas, ha iniciado un nuevo bordado de carácter alegórico: La Fama extendiendo flores sobre la tumba de Shakespeare.

Llega una invitación de la Academia de Ciencias para que el joven Charles participe en una expedición científica que dará la vuelta al mundo; la institución le recomienda, pero la aceptación exigiría de su parte un desembolso de 600 guineas, para gastos de sustento y material científico. Su padre se niega en redondo a prestarle tanto dinero solo para que siga “perdiendo el tiempo” durante dos o tres años más. Será la providencial intervención de un tío la que le permita postularse como candidato ante Robert FitzRoy, el capitán de la expedición. Pero FitzRoy, aficionado a la frenología, nada más ver la nariz y la mandíbula de Darwin decide no enrolarlo, y le dice que la plaza está ya ocupada. Solo en la charla posterior entre los dos, cuando comprueba que Charles es un cristiano piadoso (por más que liberal), que comparte varias de sus propias lecturas científicas y que ha explorado una cueva en la que los restos de distintos animales ahogados podrían ser una prueba del Diluvio bíblico, cambia de opinión y ofrece al joven el puesto, desde la idea de que por lo menos su conversación será divertida.

Así empieza una historia en la que los datos constatados de la ciencia y los de la religión escrita irán diferenciándose de una forma cada vez más insondable, hasta provocar cataclismos no solo naturales sino también anímicos en la vida de los dos jóvenes.

No se lo pierdan. Y no lo pidan en Amazon. Amazon es hoy por hoy el “Calibán pedazo de oscuridad” que se extiende hasta los confines del mundo.

 

viernes, 15 de abril de 2022

LA INMUNIDAD DE LOS COMISIONISTAS

 


Escenario del teatro de Anfiareo, en el Ática. El espectador creía estar viéndolo todo, pero las columnas y los pasadizos laterales permitían la aparición y desaparición por sorpresa de los actores, conforme a lo establecido en el guion. Es decir, ocurría entonces más o menos lo mismo que ahora.

 

¿Por qué Alberto Luceño y Luis Medina habrían de ser menos inmunes que Juan Carlos de Borbón? El principio ético es el mismo para todos, la “lex sed lex” ampara a la ciudadanía por un igual, no se ven diferencias de bulto ni acepción de personas en uno y otro caso.

Alegan unos que movió al emérito un desmedido amor a Madonna Corinna; pero no es tan distinta esa causa atenuante, o dirimente, del capricho tiránico por un Bugatti de carreras.

Y si es norma evangélica que reciban el ciento por uno en el cielo quienes alivian males en la tierra con sus buenas acciones, no cabe duda de que no se puede considerar exagerada una comisión del 45% por unas mascarillas chinas, o de un xxx% sobre el no demasiado publicitado servicio a la patria que atrajo al Comisionista por excelencia del Estado una lluvia de oro saudí contabilizada en petrodólares.

Así son las cosas, y así se las estamos contando. Lo demás es silencio, tal y como señaló en el Acto V de la tragedia el príncipe Hamlet, al sentir fluir por sus venas el veneno del arañazo banal de la espada de Laertes.

A veces ocurren estos pequeños percances anecdóticos, debido sobre todo a que la Justicia se pasea por ahí de modo imprudente, caminando a tientas con una espada en una mano, una balanza en la otra, y los ojos vendados, desde tiempo inmemorial. Pero un buen cristiano perdonará de corazón las posibles desgracias que ocurran, al fin y al cabo mínimas en el ordenado discurrir de las equidades y las inequidades del gran teatro del mundo.

Fíjense, si no, en lo ocurrido anoche en el Nou Camp, convertido de campo propio en campo ajeno debido a la fuerza irresistible del Deutsche Bank del Eintracht de Frankfurt. Los socios del Barça vendieron en masa sus derechos a asiento para un partido de cuartos de final de la Europa League. Sí bueno, pero antes de reprochárselo con indignación impostada, el señor Laporta debería tener en cuenta que a estas alturas de la temporada el club ya había perdido de una tacada “Copa, Liga y Champions”, según estribillo.

