jueves, 11 de febrero de 2021

CORDÓN SANITARIO CONTRA EL PSC

 


Ejemplo reciente de libertad detrás de un muro. (Foto, El País)

 

Las formaciones independentistas catalanas se comprometieron ayer por escrito a no pactar con el PSC. Han cavado una trinchera más, y más profunda, en la llanura risueña, la plana riallera, que cantó el poeta. Cataluña troceada, Cataluña descuartizada y vendida al peso.

Yo, por mi parte, me comprometo aquí mismo, solemnemente, a no prestar apoyo nunca y de ningún modo, ni por acción ni por omisión, a ninguna de las opciones excluyentes que han firmado semejante engendro. “Mi” Cataluña es otra cosa. “Esto” es una aberración, no se le puede dar otro nombre.

Hace pocos días escribía Quim González Muntadas sobre los puentes y las rotondas. Poco han tardado los cuarteles generales en recoger el aviso: han dinamitado un puente, e insisten en dar más vueltas a la misma rotonda sin salida. La paranoia de Waterloo arrastra tras su estela a Esquerra una vez más, en la repetición infinita de una tragedia como farsa.

No se trata de un gesto sin consecuencias, de un simple postureo delante de las candilejas. La afirmación a ultranza de dos Cataluñas irreconciliables parte efectivamente Cataluña en dos y manda a los Comuns un aviso que es prácticamente un ultimátum al estilo evangélico: “Quien no está conmigo, está contra mí.”

La trayectoria de colisión elegida está haciendo pedazos en primer lugar el vehículo fletado en dirección a Ítaca. Cada vez nacen más escisiones de las escisiones. “Catalans per la Independència”, el chiringuito que ha promovido el veto al PSC, es una escisión de la ANC. El único cemento que une a tantos fratticelli movidos por un odio recíproco, son lo que en catalán se conoce como “tortillas soñadas”, imposibilidades, ilusiones evanescentes.

No es posible ser libre detrás de un muro, lo dice El Roto hoy en El País. Levantar un muro para proteger la libertad propia es un contrasentido. La soledad no es libertad nunca, son conceptos antagónicos. La soledad ─voluntaria o no─ es estrictamente individual por su naturaleza misma; en cambio la libertad requiere compañía, nunca es una virtud individual porque, como señaló Rosa Luxemburgo, la única libertad que tiene importancia es la de quienes no piensan como yo.

El aislamiento voluntario no es expresión de libertad, sino de miedo.