Asamblea
de delegados de CCOO de Industria. Cotxeres de Sants, Barcelona, 13 de julio de
2023. (Fuente, Facebook)
Reproduzco una cita de Umberto Romagnoli que me parece de
sustancia. Se encuentra en el libro “Trabajo y ciudadanía” (Ed. Bomarzo
2023), y más precisamente hacia el final de la conferencia “Las
desigualdades en el mundo del trabajo”, que el maestro laboralista boloñés impartió
en el Festival del Derecho de Piacenza del año 2010. La traducción es de Antonio
Baylos, revisada por el autor.
«Ahora que la fábrica ya no es uno de los
grandes laboratorios de la socialización, y la vida laboral se aparta del
modelo estándar que sometía a los comunes mortales a la condición de
desarrollar el mismo trabajo en las instalaciones de la misma empresa todos los
días laborables de la semana en todos los meses del año hasta la pensión …, nos
parece claro que el status de ciudadanía es el principal, el más seguro y quizá
el único factor de cohesión social … Es eso exactamente lo que obliga a la
creación de un amplio y articulado derecho antidiscriminatorio.
Debe ser el sindicato quien desarrolle, en el
ámbito de su autonomía para adoptar decisiones, todas las implicaciones
relativas al trabajador en cuanto ciudadano, y quien trace el itinerario que se
debe recorrer. Que no será continuo ni rectilíneo, entre otras cosas porque
traspasará las fronteras del trabajo dependiente para adentrarse … en el
territorio del trabajo en todas sus formas y aplicaciones. Un territorio que el
sindicato debe aprender a explorar.»
Los puntos suspensivos señalan la omisión de algunas
oraciones subordinadas presentes en el original. En general se refieren a un
tema de 2010, la preparación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores para el
siglo XXI. Seguimos teniendo pendiente esa tarea, trufada de multitud de obstáculos
diseminados, tanto en el país de Romagnoli, Italia, como en el nuestro.
Pero no me parece perder el tiempo el dedicar alguna
atención, incluso en campaña electoral, a un problema cada día más visible y
acuciante: la fragmentación, no ya de los trabajos, sino además de la
mentalidad de los trabajadores, y su disposición a votar de forma dispersa,
en alguna medida en contra de sus intereses reales a medio y largo plazo. Estamos
contemplando veleidades de apoyo político, por “amor al zasca”, que favorecen a
formaciones que niegan de plano los derechos de ciudadanía y la existencia
misma de esta.
No es en absoluto una batalla secundaria, ante la cita del
próximo día 23.