Dejen entonces trabajar a Xavi y ya veremos qué puede hacerse la temporada que viene. Las temporadas vienen puntualmente unas detrás de otras, y si este año no ha habido suerte, nadie dice que haya de ocurrir lo mismo el año próximo o el otro. Recuerdo que cuando las chicas del Barça les metieron cinco a las del Madrid, en un partido europeo en el mismo Nou Camp abarrotado, la prensa destacó la cifra récord de asistencia y añadió que el resultado había sido “lo de menos”.

Eso es el fútbol. En el terreno jurídico, el problema es más peludo: todos los derechos que podían venderse están ya vendidos, y algunos jueces solo fallarán en contra de las comisiones abusivas a condición de recibir ellos una consistente remuneración alzada por el servicio.

 

jueves, 14 de abril de 2022

INTERMEZZO EN MONTPELLIER

 


Selfie en el Vieux Montpellier. Padres & Hijos, versión 2022.

Teníamos prevista una pequeña celebración familiar en Montpellier, un reencuentro clásico o reposición de estreno “padres & hijos”, más algún paseo por los jardines y las explanadas a nuestro alcance, siguiendo el borde exterior de las antiguas murallas.

Todo se hizo, salvo que fue más difícil de lo previsto. Hubo huelga de trenes el lunes, día después de las elecciones presidenciales. Algo extraño en sí mismo, aunque quizá no tanto. Recuperamos el importe de los billetes, pero no nos quedó más alternativa que viajar por carretera en coche particular, para no perder el dinero del apartamento, que estaba ya abonado. La ida no tuvo nada de especial, pero la vuelta fue fatigosa, en un día opaco, lloviznoso, repleto de camioneros impacientes que jugaban a entreadelantarse unos a otros de improviso y sin anunciarse previamente con luces. Un regreso largo, largo como un purgatorio.

Por lo demás, nos pareció que las elecciones nos habían interesado más a los foráneos que a los autóctonos. Ni un cartel electoral visible, ni un folleto por barrer en el suelo, ni banderas, ni fanfarrias. La gente con la que nos cruzábamos iba por derecho a lo suyo, sin mirar alrededor. En los periódicos, la noticia era que mientras hasta diez partidos anunciaban su apuesta por Macron para frenar a Le Pen, la ciudadanía, sin embargo, no parecía igual de convencida. Para el francés medio tanto valdría Ma Pen como Lecron, para expresarlo de alguna manera.

Quizás el dato valga para una reflexión sobre la degeneración progresiva de los partidos políticos, que de instituciones representativas pasaron a constituirse en plataformas de intereses varios, y ahora van cayendo del lado de la levedad insoportable de una propuesta anecdótica ideada por una asesoría de iniciativas político-comerciales. A Isidor Boix y a mí nos interesa este debate. Queremos partidos-partidos, del mismo modo que nos gusta el café-café en lugar de los sucedáneos con gusto a sacarina.

 



La rue du Palais des Guilhem, en el Écusson, desde el balcón de nuestro apartamento.

 

Al margen de este guión de visita melancólico, que Visconti hubiera trasladado con gusto a Venecia añadiéndole música de Mahler, fue agradable reencontrar las calles estrechas y sinuosas del Vieux Montpellier, entrar a curiosear en la Facultad de Medicina, dar un sombrerazo indiferente pero cortés a don Luis Catorce en el Peyrou, y sentarnos a comer informal pero sabroso en una terraza de la place de la Canourgue, un lugar idílico a dos pasos del Arc de Triomphe. Respecto de este último, poco cabe decir en las actuales circunstancias, salvo que deja mucho que desear en lo que se refiere a la memoria de las glorias políticas nacionales.

