Dorothy
Webster Hawksley, “Feliz noche de San Juan”. Tal vez una imagen precursora de
un nuevo mundo más relajado, más amable, más femenino, lejos de imperios
voraces y de ordalías viriles sagradas tales como el fútbol y la fiesta de los
toros.
Malos tiempos para las divinidades: los clubs que se
hicieron con los servicios de Cristiano Ronaldo y Messi por un pastón, están
eliminados en la carrera hacia la Champions, y todo indica que D10S está siendo
sustituido en el Trono de los cielos futboleros por una diosa menor llamada
Alexia.
Menos asombroso pero también considerable es el seísmo derivado
de que un Imperio clásico no esté consiguiendo acogotar a su hechura con un
mero ejercicio de voluntad de su puño de hierro. Quienes pronosticaron el Fin
de la Historia anduvieron faltos de sutileza: no se ha acabado la historia, pero
ha mudado el relato.
Puede ser que la causa última es que la Creación ha vuelto
a ponerse en marcha. Según el relato bíblico, Dios creó el mundo en seis días,
y el séptimo descansó. Los sumos sacerdotes de todo tipo consideraron que, Deo
volente, había llegado su turno de actuar, y empezaron a hacer mangas y
capirotes, además de inmatricular como propiedad suya tanta cuanta parte del
mundo les vino a las manos.
Ahora hay indicios de que, o bien Dios ha concluido su largo
descanso y se ha puesto de nuevo a la faena, o bien ha sido sustituido por una
generación de dioses y diosas menores y menos conspicuos/as. Un indicio
geológico puede ser la reactivación de viejos volcanes, entre ellos la Cumbre
Vieja de la isla de La Palma, que ha vomitado nuevas tierras y rediseñado la
línea de la costa y el perfil altimétrico del lugar.
Pero urge estar atentos a muchos otros dibujos caprichosos que
nos ofrece la actualidad: alguien (álguienes) está hurgando de nuevo en los
entresijos del viejo invento de Dios, aparentemente concluido a entera
satisfacción de las elites aposentadas, y propone variantes inéditas en la
teoría de la evolución, que tienen desconcertados a negacionistas como el
cardenal Cañizares o el diputado Espinosa de los Monteros: el Zar Vladimiro
humillado por los drones prestados a los ucranios, Cristiano sustituido por Karim
y Leonel por Pedri, Pablo defenestrado por Alberto Núñez, y Ursula Wonder Leyen
y Alexia Putellas ejerciendo de nuevas diosas, en el octavo día de la Creación.
Cosas más grandes aún hemos de ver. Si no, al tiempo.