domingo, 19 de noviembre de 2017

EL FORAJIDO Y EL SHERIFF


Veo en elpais una fotografía descubierta en fecha reciente en la que aparecen juntos Billy the Kid y el hombre que lo mató, Pat Garrett. Aparecen ambos formando parte de un grupo de hombres jactanciosos y malcarados, pero no parecen conscientes el uno de la presencia del otro. Uno había empezado ya, y seguiría por breve tiempo, una carrera criminal: robos con violencia, la vida y la muerte prendidas en la rapidez para presionar el gatillo. El otro elegiría el lado de la ley.
No hay gran diferencia entre los dos, en la imagen. Esta remite a un Oeste salvaje, aún no sometido a los códigos de Hollywood, que lo convertiría en espectáculo dominical de masas. En la Britannica aparecen biografías sucintas de los dos personajes. Garrett nació en Alabama, y a los 17 años se despidió de su familia y marchó a Texas, a buscarse la vida como cazador de búfalos. Billy nació en el East Side de Nueva York, y acompañó a sus padres en la emigración ritual al oeste. Los dos hombres coincidieron hacia 1878 en Lincoln, Nuevo México, donde posiblemente se hizo la fotografía, en el interior de alguna cantina.
Poco después, en 1880, el Kid mató a dos hombres en la calle mayor, y se dio a la fuga. Garrett, que había sido elegido sheriff del condado, lo persiguió y apresó. Billy volvió a escapar, después de matar a los dos agentes que lo custodiaban. Finalmente Pat pudo localizarlo en Fort Sumner, Nuevo México, en el rancho de un hombre llamado Peter Maxwell. Le tendió una emboscada, y lo abatió a tiro limpio el 14 de julio de 1881, entre dos luces.
No lo desafió, no hubo un duelo al sol poniente entre dos pistoleros rápidos y mortíferos. Sencillamente, Garrett disparó aprovechando el descuido del otro. Había una recompensa por la persona de Billy, vivo o muerto, dead or alive. Billy Bonney (o Henry McCarthy, nombre verdadero o inventado con el que asistió a la escuela en su Nueva York natal) tenía al morir 21 años y había matado a 27 hombres.
Su matador no escapó al mismo destino. Patrick Floyd Garrett, propietario de un rancho en Las Cruces, siempre en Nuevo México, fue baleado el 29 de febrero de 1908, en un camino solitario, por un vecino con el que tenía un pleito de lindes, Wayne Brazel. En el juicio, Brazel alegó legítima defensa y salió absuelto. Siempre hubo la sospecha de que en este caso hubo también una emboscada, y el matador no estaba solo cuando se deshizo de su rival. Pat Garrett tenía muchos enemigos y una reputación de hombre peligroso.