 



Place de la Canourgue, desde nuestra mesa en el Comptoir de l’Arc.


domingo, 10 de abril de 2022

EL CORAZÓN VERDE DE RODAS

 


Ayios Nikolaos, en Fountoukli, es una capilla bizantina de una construcción muy clásica, de planta circular inscrita en un cuadrado y rematada por una modesta cúpula. El elemento más característico de la iglesita es el campanario, una espadaña que se alza como un delantal delante de la puerta abierta al camino. (Foto, Carles Rodríguez Martorell)

 

Fountoukli está situada en el centro mismo de la isla de Rodas, en el macizo de Profitis Ilías, cuya altitud máxima es de 641 m sobre el nivel del mar. El monte está cubierto de bosque mediterráneo, y es un refugio de solaz y penumbra en unos meses de verano que resultan muy rigurosos para el visitante.

Se trata de un lugar, ni siquiera una aldea. En algunos mapas de la isla, no aparece. Sí consta en los mapas turísticos más detallados, pero no se incluye en los tours en autocar para turistas de crucero, porque no es tan fácil llegar y no hay tanto que ver.

Apenas una iglesita, dedicada a San Nicolás, con tres puertas (frontal y dos laterales) abiertas al tambor central, y una espadaña sencilla con una campana grande, aún en servicio, y huecos para dos más pequeñas desmontadas ya hace mucho tiempo. Delante de la iglesia hay una gran fuente de piedra con superficies encimeras de mármoles, de la que brota un agua deliciosa. La vena del riquísimo acuífero atraviesa de lado a lado la cintura de la isla, si atendemos a la siguiente disposición geográfica: hacia el norte, por la carretera que desemboca en la costa junto a Soroní, pavimentada en fecha muy reciente (cuando nacieron en Rodas nuestros nietos, años 2005 y 2007, varios tramos estaban aún en construcción), se encuentra el lugar de Ayios Sulá, centro espiritual de Rodas desde que el santo (algunos expertos consideran el nombre de Sulá como deformación de Saulo, el apóstol, desembarcado o naufragado en Lindos, que acometió la cristianización de los paganos politeístas del lugar) curó, con el agua milagrosa de la surgencia que aflora allí, las llagas de la piel quemada de los marineros, en demostración del poder superior de su dios sobre las deidades tradicionales de los isleños.

Todos los años, en los últimos días de julio, se celebra la romería de Ayios Sulá, que convoca no solo a los rodios sino a los habitantes de las islas del entorno: Simi, Halki, e incluso otras no tan próximas. Lawrence Durrell describió la fiesta en su libro Reflexiones sobre una Venus marina (1953).

En la otra vertiente, el camino desciende por Eleusa y Arjípolis, y encuentra en Ayios Nektarios otra fuente abundante de aguas prodigiosas (allí se levanta otra iglesia neobizantina, mucho más grande, más frecuentada y también, perdón, más fea). Y más cerca de la costa oriental surge el manadero de las Epta Piges (las Siete Fuentes), con caudal suficiente para llenar un embalse artificial.

Luego, en la costa, la serie acuático-monumental se cierra con el santuario de la Tsambika, adonde peregrinan las mujeres rodias para tener un parto feliz, y la extensa playa del mismo nombre, en forma de media luna, de aguas límpidas y altísima frecuentación en verano de nativos y turistas.

Volvamos a Fountoukli. En torno al silencioso diálogo de la iglesia y la fuente, pasean los pavos reales entre higueras, olivos y encinas. En tiempos, los caballeros hospitalarios venían a los bosques de Profitis Ilías a cazar el ciervo. Luego los ciervos casi desaparecieron. Ahora se ha procedido a una repoblación, que al parecer causa problemas a los agricultores. En la zona más alta y espesa del bosque, en los años de la segunda gran guerra los italianos construyeron un sanatorio para sus tropas, que ahora alberga un hotel muy reformado.

