jueves, 17 de marzo de 2022

EN EL OCTAVO DÍA DE LA CREACIÓN

 


Dorothy Webster Hawksley, “Feliz noche de San Juan”. Tal vez una imagen precursora de un nuevo mundo más relajado, más amable, más femenino, lejos de imperios voraces y de ordalías viriles sagradas tales como el fútbol y la fiesta de los toros.

 

Malos tiempos para las divinidades: los clubs que se hicieron con los servicios de Cristiano Ronaldo y Messi por un pastón, están eliminados en la carrera hacia la Champions, y todo indica que D10S está siendo sustituido en el Trono de los cielos futboleros por una diosa menor llamada Alexia.

Menos asombroso pero también considerable es el seísmo derivado de que un Imperio clásico no esté consiguiendo acogotar a su hechura con un mero ejercicio de voluntad de su puño de hierro. Quienes pronosticaron el Fin de la Historia anduvieron faltos de sutileza: no se ha acabado la historia, pero ha mudado el relato.

Puede ser que la causa última es que la Creación ha vuelto a ponerse en marcha. Según el relato bíblico, Dios creó el mundo en seis días, y el séptimo descansó. Los sumos sacerdotes de todo tipo consideraron que, Deo volente, había llegado su turno de actuar, y empezaron a hacer mangas y capirotes, además de inmatricular como propiedad suya tanta cuanta parte del mundo les vino a las manos.

Ahora hay indicios de que, o bien Dios ha concluido su largo descanso y se ha puesto de nuevo a la faena, o bien ha sido sustituido por una generación de dioses y diosas menores y menos conspicuos/as. Un indicio geológico puede ser la reactivación de viejos volcanes, entre ellos la Cumbre Vieja de la isla de La Palma, que ha vomitado nuevas tierras y rediseñado la línea de la costa y el perfil altimétrico del lugar.

Pero urge estar atentos a muchos otros dibujos caprichosos que nos ofrece la actualidad: alguien (álguienes) está hurgando de nuevo en los entresijos del viejo invento de Dios, aparentemente concluido a entera satisfacción de las elites aposentadas, y propone variantes inéditas en la teoría de la evolución, que tienen desconcertados a negacionistas como el cardenal Cañizares o el diputado Espinosa de los Monteros: el Zar Vladimiro humillado por los drones prestados a los ucranios, Cristiano sustituido por Karim y Leonel por Pedri, Pablo defenestrado por Alberto Núñez, y Ursula Wonder Leyen y Alexia Putellas ejerciendo de nuevas diosas, en el octavo día de la Creación.

Cosas más grandes aún hemos de ver. Si no, al tiempo.