sábado, 27 de febrero de 2016

VIVAN LAS CAENAS, VERSIÓN 2.0


Vuelve a estar de moda el motín de Esquilache. Rectifico: el escrache de Esquilache, que queda más moderno y más guay. Cerca de mil personas se han juntado delante del Ayuntamiento de Sevilla enarbolando crucifijos y clamando en contra de una perversa moción de la izquierda radical en la que se pedía un callejero laico y que los concejales no asistan a los actos públicos de culto en representación de nadie salvo en la suya propia.
Como la moción no se entendía del todo bien, la Asociación de Abogados Cristianos ha aportado la traducción precisa y ajustada: de lo que se trataba era de borrar del callejero sevillano el nombre de sor Ángela de la Cruz, y de prohibir los festejos de la Semana Santa. El beaterío se ha arremolinado, y ha habido crucifijos alzados al cielo y sonoros vivas a la libertad religiosa. Hecha una encuesta (virtual) de urgencia, quienes gritaban no tenían ni noción, y tampoco les importaba, de lo que significan la libertad ni la religión.
A los santurrones de la derechona les va rebrotando la chulería intrínseca. Reclaman en todas partes y a grandes voces el respeto que ellos no tienen por los demás. Las hordas apostólicas exigen la condena de Rita Maestre, que denunció descubriéndose el pecho el contrasentido de colocar una capilla en el recinto de una universidad pública de un país aconfesional. Exigen la retirada del premio Ciudad de Barcelona a Dolors Miquel, la poeta blasfema que interpretó por su cuenta el padrenuestro. Son todas ellas muestras de una libertad religiosa entendida a la española. Es decir, de la pervivencia a través de los siglos de la Inquisición, una institución tan acorde con nuestra idiosincrasia y nuestras tradiciones que nunca ha dejado de estar presente entre nosotros, ni siquiera después de haber sido abolida.
Sin que nunca la madre iglesia haya sentido la necesidad de pedir perdón por sus propios excesos. Que se disculpen los otros.
Por fortuna para la paz ciudadana, la moción promovida por IU-CA y Participa ha sido derrotada en el pleno municipal, gracias a los votos en contra del Partido Popular, PSOE y Ciudadanos. Los tres juntos. Las inminentes procesiones de las cofradías sevillanas serán más consistoriales y más fervorosas que nunca. El cambio se empieza a notar.