El ciervo y el pavo real son animales heráldicos de Rodas, aparecen con mucha frecuencia en la cerámica polícroma local, que es muy vistosa. Las humildes cabras no resultan tan fotogénicas, pero su presencia no pasa inadvertida en la isla; se las encuentra en todas partes, como puede advertirse en la foto de la fuente de Fountoukli que cierra esta reseña.


 

miércoles, 6 de abril de 2022

NANAS DEL BIBERÓN (LÍRICA DE CIRCUNSTANCIAS)

 Memorias intrascendentes

 


Mi nieto Mijail en Rodas, julio de 2007. Un crack biberonero. Aunque no hice mención de la circunstancia en mis mensajes de la época, también hube de cambiarle los pañales y limpiarlo en alguna ocasión (no muchas, la verdad, las “manos de nieve” de la mamá y l’avia siempre acudían solícitas al rescate).

 

Carmen y yo pasamos el verano de 2007 en la isla de Rodas, acompañando a la familia de mi hija, que había dado a luz a su segundo hijo, Mijail, el 29 de mayo.

Fueron días ajetreados: dos lavadoras de ropa diarias, preparar comidas, biberones cada tres horas, un calor sobre los 35º C. Para colmo, me vi paralizado por unos dolores persistentes debidos a la artrosis de mi cadera izquierda (me operaría cinco años después, agosto de 2012). De ahí que fuera la persona más indicada para atender al suministro de un amplio porcentaje de biberones al pequeñín, una tarea que no exigía proezas gimnásticas, sino únicamente estar cómodamente sentado, sostener al chiquillo en el regazo, y dejar “mi cuidado entre las azucenas olvidado” para insertarme con placidez en los ritmos inescrutables de la naturaleza.

A esos aspectos de la cuestión se refiere el siguiente párrafo, extraído de un mail enviado el 19.7 a varias direcciones de miembros de la familia:

« Los progresos de Mijail se advierten a simple vista. Está fuerte, lucido, con un color espléndido de bajarse a la playa (no a tomar el sol, que está bien agazapado en su cuco, pero la brisa marina ayuda a curtirlo). Sonríe, pernea y mueve los bracetes con entusiasmo, y consume biberones sin parar. No con rapidez, ¿eh?, eso no lo he dicho. Es el rey de la estrategia biberonera. A él le gusta estar enchufado al bibe el mayor tiempo posible y además, en lugar del nada espléndido aislamiento del cuco, exhibirse en brazos de las bellezas que le rodean o, en el peor de los casos y no habiendo otro remedio y ya puestos a echar la tarde a perros, incluso en los brazos de su abuelo Paco. Por eso hace durar los biberones mucho mucho, da sorbitos, hace pausas, se duerme en brazos, y cuando hay que echar eructos intenta retenerlos todo lo posible, mientras le dan palmaditas en el lomo y lo tienen vertical sobre los hombros de alguien. Los eructos salen por fin, y más que al master and commander del navío corresponderían a la chusma de la marinería del puente bajo, pero todo ese largo proceso es tiempo ganado que acorta la distancia hasta el próximo bibe y, en consecuencia, hasta la siguiente tanda de brazos. Ahora, por cierto, los bibes son ya de cilindrada superior, ciento ochentas en lugar de ciento cincuentas, pero se los machaca lo mismo, “sin perdón”, como el Clint en aquella película. »

 

El comentario se amplió en otro mensaje enviado a los mismos algunos días después, en el que ensayé de forma desvergonzada algo que he bautizado con el púdico nombre de “lírica de circunstancias”. Júzguese:

 

                                                              « BELLO  CIAO

 

Alla mattina

appena alzato,

o bello ciao, bello ciao, bello ciao, ciao, ciao

Alla mattina

appena alzato,

mi he tomato un biberón.

 

A Mijalito

portali via,

o bello ciao etc.

A Mijalito

portali via,

perche vuole fare un rot

 

Fare un rote

là sui montagne,

o bello ciao etc.

Fare un rote

là sui montagne

che semblerá un terremot

 

E le genti

che passeranno,

o bello ciao etc.

