domingo, 15 de enero de 2017

SEXO DESPUÉS DE LA MEDIANOCHE


La mejor recomendación para el año nuevo que he leído hasta el presente se la ha dado Eric Cantona a Pep Guardiola. Guardiola, ya lo saben, debutó como entrenador en el FC Barcelona de Víctor Valdés, Puyol, Piqué, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Leo Messi, un muchacho que a pesar de su juventud ya había dado muestras antes de sus portentosas posibilidades. Guardiola lo ganó todo con aquel equipo, y al cabo de unos años que a todos los culés se nos hicieron cortos, marchó a predicar su evangelio a los gentiles. Recaló en el Bayern, donde también obtuvo éxitos – no tantos – y recibió algunas críticas, las primeras que no venían directamente del entorno mediático de don Florentino Pérez.
Sea por inquietud efervescente de la mente o por estar dotado por la naturaleza con lo que se conoce como un culo de mal asiento, Pep se ha marchado también del Bayern para entrenar al Manchester City. Su desempeño hasta ahora no es malo, pero no deja de ser el de un club más en la prestigiosa Premier League. El choque cotidiano con la realidad debe de haber hecho dudar a Pep de los poderes taumatúrgicos que estaba convencido de poseer. Para elevar las prestaciones de sus muchachos les prohibió tener sexo después de la medianoche. Los resultados han sido imperceptibles. En unas declaraciones amargas a la prensa, ha manifestado su intención de cumplir contrato con el City y tal vez, después, retirarse del oficio.
Esto es lo que le ha dicho Cantona, que fue jugador carismático en el Manchester United, rival empecinado del City, en sus deseos para 2017: “¿Cinco meses tan solo en el City y hablas de retirarte? ¡Sé fuerte, Pep! Y tal vez, ten algo de sexo después de la medianoche.”
El consejo es fantástico. El sexo es una forma óptima de mantenerse en la relación adecuada con la realidad, y de ajustar los deseos y las posibilidades de cada persona a los condicionamientos internos y externos que nos coartan a todos. Los higienistas recomiendan tener sexo con regularidad, sin insistir demasiado en la moderación. La práctica contraria, es decir la abstinencia, alimenta ensueños evanescentes y en algunas ocasiones compensaciones desorbitadas, de la misma forma que la anorexia desata la bulimia. Don Quijote, uno de los arquetipos literarios de Pep Guardiola, cayó en la confusión por exceso de teoría y ausencia de práctica, como indican sus relaciones, cuidadosamente reseñadas por el Cide Hamete Benengeli, con Dulcinea de un lado y Maritornes de otro. Escuchen ustedes, de otro lado, las homilías de algunos de nuestros párrocos y obispos, y percibirán de inmediato los efectos deletéreos del celibato eclesiástico.
Pep, sé fuerte y practica más el sexo. Después de la medianoche de preferencia, Pep. Te lo suplicamos Eric Cantona y yo, porque te queremos y porque eres un lujo en los banquillos, aunque ya no tengas a tus órdenes en el campo a Xavi, ni a Puyol, ni a Iniesta, ni a Messi.