No se ha dado
ningún paso hacia la normalización de las instituciones en Catalunya después
del 1-O. Parece que la clase política le ha tomado el gustillo al 155. Rafa
Catalá, conseller catalán de Justícia en virtud de la aplicación del 155, se presentó,
tan campechano, en un acto en el Colegio de Abogados de Barcelona en el que se
daban diplomas a quienes cumplían sus bodas de oro con la profesión. El
presidente del Parlament, Roger Torrent, señaló en su intervención que en
Catalunya hay presos políticos, y armó el pitote. La cúpula judicial abandonó
la sala, en protesta por tan manifiesta falta de gusto.
Es cierto que no
hay presos políticos en Catalunya, Torrent se equivocó. Pero solo en el orden
de la frase. En Catalunya hay políticos presos.
Es un matiz, y los
matices son importantes. Pero se trata de políticos que arrastran una cuota
importante de voto popular. Están en prisión preventiva. No se explica mucho la
razón. Esta podría consistir en que se desea una recomposición determinada de
fuerzas en el Parlament catalá, donde Oriol Junqueras y Jordi Sánchez mantienen
un peso específico considerable, y cuya presidencia recae precisamente en Roger
Torrent. Su discurso, entonces, pudo ser inoportuno, pero no del todo extemporáneo.
Recordaba a la beata autosatisfacción de los presentes, incluida cúpula
judicial, que no vivimos una situación normalizada en las instituciones
catalanas.
Y que no se ha dado
aún ningún paso hacia la normalización.
Ahora vendrá Felipe
VI a Barcelona para inaugurar el Mobile World Congress. Cabe recordar que desde
el centro de gravedad del país se enchufó la aspiradora a toda potencia para conseguir
que este acontecimiento trasladara su sede a Madrid, dado el virus nacionalista
que infecta los territorios del Nordeste peninsular. Tampoco se puede
considerar que aquello fuera un paso hacia la normalización, a menos que
identifiquemos normalización con sometimiento y subordinación incondicionales.
En todo caso,
Felipe VI asistirá al acto inaugural del MWC en Barcelona y Colau, la alcaldesa,
más el propio Torrent excusarán su presencia ─ con todo respeto ─, precisamente para
evitar la sensación mediática de que la normalidad ya se ha instalado en
Cataluña.
Miquel Iceta, líder
del PSC, dice que no entiende la posición de Colau y Torrent, dado que Felipe
es el rey de todos los españoles. A veces Miquel tiene estas salidas de pie de
banco, que te tronchas con él.