sábado, 4 de marzo de 2023

DEMASIADO COMPLICADO

 


Comentarios sobre el ‘Eclesiastés’, por Ernest Renan. Renan se esforzó, pero quedó claramente por debajo del Cohelet, rey de Jerusalén, en el análisis del mundo en el que vivimos. “Vanidad de vanidades”, había sido el diagnóstico insuperado de este último.

 

Desde 2020 el grupo de empresas Ferrovial no pagaba impuesto de sociedades, y a lo largo de su historia como empresa se ha beneficiado de una cifra no bien determinada, pero en cualquier caso milmillonaria, en obra pública española. Sin embargo, se va de entre nosotros. Pagará en Estados Unidos los impuestos de los que aquí estaba exento. Ibex ya no le ofrece alicientes; su deseo es coronar en cabeza del pelotón la cumbre de Wall Street, algo así como el Tourmalet de las Bolsas del mundo mundial.

Mientras, la coalición de gobierno se escindirá en la votación por la reforma de la ley del Sí es Sí; una catástrofe para la precaria mayoría parlamentaria, pero que no supondrá un inconveniente grave para Pedro Sánchez, porque por una vez la feroz oposición votará de su lado. Lo llaman geometría variable, pero todo el asunto, desde todas las partes, trasuda ese viejo y conocido olor que el Cohelet, rey de Jerusalén, un montón de años antes de que naciera Cristo, había llamado «vanidad de vanidades». ¿Se ha definido alguna vez mejor el invento?

El avatar global que estamos viviendo resulta demasiado complicado de manejar en su actual conformación de geometría variable. Vean otro ejemplo. Para encabezar una moción de censura al gobierno, la ultraderechista Vox no ha encontrado mejor candidato que un apellido noble de la izquierda, Don Ramón Tamames Gómez. Tamames tiene 89 años, y tal vez no todas las neuronas en estado perfecto de revista. Si la moción prosperara, sería el líder mundial más añoso de la historia: más viejo que Joe Biden, para tomar un punto de comparación significativo.

Significativo, remacho, de que todas las cosas, con y sin geometría variable, se han hecho demasiado complicadas en este mundo, este mundo tuyo, este mundo nuestro.

Llamo a declarar como testigo de la defensa a mi amigo Quim González Muntadas. Quim cumple hoy 71 años (¡felicidades!), una edad algo abundosa pero sostenible, a más de resiliente. Hace unos días quiso saber algo más de sí mismo e interrogó a ChatGPT, la chisma (en lenguaje políticamente correcto, el neoproducto) más avanzada a la que ha llegado hasta ahora la inteligencia artificial. La cual fue taxativa en sus conclusiones. Fue así como Quim, totalmente desprevenido, se enteró de que él mismo había muerto en 2015.

Complicado este mundo, señores; demasiado complicado.