jueves, 11 de mayo de 2017

POESÍA INEVITABLE


En abril de 1965, y como presentación de algunos poemas propios en una antología de poesía social preparada por Leopoldo de Luis, Ángel González (Oviedo, 1925 – Madrid, 2008) defendía la poesía social de la acusación de “mala poesía”, con las siguientes palabras: «Más que posible, esa poesía me parece inevitable.»
Hoy cedo al poeta las páginas de mi bitácora. Que el lector juzgue por sí mismo si la composición siguiente, datada en los primeros años sesenta, ha fracasado en el intento de superar la barrera del tiempo, o si por el contrario sigue siendo de actualidad rabiosa. Si es “mala poesía”, o poesía inevitable.
 

ALOCUCIÓN A LAS VEINTITRÉS


Ciudadanos perfectos a estas horas,

Honorables cabezas de familia

Que lleváis a los labios vuestra servilleta

Antes de pronunciar las palabras rituales

En acción de gracias por la abundante cena:

 

Vuestra responsabilidad de sólidos pilares

De la civilización y de Occidente,

Del consumo de bicarbonato sódico

Y del paternalismo hacia la servidumbre,

Exige de vuestra parte

Cierta ignorancia de hechos también ciertos,

Un esfuerzo final en bien de todos,

La tozuda incomprensión de algunas realidades,

La fe más meritoria, en resumen,

Que consiste

En no creer en lo evidente.

 

Yo podría jurar que la tierra está fija

– ya lo juré otras veces –

Y que el sol gira en torno a ella;

Yo podría negar que la sangre circula

– lo seguiré negando, si hace falta –

Por las venas del hombre; yo podría

Quemar vivo a quien diga lo contrario

– lo estoy quemando ahora –.

 

No es que sean importantes los asuntos

Objeto de polémica:

Lo importante es la rígida

Firmeza en el error.

Pues las mentiras viejas se convierten

En materia de fe,

Y de esa forma

Quien ose discutirnos

Debe afrontar la acusación de impío.

Con esto,

Y una buena cosecha de limones,

Y la ayuda impagable de nuestros coaligados,

Podemos esperar algunos lustros

De paz como esta de hoy,

En una noche

Semejante a esta de hoy,

Tras una cena

Lo mismo que esta de hoy.

Tal como siempre, pues, pedid conmigo:

Más fe, mucha más fe. Que en cierto modo,

Creer con fuerza tal lo que no vimos

Nos invita a negar lo que miramos.