Vicky
Ocaña: ‘Color carne 4-4 (3)’. Imagen tomada de Pasos a la Izquierda 19.
Me ha impresionado
la lectura de un artículo de Gabriel Flores en el último número de Pasos a la
Izquierda (1). Con mucho sentido común y no menos pedagogía, insiste el autor en
el acompañamiento necesario por parte de la gente ─de la gente sin adjetivos,
no de los radicales, los antifascistas, los comunistas, etc.─ que deben buscar
quienes proponen salidas desde una óptica de izquierda (inclusiva, sostenible,
solidaria) a una crisis “multiforme y aguda” como es la actual. Esta es quizás la
frase crítica del artículo de Flores: «No basta con imaginar o soñar otros
mundos posibles, se requiere mucho empeño, cooperación y acierto para
conseguirlo.»
No hay, en efecto,
soluciones mágicas, y es posible incluso que no haya solución viable a un
problema que ya no es solo sanitario ni económico, sino de supervivencia en un
mundo terriblemente deteriorado. Las actitudes negacionistas esgrimidas en tono
desafiante por quienes pretenden que todo siga igual, nos producen una
irritación profunda; pero sigue siendo cierto, como señaló hace ya años Pietro
Ingrao, que “indignarse no basta”. Es algo que nos han recordado también hace
unos días ciento cincuenta intelectuales significados, reclamándonos en un
manifiesto menos mal humor y más compromiso hacia quienes no nos gustan, para poder
salir juntos de un agujero del que, de otra forma, nos será imposible salir a
todos.
Vuelvo a la frase antes
citada de Gabriel Flores. Hay otros mundos posibles, nos dice, y para
concretarlos nos hace falta en primer lugar imaginación (las viejas fórmulas no
alcanzan para revertir una situación inédita). Pero hacen falta más cosas:
empeño, cooperación, acierto. Mucho de todo ello.
Esta crisis va a
exigir lo mejor de nosotros mismos. Las recetas habituales no nos van a servir
de nada.
(1) https://pasosalaizquierda.com/sobre-la-situacion-social-y-economica-en-europa-tras-el-coronavirus/