viernes, 1 de abril de 2022

TAL COMO ÉRAMOS

 


Acaban de llegar a mis manos estos dos testimonios de la primera andadura legal de las CCOO de Artes Gráficas en Barcelona. El lugar de la foto de arriba es el piso que tuvimos alquilado algún tiempo en el Eixample. Con la legalización se formaban colas diarias de gente que venía a inscribirse. Apenas si teníamos el local amueblado con una mesa-escritorio y dos sillas en el despachito de la afiliación, y unas cuantas sillas más, de tijera, alineadas contra la pared de la habitación de las reuniones, la más grande. Todo era muy precario, incluida nuestra experiencia sindical, pero durante algún tiempo tuvimos viento de cola y la organización pudo asentarse, a pesar de que cometimos (yo el primero) errores serios.

Algunos compañeros desaparecieron pronto de nuestros trabajos sindicales; otros han estado siempre ahí. Hoy no nos vemos capaces de recordar al joven que aparece en segundo plano (tal vez se llamaba Guillermo), ni al de la izquierda (posiblemente vivía en Sant Adrià). Los restantes son, de izquierda a derecha, Oscar Ventura, Montse Brugué, Antonio Quijada y Carme Rius. Sentado en primer plano, Armenteros, de Editorial Bruguera.

 


Luis Perdiguero, Paco RL y Roberto Alcaraz, de derecha a izquierda, en la mesa de una asamblea, en aquellos momentos iniciales de crecimiento del sindicato. Luis fue el primer dirigente electo del ramo en Barcelona. Roberto y yo nos habíamos sumado al movimiento a partir del trabajo desarrollado por Perdiguero y Ángel Cantallops en las asambleas de enlaces y jurados del Vertical, en los años 1971 y 72. Luego el franquismo implosionó, llegó la Transición, el viento a favor del antifranquismo se nos puso ahora en contra, y hubo que acometer la ardua tarea de levantar todo un edificio sindical a partir de los problemas morrocotudos de los centros de trabajo.

Me gustaría hablar de otros dirigentes que fueron imprescindibles en aquella primera época de construcción sindical, pero la lista se haría interminable. Están en la historia, sin embargo, y en mi recuerdo también. Citaré tan solo a dos, porque aparecen en la foto de arriba: Antonio Quijada, siempre en la brecha hasta su jubilación como cuadro sindical, y Montse Brugué, que es quien me ha hecho llegar estas dos instantáneas afloradas desde las telarañas del pasado.