Con cierto asombro,
porque soy persona poco impuesta en estos entreveros, me entero por la prensa
de que la cofradía de Jesús el Rico, de Málaga, se quedará por primera vez en
160 años sin el tradicional indulto por la semana santa de un preso de la
provincia. El gobierno ha accedido a las peticiones razonadas de las cofradías
de seis provincias representativas de la piedad y la tradición castiza
española; pero no a la de Málaga. Es un feo considerable, ya que no había razón
imperativa para que el ministerio de Justicia desatendiera la instancia elevada
a través de los canales reglamentarios por la cofradía malagueña: no hay numerus
clausus en la concesión graciosa de los indultos, e igual que este año se han implementado
siete, el pasado fueron trece, y en 2014 habían llegado a veinte. Quizás, cabe
argumentar, el crecimiento de la alarma social debida a la corrupción de la
vida pública ha aconsejado mayor sobriedad y un recorte adicional en la
utilización de puertas giratorias entre las prerrogativas del gobierno de la
nación y las de las cofradías piadosas.
Puede ser útil
cartografiar la influencia comparativa de las provincias españolas en este curioso
concurso de devoción. La lotería del ministerio ha recaído este año en Sevilla,
Madrid, Salamanca, Oviedo, Zaragoza, y por dos veces en León, una en la capital
y la otra en Ponferrada. Las cofradías agraciadas han sido la Archicofradía de
Nazarenos del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de las
Cinco Llagas, María Santísima de la Concepción, Nuestra Señora de la Esperanza
Coronada y San Juan Bosco, todas ellas de Sevilla; la ponferradina
Real Hermandad de Jesús
Nazareno;
la madrileña Archicofradía Primaria de
la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno Cristo de
Medinaceli; la salmantina Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo
Cristo de la Agonía y de Nuestro Padre Jesús del Perdón; la ovetense Hermandad de Jesús Cautivo; la zaragozana
Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
y del Santo Sepulcro, y finalmente la leonesa Cofradía del Santo Cristo
del Perdón.
A todas ellas, mi
más expresiva enhorabuena. Pero me sigue pareciendo injusto que Jesús el Rico
se haya quedado esta vez sin su indultado malagueño. Si el indulto era incluso
un reclamo turístico, por dios. Hacía 160 años que no ocurría una cosa así. Un
escándalo. Ni los más viejos de la localidad recuerdan nada semejante.