E le genti

che passeranno

si diranno: ¡Che bel rot!

 

E questo è il rote

di Mijalito,

o bello ciao etc.

E questo è il rote

di Mijalito,

per la mattina al levantar.

 FIN

 

[Extracto de la serie Cançons de la Rodas del temps, de Canto en general (inédito) de Paco Noduda (seudónimo), datable circa 2007. En su día fue criticado por los poncios, que lo acusaron con exageración patente de presentar ciertas similitudes accesorias con una canción rojeras italiana del año catapum] »

 

 

lunes, 4 de abril de 2022

POMPORRUTAS IMPERIALES OTRA VEZ

 


“Kafenío” tradicional griego, fuente Amalia GA. Estos establecimientos fueron una columna basilar de la democracia “viril” griega. Solo acudían a ellos los varones, y todos tenían un color político determinado. En pueblos muy pequeños, sin embargo, solo había un kafenío, y entonces se recurría a colgar en las paredes enfrentadas los retratos del jefe del gobierno y del de la oposición. Los parroquianos se sentaban frente al retrato de su opción preferida, dando la espalda al otro. Hoy eso ya no ocurre, los kafeníos han sido sustituidos casi en su totalidad por “kafeterias”, y estas han sido conquistadas masivamente por las mujeres, que las abarrotan a media mañana después de hacer la compra, y a media tarde con sus niñas/os recogidos del colegio. Los varones se han retirado hacia su último reducto: los locales de apuestas deportivas, donde siempre hay grandes televisores que ponen en continuo partidos de fútbol y de baloncesto.

 

“Si uno tiene una queja contra el actual Gobierno, le serán proporcionados todos los altavoces disponibles, aunque su queja consista en denunciar que no se le permite cometer ilegalidades.” La cita es de Gerardo tecé, y va referida a los caseteros de la Feria de Sevilla, extrañamente mimados por la prensa generalista. ¡Qué maravilla, ellos van a protagonizar otra huelga más en contra de la reforma laboral!

Los elogios de los medios consuetudinarios a la reforma laboral son, por contraste, mucho más parsimoniosos. Es opinión generalizada entre los opinantes que vamos derechamente a la debacle y a la quiebra, pero ninguno menciona el hecho de que ya habríamos llegado hace tiempo de no ser por los ERTE, por el incremento del SMI, por la nueva normativa de las pensiones…

No, todos esos elementos son vistos en el mejor de los casos como postureo ineficaz, y en el peor como obstáculos maliciosos para retardar la segunda parusía, el nuevo advenimiento de los populares, escoltados por una ultraderecha a la que se deja a plena conciencia fuera de foco.

Es evidente que el color del cristal con que se mira, desde la prensa que solo me atrevo a llamar “seria” poniendo el calificativo entre comillas (hablo de El País y La Vanguardia), no es el mismo para el gobierno y para la oposición. Quienes no nos hemos registrado y carecemos por tanto de acceso a la integridad de ambos diarios, solo podemos analizar el contenido de los titulares y las entradillas, y supongo que es precisamente ahí donde se marca con más rabia la diferencia. Porque excelentes periodistas, los hay en ambas cabeceras. Pero la “línea” diferencial del diario, marcada por la empresa, está muy clara. Se jaleó a Casado, hasta que fue defenestrado milagrosamente, sin intervención alguna del malvado Sánchez. Se piropeó a Ayuso, que ahora ha quedado arrinconada por los suyos en el purgatorio a la espera de una decisión judicial sobre un delito de corrupción flagrante que favoreció a su hermano. Se jaleó la huelga de la patronal de los transportes, que acabó en fiasco; y ahora, la de los caseteros de la Feria, que concluirá en la misma agua de borrajas. Todos ellos son vistos como signos anunciadores, al son de claros clarines, de que ya viene, ya llega, un Feijoo deslumbrante para sacudir el tablero de la política. Y el sismógrafo de las encuestas apresuradas, flor de un día como todo el mundo debería saber, se apresura a atribuirle un crecimiento poderoso en el voto popular; lo que no deja de ser una profecía con pretensiones de verse autocumplida.

