«Pero como los arcoíris empezaron a escasear, las
cebras se trasladaron a la sabana, y en la pradera se construyó nuestra querida
ciudad de Egáleo.»
Es la última frase
de un cuento escrito en griego por mi nieta Carmelina como deberes del cole.
Trata de una cebra blanca, pobre y depauperada, que se comió un arco iris
negro, después de lo cual quedó vistosamente rayada, y el arco iris, al perder
el negro dominante, se derramó en una explosión de colores que iluminó toda la
pradera donde ahora se alza Egáleo. Claro, el fenómeno llamó la atención de
hermanas, primas, amigas, y todas se pusieron a merendar arcoíris negros, y así se
acabó la magia por falta de existencias.
Estamos en Egáleo
otra vez, Carmen y yo. Han venido nuestros nietos a recibirnos al aeropuerto.
«Se hace muy largo cuando os esperamos», me ha dicho Mihail. Es un piropo auténtico,
dicho con sencillez y sin la menor intención de halagar.
Vamos a pie hasta
el Conservatorio, porque hoy intervienen nuestros dos nietos tocando piezas
para piano en el conciertillo de navidad. Carmelina me dice: «Tienes suerte de
venir ahora, porque es cuando Egáleo está más bonito.»
Es verdad, hay
luces navideñas por todas partes, ecos de músicas y olores de asados de carne
al pasar delante de los restaurantes populares. En el cruce de Iera Odos con
Zibon hay un monumental barco de Agios Vasilis dibujado a base de bombillas de
colores. Agios Vasilis es el equivalente de Santa Claus en Grecia, y no llega a
las casas en trineo tirado por renos ni en camello como los Magos, sino en
barco, como corresponde a un pueblo tradicionalmente marinero.
Es solo una primera
impresión, pero el ambiente parece más animado; como si en efecto las cebras
blancas de Egáleo, hambrientas y depauperadas, hubieran optado por comerse los
arcoíris negros de los últimos años, y provocado esta (modesta) explosión de
luz.
He preguntado a
Carmelina si pensaba escribir más cuentos y me ha dicho que no. Son solo
deberes, y los cuentos ella prefiere leerlos a inventarlos. Seguramente tiene
razón.
Felices fiestas a
todos.