Vista
lejana a contraluz de la catedral de Luxemburgo, en el skyline de la ciudad.
La catedral de Luxemburgo está clasificada como gótica, por
más que en su origen no fuera ni gótica ni catedral. Los jesuitas levantaron la
iglesia en el siglo XVII, en el estilo propio de la Compañía. Su transición
hacia cimas más altas de la religión empezó con la colocación en su interior de
una imagen “milagrosa” o con fama de ello, la de María Consolatrix
Afflictorum, avanzado ya el siglo XVIII. Se promovieron entonces reformas
para dar un empaque renovado a la estructura eclesial, la más importante del
archiducado de Luxemburgo, y se utilizaron para ello las convenciones del estilo
neogótico. En 1870 fue consagrada catedral por el papa Pío Nono, no tan
conocido por su pontificado como por un avatar que lleva su nombre, creado venturosamente
en la “Confitería Isla” de Santa Fe de la Vega1. Ya en los años
treinta del siglo pasado, el templo fue objeto de una ampliación importante.
Debió de ser, calculo, en las obras de transición del barroco
al neogótico, cuando se definió el tricornio característico que remata la
silueta aérea de la catedral. La entrada principal de esta se sitúa en un extremo
de la nave del crucero, y las puntiagudas torres gemelas de la fachada
primitiva han dejado de ser iguales, como suelen serlo las que llevan en Europa
y América el sello constructor de la Compañía de Jesús. A la pequeña
extravagancia de estilizarlas y hacerlas distintas, se suma la altura inusual
de la linterna que emerge, como un tercer pico agudo, de un cimborrio también atípico.
La impresión que da el conjunto es la de un insecto gigante, una especie de
saltamontes, posado en el suelo en una postura no del todo estable. El paseo
alrededor del complejo catedralicio permite, de otro lado, enriquecer la panorámica
con perspectivas cambiantes: los tres picos de la catedral permutan sus posiciones
a lo largo del recorrido, como en un baile solemne trenzado en beneficio del
espectador.
Los
tres picos de la catedral, desde el lado opuesto a la entrada
principal.
1 Para más información sobre los
piononos, acudir en Facebook a José Luis López Bulla y/o Rafael Rodríguez
Alconchel.