sábado, 10 de abril de 2021

LAS HABITACIONES DEL CORAZÓN

 


Le temps d’apprendre à vivre il est déjà trop tard…

Louis ARAGON, ‘Il n’ya pas d’amour heureux’

 

Encontré la bellísima imagen que preside este post en el muro de mi amiga de facebook (el menor de sus muchos méritos), Pilar Hidalgo.

Se trata de una obra de Truman Adams, artista “de calle” (street art), como la misma Pilar me aclaró. Ella acompañaba la imagen con la pregunta de si es posible captar por entero lo que piensa una mujer, y concluía que se trata de una tarea imposible. Lo es, en el sentido de que el pensamiento y los sentimientos son, por naturaleza, libres e incodificables. No hay algoritmo capaz de domesticarlos.

Ya es casualidad, pero a los pocos días me puse a leer la última novela de Kazuo Ishiguro, Klara y el sol (Anagrama 2021, traducción de Mauricio Bach). Ishiguro es uno de mis autores vivos preferidos; no porque le hayan dado el Nobel, cuestión que es completamente aleatoria, a quien le toca le toca. Sino por la sutileza de sus tramas y de sus indagaciones siempre indirectas, siempre oblicuas y ─también de algún modo─ imposibles de clasificar y catalogar.

Esto es lo que encontré en la página 242. Omito referencias más concretas sobre quiénes son los personajes que dialogan, y qué están discutiendo; no es mi intención hacer un spoiler. Es solo que al leerlo se me impuso la imagen que ven ahí arriba; no podía haber mejor ilustración al tema.

« ─Tendrás que descifrar su corazón, aprender todo de él…

─El corazón del que me habla puede ser como una casa con muchas habitaciones. Aun así, con tiempo, llegaré a recorrer cada una de esas habitaciones y las estudiaré meticulosamente una por una hasta convertirlas en mi propia casa.

─Pero imagina que entras en una de esas habitaciones y descubres que dentro de ella hay otra. Y dentro de esa nueva habitación, otra más. Habitaciones dentro de habitaciones dentro de habitaciones. Por mucho que te pasees por esas habitaciones, ¿no habrá siempre otras a las que no has podido acceder todavía? »

Asocio la imagen y el texto a ese poema de Aragon que conocemos en la voz cálida de Georges Brassens, y que dice que la naturaleza no nos concede el tiempo suficiente para aprender a vivir.

Hoy el día está tristón y desapacible, y yo también. Recito para mí mismo: «Dites ces mots ‘ma vie’, et retenez vos larmes…»