Al calorcillo de
las tradicionales fiestas de la Virgen de la Paloma, se han reanudado las conversaciones entre PSOE y
Unidas Podemos sobre la investidura de Pedro Sánchez, inminente desde hace ya
casi cuatro meses.
UP ha preparado con
esmero su nuevo asalto a los cielos: en primer lugar, ha “blindado su
estrategia negociadora”, signifique ello lo que signifique; en segundo lugar,
ha exigido que se retomara la negociación en el punto mismo en que se abandonó.
Nada más fácil.
Después de la “nueva oferta” de UP, a Carmen Calvo le ha faltado tiempo para acudir a los medios con la declaración de que
se trata de un “intento de imposición” y un “órdago”, y que la fórmula de la
coalición es inviable por la desconfianza mutua.
Es decir, estamos
exactamente en el mismo punto en que lo dejamos. Tal y como había pedido UP.
Dudo que de esta
forma lleguemos a alguna parte. La situación me recuerda el diálogo de los dos
guardias, precisamente en la zarzuela La
verbena de la Paloma, tan memorable en estas fechas del año:
GUARDIA 1º: ¿Qué hacemos, tú?
GUARDIA 2º: Lo que te dé la gana.
GUARDIA 1º: Vamos a dar otra vuelta a la manzana.
Al finalizar la nueva vuelta a la manzana, volveremos a encontrarnos en el mismo punto espacial exacto
en el que estábamos antes. Habrá pasado tiempo, sin embargo; quedará menos para
llegar al límite legal más allá del cual se abre la vía para unas nuevas
elecciones generales, que serían las cuartas en cuatro años.
¿Han tomado nota
Sánchez e Iglesias de que el electorado de izquierda no quiere nuevas elecciones, de que
estamos aburridos de sus dimes y diretes, de que aquí, como en determinados
restaurantes novedosos, no vemos más que muchos entremeses y ninguna sustancia?
A nuestros líderes,
para no salirnos del recurso de la cita a nuestros clásicos, les conviene comportarse en
relación con los pactos de gobierno del mismo modo como predicaba Sor Juana
Inés de la Cruz a los “hombres necios” en relación con las mujeres:
«Queredlos [los pactos] cual los hacéis, o hacedlos
cual los buscáis.»