Pasé ayer por la librería a comprar “Timandra”, de
Theodor Kallifatides, de la que me habían llegado buenas referencias, aunque
Kallifatides es en sí mismo una referencia excelente.
Casi nada más abrir el libro, me encuentro con esta
reflexión del filósofo cínico Leandro: es preferible la profesión de hetera
(prostituta) a la de político. «El político está obligado a satisfacer al mismo
tiempo al mayor número de personas. A la hetera no se le pide tanto.»
Sigue, en la página siguiente, otra perla, sobre el peligro
de las comparaciones: «Nos decepciona la realidad, en lugar de decepcionarnos
la comparación.»
Les invito a examinar más de cerca ciertas comparaciones
muy recientes. Cuca Gamarra anda chillando que el gobierno de Sánchez es el
peor de la democracia española. “Si se exceptúan todos los demás”, añadiríamos para
nuestro coleto.
Mariano Rajoy deseó a Feijoo que salvara al país de la
quiebra económica, como hizo él mismo “por dos veces”. No se intuyen por
ninguna parte esas dos veces, ni tan solo una. Miren los números, compulsen las
estadísticas: la miseria que arrastramos es la del espléndido mundo nuevo que
Mariano nos endilgó con su sonrisa retorcida detrás del puro.
Macarena Olona ha llamado a Yolanda Díaz “Lady Paro”. Lo
cierto es que el paro ha descendido de una forma drástica, el empleo crece al amparo de la reciente reforma laboral, y los salarios han aumentado, aunque el
ritmo galopante de la inflación minimiza los efectos positivos de la medida.
Échenle la culpa a los tres jinetes del apocalipsis actual, la banca, la pandemia
y la guerra; pero no al gobierno. Eso era un chiste de Tip y Coll, en los
tiempos no tan lejanos en los que estaba rigurosamente prohibido hablar mal del
gobierno.
El gobierno actual – y no quiero hablar de Sánchez, sino de
una actuación coral – está intentando satisfacer al mayor número de personas
con su prestación. Eso es hacer política. Y es casi imposible. Los heteros del
Partido Popular nunca se han exigido tanto a sí mismos: ellos van otorgando
mesuradamente sus favores únicamente a su selecta clientela.