domingo, 7 de febrero de 2021

POR CULPA DE LOS IDIOTAS

 


Teresa en su casa de Esclanyà (Baix Empordà), con uno de sus últimos libros publicados en la mano. En la estantería de obra, dos fotos de su marido, fallecido en 1977. Ella habla y escribe con fluidez tanto en catalán como en castellano y en francés. Pero el castellano es “la llengua del meu cor”, dice en la entrevista. (La foto está tomada del ‘Diari de Girona’, vía el muro de Dolors Parramón en FB.)


Teresa Juvé ha cumplido cien años. Nació en Madrid, vive en Esclanyà, y su hija se ha quedado en Colliure, Francia, donde nació en años de exilio. Tres mundos en uno. El marido de Teresa fue Josep Pallach, uno de los líderes reconocidos del primer socialismo catalán. Ella ha publicado varios libros y sigue escribiendo. También navega habitualmente por internet, pendiente de la actualidad cultural y política.

Cien años dan para mucho. Albert Soler la entrevista para el Diari de Girona. Le pregunta si se ha perdido la fraternidad que existía entre los catalanes y los demás pueblos de España; y ella contesta que sí. «Por culpa de los idiotas», precisa. ¿Quiénes son los idiotas?, pregunta el entrevistador. La respuesta es tajante: «Los que quieren una unidad total.»

Lean la entrevista. Expresa el punto de vista de una persona que ha vivido mucho, y ha sufrido mucho también. El exilio, entre otros desastres. Teresa recomienda a Pablo Iglesias que calle respecto de ciertos temas, y que se comporte como una persona normal. Es un consejo a la pata la llana, sin pretensiones, desde el respeto. Un buen consejo, me parece. Quien quiera representarnos al conglomerado plural de quienes venimos del trabajo y de la rebeldía, y damos un valor prioritario al trabajo y a la autonomía de las personas, no ha de pretender decirnos cómo hemos de pensar y sentir; sino procurar averiguar cómo pensamos y sentimos, y empatizar, empatizar mucho. Me viene a la cabeza una frase de Vittorio Foa, el sindicalista y político italiano, sobre el trabajo de organización, que ha absorbido (sin ningún cum laude) algunos años de mi vida: «El trabajo de organización consiste en bastante menor medida en dar orientaciones, que en comprender y extraer de la realidad elementos de conocimiento y de dirección.» (Il cavallo e la torre, p. 257). Es una frase que viene a ser corolario de otra más famosa, de Antonio Gramsci: «Las ideas no viven sin organización.»

Los idiotas pretenden organizarnos desde arriba, separarnos del suelo sólido, establecer fronteras artificiales, marcar soberanías ilusorias, negar el derecho de ciudadanía a los “colonos”. Pero la realidad es mestiza.

Y tozuda. Lo dijo en su día el Barbudo de Tréveris.