jueves, 8 de septiembre de 2016

HAN VUELTO A ABUSAR DE LA CONFIANZA DE MARIANO


Ha vuelto a suceder. Los hechos se repiten con la reiteración y la regularidad de un metrónomo; con las agravantes de nocturnidad, alevosía y ensañamiento, o con las atenuantes de diurnidad, estancia en Babia y trámite de urgencia. Mariano creyó de buena fe que Soria López era el único candidato viable para esa plaza “administrativa” en la dirección del Banco Mundial y resulta que no, por ahí andaba un Jiménez Latorre también idóneo, y en el que nadie había reparado antes. La culpa ha sido de Guindos. Mariano no puede tener en la cabeza todos los detalles.
Cristina Cifuentes ha adjudicado en agosto a la empresa alemana Siemens un contrato de 41 millones de euros para la señalización de la Línea 5 del Metro de Madrid. Lo ha hecho sin publicidad ni concurrencia, y con quebrantamiento flagrante del punto 109 (sobre transparencia) del acuerdo alcanzado por la lideresa con Ciudadanos para el gobierno de la Comunidad.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que existía un acuerdo informal con la empresa ya desde antes del pacto con Ciudadanos. Siemens ha recibido entre julio y agosto un total de 120 millones por obras de señalización no publicitadas ni concursadas. O sea, habrá que esperar para la transparencia en los contratos de la Comunidad a la previa conclusión feliz de todos los chanchullos pendientes; de ninguna manera va a entrar antes en vigor el punto 109.
Uno de estos días Mariano se enterará de lo ocurrido, por los periódicos, naturalmente. Si hemos interpretado con justeza los protocolos evenemenciales vigentes en Moncloa, lo primero que hará entonces será ratificar su plena confianza en Cristina: “si ella lo ha hecho así, estará bien hecho, faltaría más”. Lo siguiente, a la pregunta “¿a usted le parece bien?”, será un “mire usted, yo de esto no entiendo, doctores tiene la iglesia”. Si el runrún crece, vendrá lo de “esos que nos acusan pretenden echar por la borda todo el ingente sacrificio realizado por los españoles en los últimos años”. Es posible que finalmente alguna fuente desvele ante los tribunales una práctica corrupta, un tres por ciento o similar (tal como se ha planteado la adjudicación, el asunto atufa a chamusquina), y entonces Mariano se rasgará sin complejos y con rostro afligido las vestiduras. Habrán abusado de su confianza, una vez más. La culpa será de Cristina, quién podía suponer una cosa así.