lunes, 25 de noviembre de 2019

SOROLLA SIN LUZ NI COLOR



“Clotilde en el lecho”, Joaquín Sorolla, dibujo a lápiz de 1888. Fundación Museo Sorolla, reproducido de El País digital.


Peio H. Riaño informa en elpais de la inauguración en el Museo Sorolla de Madrid de una muestra de dibujos del artista: un centenar de piezas elegidas entre un fondo de más de 5.000. Es Sorolla sin luz ni color, las dos características determinantes de su pintura. Podría pensarse que se trata de “otro” Sorolla, entonces. De acuerdo, es otro mundo; pero está en éste.

He dejado constancia en estas mismas páginas de mi gusto, de largo tiempo y quizás también de un tiempo un tanto desfasado, por Joaquín Sorolla (1), un hombre a contracorriente del canon de las vanguardias artísticas de su época. Un canon que por lo demás, según expresión de Christine Bucci-Glucksman, fue «de una austeridad machista» desde Cézanne a Pollock, pasando por Picasso.

Sorolla utilizó el dibujo de forma incesante, pero también alternativa a su concepción pictórica. El lápiz o el carboncillo fueron para él una cámara fotográfica indiscreta, utilizada con una intención abiertamente diferente de la que le movía cuando salía de excursión en busca de motivos al natural, esgrimiendo el pincel, la paleta y el caballete.

Motivos preferidos de sus dibujos son el acontecimiento urbano, dice Riaño; y muy en particular los interiores de su vida íntima. Algo, en resumen, que fija para sí mismo, en vez de ofrecerlo a la contemplación crítica de un público entendido y exigente. Algo con lo que ahora el Museo que fue su casa de Madrid inaugura una muestra concebida precisamente como «un friso biográfico dibujado».

Gran idea la de la Fundación Sorolla. Posiblemente no llegaré a tiempo para verla, acabo de venirme a Grecia siguiendo mi propio “friso biográfico”. No me hace falta verla en persona, sin embargo, para recomendarla calurosamente.