Apenas colgado el post
anterior (ver Sardismo), leo la
afirmación orgullosa de la diferencia en las declaraciones del alcalde de
Blanes: «En Cataluña se vive de otra manera, pasa igual con Dinamarca y el
Magreb», y constato de inmediato la réplica posible a lo que yo acababa de
escribir.
No creo que haya
diferencias buenas ni malas; no prefiero Dinamarca al Magreb; no es ese el
mensaje que yo intentaba transmitir. Deberíamos complacernos en que los daneses
vivan de una manera, y los magrebíes de otra distinta, y unos y otros sean
capaces de entenderse, de convivir, y que nadie pretenda imponer a los demás el
modo de vida propio como “el bueno”.
Hay un proverbio
musulmán que lo expresa bien: “La grandeza de Alá se percibe en la diversidad
de sus criaturas”. Eso es biodiversidad. Bienaventurados los magrebíes y los daneses, porque
ellos son distintos.