miércoles, 23 de agosto de 2017

RUTAS COMERCIALES


Poldemarx está de enhorabuena. El Consorci de Promoció Turística Costa del Maresme, de acuerdo con la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de Cataluña, ha incluido la localidad como un punto alto de la llamada vía Marina, ramal menor de la Ruta Jacobea que recorrerá la Selva Marítima y el Alt Maresme desde Caldes de Malavella hasta Mataró, para bifurcarse allí en dos rutas ya reconocidas de antes, una en dirección Granollers-Monistrol y la otra hacia Barcelona, desde donde las dos irán a confluir de nuevo en Montserrat.
La iniciativa aportará a la comarca un número indeterminado de peregrinos en los meses de buen tiempo. Poldemarx será un fin de etapa importante debido a que la parroquia está colocada bajo la advocación de Sant Jaume. El edificio, que cuenta con un retablo barroco de no mucha significación, no tiene la tradición ni el prestigio de la ermita de Sant Pau, el verdadero landmark de nuestro skyline. Posiblemente la nueva rivalidad con Jaume por la cuota de audiencia del peregrinaje no incomodará demasiado a Pau, entre santos no hay puntillos de celos que se sepa. Pero es posible que a los pacíficos moradores del municipio nos incomode una afluencia mayor de personas, sobre todo en verano, en cuyas fechas críticas aquí apenas si se cabe.
Dicen que el municipio quedará obligado a cuidar, promocionar y mantener los valores del peregrino. Excusen el resquemor, a mí eso de los “valores del peregrino” me suena a postureo. A Compostela se llega de muchas maneras, y la más sencilla desde Poldemarx es ir a El Prat o a Riudellots a tomar un avión para Labacolla. Eso, para los que no nos gusta perder el tiempo ni siquiera en relación con la delicada operación de adorar al santo por la peana.
Hay también quienes prefieren dar un rodeo lo más largo posible, y aprovechar para darse un chapuzón en la playa, zamparse un arroz con marisco en alguno de los incontables restaurantes, mesones y chiringuitos de la zona, e interactuar socialmente con gente del lugar u otros/as peregrinos/as. Ninguna objeción, a cada cual su gusto, pero considerados como “valores” no llegan muy allá. Sigue siendo cierto respecto del Camino de Santiago lo que escribió en su día Antonio Machado y cantó Serrat años después: «Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.»