A alguien se le ha
ocurrido componer un listado histórico de malos catalanes. Lo sé por Enric
Juliana, que en su columna de La Vanguardia argumenta en favor de uno de los
nombres expurgados del censo de catalanes sin tacha, Jaume Vicens Vives. Cuenta
Juliana que en el penal de Burgos, en 1947, Manuel Moreno Mauricio, catalán de
Vélez Rubio y Badalona, se dedicó a copiar página por página la “Historia
social y económica de España y América”, dirigida y editada por Vicens. El
argumento es inconsistente, sin embargo: Moreno Mauricio también debe de estar
en la lista de los malos catalanes, a poco que los inquisidores afinen el
criterio.
En todas las
grandes epopeyas colectivas de los pueblos… (nota al margen: no se olvide que
la epopeya es un género clasificado desde siglos atrás en el gran apartado de
la ficción literaria). En las epopeyas colectivas, digo, encontramos siempre
dos géneros de seguidores, los inclusivos y los excluyentes. La frase favorita
de los primeros es: “entre todos lo conseguiremos todo”; la de los segundos, “pocos
pero buenos”. El primer papa Benedicto XIII, el aragonés de Illueca Pedro de
Luna, fue proclamado hereje, tachado de la lista oficial de los papas y
confinado en su castillo de Peñíscola, con cordón de vigilancia para que ni
saliese de allí ni recibiese visitas sospechosas. Con todo, Benedicto siguió en
sus trece. Era un excluyente. Sostenía que la iglesia universal cabía entre
los muros de su propiedad familiar, de la misma forma que había cabido en la
barca de Pedro cuando éste echaba las redes en el lago de Tiberiades. La lista de malos
cristianos confeccionada por el papa Luna habría tenido dimensiones cósmicas,
muy superiores a la nómina propuesta por Dante Alighieri, que metió en el
infierno a lo más granado de la sociedad florentina de su tiempo, y alrededores.
Jaume Vicens i
Vives da nombre a una calle de Barcelona, en el Bogatell, al lado del
cementerio del Este. La calle se cruza con las de Ramon Llull, Carmen Amaya y
Salvador Espriu, entre otras. Ignoro si los nombres de los tres están incluidos
también en la lista de malos catalanes: motivos habría cuando menos para la
sospecha, en los tres casos.
Quien no tiene
calle, y apenas rastro de memoria histórica de su paso por el mundo, es Manuel
Moreno Mauricio. Gracias a Enric Juliana por su recuerdo al dirigente comunista
y por la foto que incluye en el artículo, que el lector curioso podrá encontrar
en: http://www.lavanguardia.com/politica/20160410/401004589553/vicens-vives-en-la-prision-de-burgos.html