viernes, 20 de enero de 2017

EL ECONOMISTA DE CABECERA


Al parecer, José Carlos Díez va a ser el nuevo coordinador del área económica del PSOE. Él mismo nos lo cuenta desde una tribuna de elpais, y lo hace con dos cualidades peculiares que siempre, desde que tengo memoria de él, han acompañado al personaje: de un lado la labia dicharachera, de otro la falta de rigor de sus afirmaciones estupendas.
Me van a decir que es manía que le tengo. No lo niego, pero vamos a los escritos. Este es el ramillete de “afirmaciones estupendas” que abre el texto, titulado «España 2025», que el consejero áulico y economista de cabecera de Susana Díaz (antes lo fue de José Luis Rodríguez Zapatero) ha publicado en elpais ayer 19 de enero: «El PSOE me ha encargado coordinar un nuevo programa económico. Hillary Clinton ha tenido tres millones más de votos que Trump y el ideal socialdemócrata sigue siendo un instrumento eficaz para transformar la sociedad. El PSOE se fundó para luchar contra la precariedad y la desigualdad en el empleo y es más necesario que nunca. La alternativa es Trump o Marinaleda. Y como diría San Agustín, cuando me analizo me deprimo pero cuando me comparo me ensalzo. »
Vayamos por partes. El texto hasta el primer punto y seguido es inobjetable. En efecto, el PSOE ha encargado a Díez la coordinación del programa económico, tarea que Pedro Sánchez había encomendado a Jordi Sevilla, hoy dimitido y tal vez caído en desgracia como su valedor.
La segunda frase solo puede leerse en relación con lo que le precede si entendemos que donde dice Hillary Clinton se debe entender Susana Díaz, que donde dice Trump hay que leer Rajoy, y que existe alguna relación subliminal entre el Partido Demócrata y el “ideal socialdemócrata”. Que el tal ideal siga siendo un instrumento eficaz de transformación social es algo por demostrar, y en cualquier caso no parece que los demócratas estadounidenses vayan a ponerse a la labor mediante ofertas de consenso con la política del presidente hoy investido a pesar de los tres millones menos de votos populares.
La tercera frase tiene dos miembros yuxtapuestos, y ninguno de los dos se ajusta a la verdad escueta. La precariedad y la desigualdad actuales en el empleo quedan bastante por debajo de los designios fundacionales del PSOE. El PSOE inicial aspiraba al socialismo, cosa que la Clinton no, y la Díaz tampoco, mientras que el propio José Carlos se abstiene muy mucho de apuntar a otro horizonte distinto del capitalismo neoliberal globalizado. Entonces, la afirmación de que el PSOE “es más necesario que nunca” resulta, en el mejor de los casos, hueca. Solo pueden entenderlo así quienes lo han votado, y no son muchos.
No voy a hacer sangre con la cuarta frase, que lo merece. Ni Trump ni Marinaleda se postulan como alternativas en la España de hoy que el PSOE de José Carlos aspira legítimamente a liderar. Una cosa es criticar a los adversarios políticos, y otra denigrarlos y ningunearlos. Si Díez pretende ser creíble ante la opinión, no es ese el camino.
Y la quinta frase, apoyada por la auctoritas de San Agustín, como se refiere a una cuestión subjetiva, no necesita de contrapunto. Dice Díez que, cuando se compara, se ensalza. Pues muy bien. Tomamos nota. Debo añadir, a riesgo de parecer impertinente, que por mi parte ya lo sospechaba.