Viñeta de Peridis en 'El País' de hoy.
La
mayoría de la población se muestra conforme con las medidas tomadas por el gobierno de progreso contra la pandemia, el estado de alarma, el confinamiento y la vacunación,
según una encuesta que aparece hoy en primera página en El País. En cuanto a la mejora
de la economía y el crecimiento del empleo, la población da al PSOE una cuota
de confianza solo ligeramente superior al PP, y bastante superior a Vox y UP, estas dos en un orden diferente según el tema: para la economía, Vox presenta mejores números (9,8 por
8,6), mientras que en el empleo hay una preferencia más marcada hacia UP en
relación con Vox (11,7 por 9,3).
El bloque mayor de respuestas es el que no
considera a ninguno de los cuatro partidos principales capacitado para abordar
los problemas, así de la economía como del empleo. Alcanza prácticamente un cuarto de las respuestas. Esto supone en sí mismo un problema. El partido que
ha destruido más empleo en España durante la larga gestión de Mariano Rajoy, es
considerado como el más capacitado para crear empleo por el 20,0% de los
encuestados, mientras que aquel en el que milita la ministra de Trabajo que ha
encabezado y personificado el esfuerzo por preservar y consolidar el empleo decente,
se queda en el 11,7%.
Quejas: qué mierda de encuesta es esa, que
sitúa como temas diferenciados la marcha de la economía y la creación de
empleo. Seguimos bajo la hegemonía del “sentido común” neoliberal, y así es
difícil hacer propuestas políticas que no sean tergiversadas de inmediato por la cantarela de los medios.
Reflexiones: como expresa la viñeta de Peridis,
a mucha gente le gusta la política que se hace, pero no quien la hace. A pesar
de todo.
Esto no es una fatalidad inamovible. Entre las cosas que no se están haciendo bien, yo colocaría el sermoneo excesivo. El último incidente sobre cerdos es bastante significativo: el detonante de la ira excesiva de los señalados fue derivado de un sermón introducido con calzador en una entrevista a un medio de prensa inglés. Tampoco me convencen los repetidos zascas de Yolanda en el Congreso: puedo pecar de escamón, pero para mí que Teodorico actúa como el peón de brega que cita al morlaco desde el burladero, solo para que el público le vea correr.
Quizá conviene a la política ─necesaria─ de este gobierno una mayor dosis de entusiasmo compartido por las
reformas, y menos fruncimientos de nariz al examinar, desde la cima de su superioridad ética, a una
ciudadanía que no es otra que la que hay.