lunes, 29 de noviembre de 2021

LA IMPUNIDAD NO ES LIBERTAD

 


Los niños de Lidice. La escultora Marie Uchytilová recurrió a una documentación exhaustiva para representar con sus rasgos reales las figuras de los 82 niños de la población checoslovaca de Lidice que fueron gaseados en el verano de 1942, en un campo de exterminio polaco, en represalia por un atentado de la Resistencia contra un jerarca nazi. Su memoria no debe ser olvidada.

 

Las derechas españolas reclaman al mismo tiempo más libertad para ellas y más represión para los desafectos. De otra manera no se entiende su adhesión ─su patrimonialización, más bien─ de la manifestación policial contra la supresión de la ley mordaza, una ley que les suponía, no solo un aislamiento abiertamente hostil al pueblo del que dicen ser servidoras las fuerzas del orden público, sino la impunidad ante cualquier posible abuso en la fuerza represiva que utilizan.

Pero es que nuestras derechas no se sienten pueblo. De forma consciente eternizan la guerra civil (esa guerra interminable, como la definió nuestra llorada Almudena Grandes) y ensanchan el foso que de toda la vida ha separado a los ganadores de los perdedores de aquel episodio. Se ha teorizado la existencia de una España y una Antiespaña, elegida la primera por dios entre todas las naciones, y nefanda la segunda. Contra la Antiespaña vale todo, es la proclama de la derecha eterna. La democracia se desliza en su ideario hacia una dictadura de la buena gente. A la buena gente le es permitido incluso dejar de ser buena (véase el ejemplo del Emérito, paradigma de todos los vicios públicos de nuestras derechas), mientras que la gente de las izquierdas debe ser severamente castigada por el mero hecho de serlo (véase el caso Alberto Rodríguez, ex diputado de Podemos).

Quizás porque a nadie le gusta ser un perdedor, la operación publicitaria basada en las esencias aporta regularmente a los poderosos rentas suculentas en votos de mindundis, que estiman erróneamente que a largo plazo la servidumbre voluntaria al poder establecido les hará más libres.

Todo esto tiene un nombre en los tratados de Ciencia Política, y tiene también una Historia de la que es forzoso aprender para no repetirla.

No haré más alegaciones. Solo les ruego que comparen las dos imágenes incluidas en esta entrada. Arriba, un monumento en memoria de víctimas inocentes; abajo, la charlotada de la manifestación por la impunidad llevada a cabo por los verdugos potenciales.