sábado, 23 de abril de 2022

GEORGE & DRAGON Y OTRAS IRREVERENCIAS

 


Claudia Cardinale y Jacques Perrin en un fotograma de “La muchacha de la maleta”, de Valerio Zurlini, 1960. (Fuente, Alamy Stock)

 

Empiezo mi ejercicio de redacción muy lejos del punto de llegada: ayer murió Jacques Perrin, actor francés relativamente olvidable. Las reseñas de prensa mencionan por lo general su intervención en “Cinema Paradiso”, pero yo de esa película no lo recuerdo, sé que estaba ahí pero mi retina guarda únicamente memoria de Philippe Noiret y del niño. Recuerdo mucho más a Perrin en “La ragazza con la valigia”, dando el contrapunto a Claudia Cardinale, y en “Cronaca familiare”, rodada como la anterior por Valerio Zurlini. Son películas de 1960 y 1962, y en aquel momento daba la sensación de que Zurlini tenía algo que decir en el cine; pero se fue desvaneciendo. También se fue desvaneciendo Jacques Perrin, en mi opinión; quienes de verdad sacaron el empeño adelante en aquellas dos películas fueron Claudia Cardinale y Marcello Mastroianni. El chico, con su carita de inocencia y de desamparo, se limitó a ejercer de pareja de hecho de ambos.

Y entro ya en el tema. Hoy es el día de San Jorge, y escuchen, el santo no fue a fin de cuentas tan importante. Toda su popularidad se reduce a una lanzada que propinó a un dragón, allá en Anatolia. Sin la actuación estelar del dragón, que lo dio todo ante las cámaras, San Jorge habría quedado como un fifiriche, un pagafantas, un Nicodemo auxiliador de princesas en apuros.

En Londres, creo que por Fitzrovia aunque puedo estar equivocado, vi una preciosa muestra de un pub, en relieve policromado, que representaba la Gran Lanzada. El nombre del pub era “George & Dragon”. Una pareja legendaria, literalmente hablando.

En toda la historia del Dragón y su célebre acompañante, los libros no aparecen para nada. Los libros llegan a la escena mucho más tarde, por la coincidencia de fecha (no de día, los calendarios eran distintos) de la muerte de dos monstruos, dos tremendos dragones literarios: Cervantes y Shakespeare, ambos en 1616. Ellos fueron la auténtica pareja de hecho que nos metió de golpe en la modernidad literaria. Esa fue la auténtica lanzada, dada a cuatro manos.

Perdón, a tres manos, que Cervantes era manco.



San Jorge y el Dragón, por Vittore Carpaccio. Fresco de la Scuola di San Giorgio degli Schiavoni, en Venecia.