Actuación
de la Coral Roig Encès, ayer, en el Espai Assemblea. De espaldas en primer
plano, de izquierda a derecha, Isa, Carmen, Paco e Isidor. Justo delante, Unai
Sordo. Excusen que no cite a las demás personas conocidas, y muy queridas, que
aparecen en la imagen, tomada en préstamo del muro de FB de Lluís Filella (que
también aparece, al fondo).
Se han cumplido los treinta años de trayectoria de la
Fundación Cipriano García, un arquitrabe cultural imprescindible en la estructura
operativa de las Comisiones Obreras de Cataluña. Javier Pacheco, nuestro
secretario general, la ha señalado hoy mismo como «probablemente el laboratorio
de pensamiento y memoria del mundo del trabajo más importante del país». No es
una exageración.
Ayer fue, entonces, un día de celebración. De celebración trenzada
de reflexión, para decirlo todo. Los parlamentos de la reunión que tuvo lugar
en el Espai Assemblea apuntaron en general, más al futuro, a lo que
falta, que a la memoria de los logros conseguidos. Quedó delineada en el
horizonte, de forma aún muy esquemática, la figura de un nuevo Contrato Social a
la altura del siglo XXI.
Palabras mayores, pero no vanas. Habría sido inoportuna, por
ello, cualquier floritura de trompetería triunfal. Todos somos conscientes de que
los mejores días de esta “Cipri” treintañera, y también del sindicato mismo,
están aún por llegar, y costarán mucho esfuerzo colectivo.
Crecen en estos días las movilizaciones contra una
determinada manera de enfocar la actuación y el gasto de las instituciones
públicas creadas para la tutela de las personas; y, como he señalado en otro
lugar, siguen abiertas de par en par en este terreno las compuertas de la
esperanza*. También he apuntado yo mismo, en la estela de otras personas de
mucha mayor importancia, que nos encontramos implicados en una ofensiva para hacer
crecer los derechos para las personas trabajadoras y la ciudadanía, en la que va
a ser importante la definición de un proyecto urgente** que delimite los
objetivos prioritarios: el salario, por supuesto, y las condiciones de trabajo,
pero también, además, los jalones iniciales de unas estructuras democráticas en
la economía en general y la industria en particular***.
Los enemigos de ese proyecto anunciado son fuertes. Tanto
mayor debe ser la determinación de todos para sostener nuestro derecho a vivir
y a prosperar en el trabajo, la convivencia y la paz.
* Ver http://vamosapuntoycontrapunto.blogspot.com/2022/11/siguen-abiertas-las-compuertas-de-la.html
** Ver http://vamosapuntoycontrapunto.blogspot.com/2022/08/proyecto-para-este-otono-invierno-se.html
*** Ver http://vamosapuntoycontrapunto.blogspot.com/2022/11/a-proposito-de-la-democracia-economica.html