No es que Pedro Arriola lo hiciera mal, pero es evidente que Jorge Moragas le ha dado al presidente otro toque, otro
impulso, una marcha más. Antes se veía a Mariano rígido, un poco encogido. «Lo
peor de la crisis ya ha pasado», y la mano engarfiada en el brazo del sillón y
el parpadeo incontrolable lo delataban. Ahora está más suelto. Ha ido a hacerse
una foto con Angela Merkel. Eso da puntos para
una campaña electoral, pero es que además se le ve relajado, muy puesto, no con
ese aire de pedir perdón que tenía en la famosa foto del Eurogrupo, la que inspiró
tantos memes de la oposición canallesca.
De modo que a nadie
le ha extrañado que quiera concluir su mandato con una ocurrencia más, algo
sonado, la pirueta definitiva: reformar el Tribunal Constitucional para que sea
el Constitucional, y no el gobierno, quien castigue a Artur
Mas.
Es que a Mariano le
gusta estar en sitios, pero no hacer cosas. Hacer cosas le da corte, le parece
una mengua de su condición de augusto. Lo suyo es estar en la tribuna del
circo, y desde allí enseñar a la plebe el puño con el pulgar hacia abajo. Luego,
que sean otros los que se hagan cargo del degüello de los gladiadores señalados
por su dedo.
– Lesmes, le meta
un buen puro a ese Mas, por sedicioso.
– Usted manda, don
Mariano.
– Míreme usted de
paso qué se puede hacer con la autonomía, Lesmes.
– La autonomía, don
Mariano, disculpe, más vale no tocarla, no vaya a ser que abramos sin querer la
caja de los truenos.
– Pues nada, no se
toca. Ah, Lesmes, ya puestos, me sube del bar un carajillo de chinchón seco con
poco azúcar.
– Don Mariano, que
soy presidente del tecé, no me ponga en el disparadero.
– ¿Quiere decir que
no está en sus funciones? A ver como lo remediamos, siempre se puede incluir
una nueva enmienda en el proyecto de reforma por el trámite de urgencia. Tenemos
tiempo de sobra. Hablaré con Zoraida, ya se le ocurrirá alguna cosa.
Ahí lo tienen, como
un chiquillo, correteando por los pasillos de Génova. Feliz. No tiene más que
chascar los dedos y otros se apresuran a pasar el rodillo parlamentario.
Moragas ha hecho un buen trabajo de coaching. En la próxima campaña electoral, escuchen
bien lo que les digo, un Mariano en excelente forma puede armar el alboroto.