Ninguno de estos temas ha merecido una información veraz y un tratamiento objetivo. La prensa llamada seria funciona por impulsos espasmódicos, y mira siempre hacia donde quiere mirar, nunca a la perspectiva en su conjunto.

Resignación. Haríamos bien en buscar nuestra información en lugares menos obvios que los titulares de la prensa escrita y de los telediarios.

Encuentro una confirmación colateral de lo que estoy comentando, no en las noticias de la política sino en un terreno propicio a lo simbólico, el fútbol. Este es el titular del País sobre el partido de ayer: «Un asombroso Pedri rescata al FC Barcelona». ¿Cómo que “rescata”? Todas las estadísticas mostraron una gran superioridad de los blaugrana frente al Sevilla, que se limitó a defenderse como pudo. El portero andaluz sí rescató a su equipo de la goleada que se presagiaba. El día anterior el Madrid había tenido menos posesión que el Celta y un juego errático, del que fue “rescatado” por un árbitro que silbó a su favor todas las jugadas dudosas; y como dos penaltis fueron insuficientes, pitó el tercero para desnivelar la balanza. En vano buscarán ustedes los comentarios de los periodistas deportivos de la capital, al respecto. Pero en este país sigue siendo considerada más meritoria la mentira patriótica que la verdad objetiva.

La mirada clara y lejos, y la frente levantada, pomporrutas imperiales hay quien sigue caminando hacia dios.

 

domingo, 3 de abril de 2022

LOS POLÍTICOS Y LAS PROSTITUTAS

 


Pasé ayer por la librería a comprar “Timandra”, de Theodor Kallifatides, de la que me habían llegado buenas referencias, aunque Kallifatides es en sí mismo una referencia excelente.

Casi nada más abrir el libro, me encuentro con esta reflexión del filósofo cínico Leandro: es preferible la profesión de hetera (prostituta) a la de político. «El político está obligado a satisfacer al mismo tiempo al mayor número de personas. A la hetera no se le pide tanto.»

Sigue, en la página siguiente, otra perla, sobre el peligro de las comparaciones: «Nos decepciona la realidad, en lugar de decepcionarnos la comparación.»

Les invito a examinar más de cerca ciertas comparaciones muy recientes. Cuca Gamarra anda chillando que el gobierno de Sánchez es el peor de la democracia española. “Si se exceptúan todos los demás”, añadiríamos para nuestro coleto.

Mariano Rajoy deseó a Feijoo que salvara al país de la quiebra económica, como hizo él mismo “por dos veces”. No se intuyen por ninguna parte esas dos veces, ni tan solo una. Miren los números, compulsen las estadísticas: la miseria que arrastramos es la del espléndido mundo nuevo que Mariano nos endilgó con su sonrisa retorcida detrás del puro.

Macarena Olona ha llamado a Yolanda Díaz “Lady Paro”. Lo cierto es que el paro ha descendido de una forma drástica, el empleo crece al amparo de la reciente reforma laboral, y los salarios han aumentado, aunque el ritmo galopante de la inflación minimiza los efectos positivos de la medida. Échenle la culpa a los tres jinetes del apocalipsis actual, la banca, la pandemia y la guerra; pero no al gobierno. Eso era un chiste de Tip y Coll, en los tiempos no tan lejanos en los que estaba rigurosamente prohibido hablar mal del gobierno.

El gobierno actual – y no quiero hablar de Sánchez, sino de una actuación coral – está intentando satisfacer al mayor número de personas con su prestación. Eso es hacer política. Y es casi imposible. Los heteros del Partido Popular nunca se han exigido tanto a sí mismos: ellos van otorgando mesuradamente sus favores únicamente a su selecta clientela.