viernes, 27 de mayo de 2016

TODAS LAS CONSPIRACIONES


Desde el lunes tenemos el pintor trabajando en casa, y en coincidencia yo estoy en plan de reposo y medicación, por culpa de una lumbalgia aguda. Entre mano y mano de pintura, he recibido un volumen importante de información no solicitada, de orden trascendente.
Eduardo, el pintor, es un profesional; así lo anuncia en un texto impreso en su camiseta de faena. El texto dice así: «¿Brico… qué? Yo soy un PROFESIONAL» Eduardo es, además, un adepto a todas las teorías de todas las conspiraciones. Fue desenrollando la madeja poco a poco, en nuestras charlas. Empezó por lo más obvio, Lady Di, que fue abatida por los 007 de los servicios secretos británicos gracias a una bomba minúscula adherida al neumático trasero del automóvil. Indetectable, porque después del choque todo parece consecuencia de un reventón normal.
También hubo conspiración en el caso del papa Luciani. Todo fue dirigido por ese alemán, o polaco, que vino después, el Kissinger (o bien quiso decir Ratzinger, o la trama tuvo en este caso connotaciones insospechadas), respaldado por “los tres mil de la curia”.
– Y el de ahora, ya se puede andar con cuidado de que no lo enfilen.
Ya metido en el tema, me habló de una señora amiga suya que viaja todos los años a la India para visitar la tumba de Jesús de Nazaret en Bombay.
– Pero cómo en Bombay…
Sí hombre, ahí fue a parar en realidad, todo el montaje de la resurrección fue pura propaganda. Jesús tenía buenos amigos en la India desde aquella temporada en la que desapareció y nadie sabía dónde estaba, “entre los treinta y los treinta y tres años”. El blackout de los Evangelios sobre esos años es, según Eduardo, muy significativo.
Hasta ahí le seguí con tan solo algunas reservas mentales, pero luego me desarboló con la teoría de que todos los actos de nuestra vida dependen de los planetas.
– Ahora mismo nos atraviesan por todas partes miles de isótopos emitidos por los planetas. Desde que naces te están atravesando isótopos que circulan en todas direcciones. Esto se ha descubierto recientemente. ¿No lo sabías?
– No.
– Me extraña, con todo lo que has leído.
El día, el lugar y el modo de nuestra muerte están determinados por las idas y venidas de los isótopos.
– Tú crees que es un cáncer, o un atropello por un autobús, y en realidad son los planetas los que lo controlan todo.
El mundo es una gran conspiración; la religión, otra; la política, más de lo mismo. Eduardo no votó en las pasadas elecciones y tampoco piensa hacerlo en las próximas. Para qué, si no va a cambiar nada.
– Tú eres un anarquista en el fondo, Eduardo – le digo. No está de acuerdo.
– Todos los políticos son malos, pero esos son lo peor de lo peor.
– Hombre, no, los peores tienen que ser los del PP, con lo que roban.
Tampoco está de acuerdo.
– Roban porque pueden, porque está en la naturaleza humana. Si tú estuvieras donde están ellos, también robarías.
Es lo que se llama un argumento “ad hominem”. Le digo que no puede demostrar eso, y me responde que sí puede. Renuncio a discutir, él cuenta con todos los isótopos a su favor. Además del antiinflamatorio para la lumbalgia, me tomo una paraceta para el dolor de cabeza.