lunes, 21 de febrero de 2022

NO ES PREOCUPI, SENYORA

 


John Kennedy Toole habría descrito de forma magistral esta crisis.

 

─ El mon s’està tornant boig!

─ No es preocupi, senyora; això, ja sol passar.

O. MONTLLOR, ’El Diluvi’

 

Unos cuantos miles de personas se han manifestado a favor de Ayuso y en contra de Casado, cortando el tráfico en torno a la ex sede del Partido Popular en la calle Génova, ex sede que sigue okupada por la banda que la reformó faraónicamente en negro, estafando no solo a Hacienda sino a todos los madrileños y españoles, sin distinción de sexo, ideología, lengua, medios de fortuna o posición social.

Esta manifestación es un epifenómeno, y como tal habrá sido vista en perspectiva por un Gobierno de progreso al que no afecta en ningún caso tan grande polvareda. Un Gobierno que ha conseguido completar el duro trance de la siembra trabajosa de una reforma laboral digna de ese nombre, y que ahora “espera junto al surco como el arado espera”, según diría el poeta Miguel Hernández.

Mientras tanto, los rumores interesados y no fiables lo invaden todo. Se dice que el Fracasado ha mordido el polvo y la Lideresa Gentil ascenderá a los cielos de la Moncloa de la mano de MAR, el paladín sin tacha, el hombre que, como el Campeador, obtuvo la victoria cada vez que entró en batalla.

Menos lobos, Caperucita.

No es preocupi, senyora.

MAR (Miguel Ángel Rodríguez para los amigos) es un artesano con cierta habilidad para la pirotecnia de salón y las sombras chinescas. Y en todo este desarrollo del “relato” de una bronca apenas trascendente, hay mucho de sombra chinesca en la pared de la caverna de Platón.

El “otro” Miguel Ángel fue capaz de crear una “Pietà” de un bloque de mármol; este de ahora anda afanado en sacar algo de provecho de un bloque de marmolillo.

Lo tiene difícil. En la barra de la cantina del cuartel de campaña de Vox, las escuadras, puestas en pie en filas rectas y marciales, observan boquiabiertas en la pantalla amiga (suya) lo que está sucediendo. Las proyecciones ficticias de una encuesta apresurada les dan un “sorpasso” regalado. Es dudoso, sin embargo, que Abascal tenga recursos para agrandar la brecha y llevarse la primogenitura de la oposición en la faltriquera. Tiene todo el contexto en contra, incluido el empresariado, y el lugar de su proyecto de país lo ocupa un enorme agujero. Derogar las leyes de violencia de género y de memoria histórica satisface sin duda sus instintos más bajos, pero mal puede calificarse de proyecto de país.

Otra derecha, seguramente de praxis más templada, surgirá de la pira en la que arden Casado y Ayuso, Mañueco y Abascal, en un revoltillo indigesto. La oposición al Gobierno de progreso, simplemente, se ha hecho más montaraz, y eso no resuelve ninguno de sus problemas constatados. Hoy, después de la manifestación en Génova y de sus consignas, aparece más alejada de la política y más próxima a una conjura de los necios.

 


Profeta anónimo soplando la vela para predecir el futuro.