¿Quién dice que
Quim Torra no está haciendo nada por Catalunya? ¿No es nada la paciente tarea
de hormiguita de poner palos, palitos y palitroques sucesivos en las ruedas,
para que no avance el diálogo político que desea y suscribe, según datos de
encuestas oficiales, el 83% de los catalanes?
Quim Torra se
siente a gusto con la judicialización de la política. Los procedimientos
judiciales dan pábulo a su victimismo congénito y además le ofrecen plazos,
mientras que abordar la precariedad social y económica que padece el país por la vía política resulta, en cambio, inaplazable.
Ante la nueva causa
abierta contra él por desobediencia (desobediencia infantil, enrabietada, “estéril”
como se han hartado de decir sus colegas de ERC) por la Junta Electoral
Central, ha denunciado “persecución política”. La persecución política es un
tiovivo que gira sin parar: él persigue a la JEC, la JEC le persigue a él, la
rueda gira y gira, y sobre la plataforma móvil cada cual sigue inmóvil en su lugar.
Con la iniciativa
del diálogo acordada entre el gobierno de progreso y ERC viene sucediendo lo
mismo. Sánchez se presentó en Barcelona como estaba mandado, con un cartapacio
de 44 propuestas. Finalizado el encuentro, para el que hubo despliegue protocolario
de uniformes, banderas y alfombras ─algo que le chifla a Torra, por lo que se
está viendo─, el president ha confesado
que no se había leído el informe de la contraparte.
No, él no está
interesado en soluciones a los problemas de la gente, lo que le va son los
grandes conceptos vacíos con muchas mayúsculas: Autodeterminación, Amnistía y
un Mediador Indispensable con Perfil Internacional. Los 44 puntos del informe
pueden esperar a las calendas griegas. El final de la negociación debe ser colocado
al principio, y de ese modo el contenido político mismo del problema existente
podrá quedar obviado, y tal vez escondido debajo de alguna suntuosa alfombra
roja, entre la trompetería de los mossos.
Es otro tiovivo, parecido al judicial como dos hermanos mellizos.
Lali Vintró, en un
artículo de opinión publicado hoy en elperiódico, se pregunta y nos pregunta a
todos a quién representa Quim Torra. Es una buena pregunta. La respuesta sería
instructiva, pero no estoy en condiciones de darla.