Aprovechando a
fondo la ocasión del día de la Hispanidad, Pablo Casado se ha descolgado con la noticia
de que España ha sido, entre todas las naciones del mundo mundial, la única que
ha descubierto América. El dato no figura en el libro Guinness de los Récords, pero
debería.
Que me disculpe
Pablo si estoy pensando mal sin razón, pero tengo la impresión de que se acaba
de enterar, y por eso está encantado con la novedad. La considera el enésimo logro de
la Marca España.
Es comprensible que
a una persona que ha aprobado de golpe y a zarrambullón, en un solo verano, tanto pedazo de
carrera y tantos másteres, le queden aún algunas lagunas culturales por rellenar. Alguien
le ha puesto al día en lo que se refiere a América Part One: el descubrimiento,
la evangelización y todo eso. Cuando le informen de la Part Two, la del cura
Hidalgo, Simón Bolívar y el general San Martín, se va a llevar un disgusto.
Nuestra generación,
lo afirmo desde la modestia, estaba muy impuesta en el dato que acaba de
sorprender a Pablo Casado. En nuestros libros de texto venía muy claro, en
letras de molde, negro sobre blanco: América fue un regalo muy especial que
hizo Dios a nuestros reyes Isabel y Fernando, por el hecho de ser tan
católicos. No eran los únicos reyes católicos de su época, pero sí los que más.
La noticia venía adecuadamente resaltada en negritas en nuestro libro de Historia
de España, en el de Religión y en el de Espíritu Nacional. Puede que viniera
también en el de Matemáticas, la enseñanza era en aquellos tiempos muy
machacona y las grandes ideas habían de quedar meridianas para todos, incluso
para los marmolillos que vegetaban soñolientos en las aulas de la Una, Grande y
Libre. El adagio de moda bajo el franquismo era «La letra con sangre entra». La
lección del Descubrimiento era de las que iban seguro para examen, y lo
sabíamos. En la “respuesta 10”, la que debíamos aprendernos sin falta los que
íbamos a por nota, no era oportuno restar méritos a Cristóbal Colón y a los
hermanos Pinzones, al contrario, su participación era de mención obligatoria,
pero en el ejercicio era necesario recalcar que toda la empresa estuvo eficazmente dirigida
al alimón por la reina Isabel de Castilla y la Virgen del Pilar. En comparación con ellas, el
Almirante y los marineros de Palos eran unos mindundis.
Hoy se siguen celebrando
conjuntamente la fiesta religiosa del Pilar y la patriótica de la Hispanidad.
Se celebran ambas con un desfile militar. Nada más apropiado.