jueves, 1 de abril de 2021

PEQUEÑAS TRANSGRESIONES EN SEMANA SANTA

 


Viñeta de El Roto publicada en El País el 30.3.2002 (colección particular).

 

No salgo de mi asombro al leer en El País de hoy un artículo firmado por Margot Molina en el que Raquel Revuelta, directora de una casa de modas, señala novedosas tendencias para las señoras abonadas al vestido negro por debajo de las rodillas, los zapatos de tacón y la mantilla sostenida por una peineta, adminículos indispensables para cumplir como Dios manda con las exigencias sociales de las clases afluentes, dando lustre a los oficios religiosos y las procesiones en los que abunda nuestra Semana Santa de toda la vida. El scoop sobre la nueva moda sacra coincide en el tiempo con la aparición masiva de jóvenes franceses de ambos sexos dispuestos a revitalizar el ancestral botellón en las sacras celebraciones nocturnas de Malasaña y otros lugares tradicionales del viejo Madrid.

Renovarse o morir. No todo van a ser cirios pascuales, capas pluviales y flectamus genua en estas acendradas jornadas tan nuestras. Aun recuerdo los tiempos en los que nos dábamos grandes golpes de pecho mientras veíamos al dictador, flanqueado por el gobernador militar y el cardenal primado, pasar bajo palio vestido de gala camino de la catedral copiosamente iluminada por el Monumento eucarístico emplazado en la capilla del Santísimo.

Los tiempos han cambiado, venturosamente, y ahora la expectación popular se dirige más bien hacia los 65.000 contenedores que van a ser descargados en nuestros puertos después de verse bloqueados durante seis eternos días en su tránsito marítimo desde la próvida China, debido a un inesperado cuello de botella ocurrido en un callejón trasero egipcio. Veremos llegar por fin de forma masiva la telefonía 5G, ahora ya imparable, aunque tal vez todavía no las vacunas por las que suspiramos.

Paciencia.

En una celebración absolutamente extraoficial y particular de días tan extraordinarios, Carmen y yo nos permitimos ayer miércoles una mínima transgresión de otro tipo y nos desplazamos, por breves horas y con todas las precauciones preceptivas, a un lugar innominado relativamente próximo a la isla de Bali, donde ella (yo no) tomó el primer contacto anual con las aguas salvíficas de la mer, la mer, toujours recommencée.

De lo cual dejo constancia gráfica.

 


Carmen y el mar.