domingo, 7 de diciembre de 2014

IR MÁS LEJOS AÚN


El periodista Enric Juliana comenta en La Vanguardia que recientemente Carme Forcadell, la dirigente de Assemblea Nacional Catalana, primero, y días después también la presidenta del Parlament catalán Núria de Gispert, han pronunciado la frase «Venimos de lejos y vamos más lejos aún», en un sentido bastante distinto del utilizado por la persona que acuñó la frase, a saber Palmiro Togliatti, en la llamada svolta de Salerno, en 1944, cuando decidió que las fuerzas comunistas, obreras y guerrilleras predominantes en el norte del país colaboraran en la consolidación del régimen posfascista, pacifista, terrateniente y promonárquico que se formaba en el sur bajo la dirección del mariscal Badoglio. Se trataba ante todo de evitar a Italia, cuando aún seguía su curso la guerra mundial, la posibilidad trágica de entrar a continuación en una nueva guerra civil similar a la vivida en España pocos años antes, en primera línea, por el propio ‘Ercoli’, nombre de guerra de Togliatti.
Cada cual es libre de utilizar una frase por lo que vale. Las metáforas, como argumentaba el cartero de Pablo Neruda, no pertenecen a su autor sino a quien las necesita. Y la aventura del soberanismo necesita de mucha poesía para endulzar los sinsabores de un trayecto muy áspero y muy aleatorio. Los defensores del proceso piden «más fe» a los creyentes, y aseguran que hay luz al final del túnel, pero nadie ha visto aún esa luz, solo la oscuridad del túnel. En todo caso, la luz eventual estaría muy lejos. «Más lejos aún», més lluny encara, de una sociedad muy maltratada a la que vemos progresivamente escindida en dos partes enfrentadas entre ellas, y más allá también de un Estat propi en el que nadie desmiente que los servicios sociales esenciales se seguirán privatizando según la práctica habitual de los políticos convergentes (el conseller de Sanidad Boi Ruiz acaba de declarar que “no imagina” una sanidad basada en presupuestos distintos de los actuales).
Hay, en la manera desenfadada de dirigir el largo trayecto de la Catalunya eterna hacia una improbable Ítaca, un abuso grave de la actitud que Antonio Gramsci llamó «cadornismo». Para quien no conozca el significado de la expresión ni quién fue el personaje al que va referida, remito a una entrada anterior de este mismo blog: http://vamosapollas.blogspot.com.es/2014/11/cadornismo.HTML