lunes, 13 de junio de 2022

CHAPA Y PINTURA

 


El “cambio real” habrá de pasar por el taller.

 

Ce ne fut pas Waterloo mais ce ne fut pas Arcole

Ce fut l’heure où l’on regrette d’avoir manqué l’école…

J. BREL, “Au suivant”

(No fue Waterloo pero tampoco Arcole. Fue esa hora

En que lamentamos haber faltado tanto a la escuela)

 

Creo que son los hindúes quienes depositan ofrendas en el altar del dios de los pequeños favores, para ganarse su intercesión. Un favor grande, grande de verdad, requeriría dirigirse a otra ventanilla, y las respuestas favorables de esa divinidad diferente y más poderosa están lejos de caer del cielo todos los días.

Lo señalo porque, variando la geografía pero no la sustancia del tema, los datos reales de la votación en las elecciones andaluzas podrán ser algo mejores que los del sondeo que hoy publica El País (Sondeo 40dB); pero hay pocas dudas de que no resolverán el problema gordo. Gracias sean dadas, entonces, por ese retroceso estimado de Vox, y mejor aún si finalmente resulta en un pinchazo serio, o en un tantarantán que requiere arreglo de chapa y pintura.

Ha habido, por la izquierda, muchas diligencias cruzadas entre los estados mayores mientras las bases miraban hacer; demasiados acentos circunflejos y párrafos entrecomillados; y por lo menos un acuerdo, tan de ultimísima hora, que dio toda la sensación de que había sido firmado de mala gana. Algunos consideran que esas pejigueras no influyen en la militancia, al contrario, la estimulan. En fin.

En cualquier caso, puede darse por seguro que menguará la bolsa de votos entregados gratuitamente a la ultraderecha por proletarios/as (excusen lo viejuno de la expresión) convencidos de estar haciendo militancia contra el Sistema con mayúsculas. Gran proeza. La socialdemocracia les parece mal, la izquierda clásica lo mismo, la nueva izquierda no les llena, y a fin de cuentas lo menos malo les parece el voto a Vox porque consideran que se trata de un voto firme antisistema.

Ahí se equivocan. La ultraderecha 2.0 es sencillamente la Caja B del Sistema que abominan. Y ellos mismos, con su confusión fatal, encajan sin esfuerzo en el molde de un lumpenproletariado 2.0 muy similar en sus maneras a aquel que describieron, en unas circunstancias sociales muy diferentes, los autores clásicos del movimiento obrero.

Entonces, a falta de noticias mejores y más consistentes, bien está que se vaya reduciendo de manera significativa esa bolsa ominosa de voto proletario entregado sin condiciones, más que prestado, a la ultraderecha. El camino sigue cuesta arriba, pero aparece un poquito más despejado.