Natalia GONCHAROVA, “Invierno. Recogiendo leña” (1911).
«La
guerra que vendrá
no es
la primera. Hubo
otras
guerras.
Al
final de la última
hubo vencedores
y vencidos.
Entre
los vencidos, el pueblo llano
pasaba
hambre. Entre los vencedores
el
pueblo llano la pasaba también.»
Son versos de Bertolt Brecht, en versión de
Jesús López Pacheco. Proceden del “Catón de guerra alemán”, escrito en el
exilio danés, al hilo del final de la segunda Gran Guerra. Son la razón
principal por la que el pueblo llano debe estar en contra de todas las guerras,
sin especular sobre posibles ganancias en caso de victoria.
Dijo Clausewitz que la guerra es la continuación
de la política por otros medios. Es mentira. La guerra es la ruina de la política.
Me asombra que algunos justifiquen la actitud
de Vladimir Putin en relación con Ucrania. Rusia dejó hace mucho de ser la
patria del proletariado mundial, caso de que alguna vez lo fuera. No hay buenos
y malos en el conflicto entre Rusia y Ucrania, ni en la posición de los Estados
Unidos o de la OTAN al respecto. Todos valen lo mismo en ese cursillo acelerado
de geopolítica, y ninguno de ellos vale un duro sevillano.
Tengamos la fiesta en paz. Puedo decirlo más
alto, pero no más claro.