Imagen
(ignoro si real o inducida) de una “superilla” del Eixample. Fuente: Vilaweb.
Nos informa hoy el Escriba sentado de que Jaume Collboni no
tendrá ningún empacho en pactar con unos o con otros en función de los
resultados que se den en las urnas el 28M. No hay nada decidido (salvo que
Collboni será el candidato más votado). No hay, al parecer, tampoco
preferencias marcadas. Todo irá en función de la línea de actuación seguida en
esta y anteriores ocasiones por el PSC, que, como es notorio, se rige ante todo
por las oportunidades de negocio: “Barcelona es bona si la bossa sona”.
En la ciudad de los prodigios todos sabemos a qué
atenernos, en particular los seguidores de Colau, esa utopista ludita dispuesta
a sacrificar un aeropuerto por los patos de la Ricarda (sic). El aeropuerto es
necesario y urgente para conectar el centro de los negocios de la Gran Barcelona
con las universidades y los centros de investigación de la Costa Oeste de los Estados
Unidos y de Asia. Así queda dicho, y no le den más vueltas que la paciencia
tiene un límite. El Eixample también debe pagar su peaje en esta carrera, para
facilitar el desplazamiento de los vehículos privados de los trabajadores hacia
las industrias del Baix Llobregat y el cinturón metropolitano. La calle Consell
de Cent y sus plazas peatonales se han convertido en un obstáculo añadido para la
fluidez de tráfico que existió in illo tempore. Fuera con los jardines,
el Escriba no quiere bailar al son de esa música.
Todo el planteamiento expuesto por el Escriba es
maximalista, por más que se remita a los vecinos de los barrios y a sus asociaciones
para reclamar la fuerza de una ciudadanía de bajo poder adquisitivo, aunque con
vehículo contaminante privado, con necesidad de desplazarse de vez en cuando a
conferenciar con los chicos listos de Silicon Valley, y sin sindicatos que la
arropen en sus reivindicaciones (la palabra “sindicato” brilla por su ausencia –
hasta ahora – en las epístolas del Escriba. Sí se habla de teletrabajadores que
componemos églogas inocentonas en los jardincillos puestos a nuestra
disposición por la actual alcaldesa, en el eje de Consell de Cent: gente bien
provista de fondos y con pujos culturales desviacionistas.)
Este es en apretada síntesis el planteamiento general. Corresponde
a ustedes elegir el 28M “la escondida senda por donde han ido los pocos sabios
que en el mundo han sido”. Así lo expresó por lo menos Fray Luis de León.