martes, 1 de mayo de 2018

ESTAMOS AHÍ


No ha sido un Primero de Mayo más, enfilado en una larga serie; ha sido un día para la protesta, para la exigencia de cosas que importan mucho.
Con cotas razonables de movilización; cuesta arrastrar a la calle a todos los que creen y a los que descreen en los sindicatos, en una etapa de manifestaciones continuadas, rebosantes de indignación por hechos dolorosos y sin embargo puntuales.
Detrás de los hechos puntuales, con todo, están las razones estructurales que los facilitan y las instituciones que les dan un cobijo inmerecido. Detrás de las violaciones en grupo y de las sentencias que dan por descontadas las razones para la agresión y se fijan sobre todo en la actitud de las víctimas; detrás de la estela interminable de muertes por violencia de género y sus penosas justificaciones, están escondidos el conformismo social y la falta de voluntad política para poner fin a un paradigma estructural repetido una y otra vez sin que se le ponga remedio adecuado.
Y detrás todavía de todo ello, se agazapan las brechas salariales, las precariedades multiplicadas, la cosificación de las personas y la negación alevosa de los derechos individuales, sexuales, colectivos y sociales que deberían constituir el escudo alzado en su defensa.
Este es el panorama completo, visto en perspectiva. La dignificación de la mujer, el reconocimiento de su lugar en una sociedad con derechos, empieza sin la menor duda en el reconocimiento de su trabajo. Y hablo de trabajo, tanto asalariado como no asalariado; no únicamente de empleo.
Por eso el Primero de Mayo es una buena fecha para que ellas estén ahí, en la primera fila, sosteniendo la pancarta. Y no ellas solas, todos. Estuvimos ya junto a ellas el 8 de Marzo, pero todos/as nos encontramos sin excusa a nosotros/as mismos/as en el Primero de Mayo, reivindicando un futuro mejor y, sobre todo, un futuro compartido de libertad y de igualdad.
Las trabajadoras y los trabajadores, las jubiladas y los jubilados.
En nuestras manos tenemos la posibilidad incierta de un futuro que nadie nos va a regalar.
Por eso es importante que hayamos salido hoy a decir que no nos hemos ido, que no vamos a irnos.
Seguimos estando ahí.