lunes, 10 de febrero de 2020

QUIZÁ NO HUBO GUERRA DE TROYA



Supuestas ruinas de Troya en Hisarlik, Asia Menor.


Jacinto Antón da cuenta en elpais de una gran exposición en el Museo Británico sobre la guerra de Troya.

Pero resulta que la exposición citada empieza por poner en duda la mayor. Hay serias posibilidades de que no hubiera guerra en Troya; y si la hubo, de que no fuera tal como nos la contó Homero.

En ninguna parte se ha encontrado el costillar de madera de un gran caballo susceptible de ser el artefacto ideado por los aqueos de grebas hermosas para penetrar en la ciudadela sitiada. Los restos ennegrecidos hallados por Heinrich Schliemann en una determinada capa de un yacimiento arqueológico de Hisarlik formado por muchas Troyas superpuestas, no se corresponden con exactitud a las fechas facilitadas por Homero. No existen pruebas materiales fehacientes. Todo podría reducirse a fake news lanzadas a la blogosfera por un influencer llamado Homero.

A propósito, tampoco la existencia de Homero está debidamente confirmada por la investigación científica. Omíros quiere decir, sencillamente, “el ciego”. A saber cuántos aedos ciegos andaban rondando por ahí, y a cuál de ellos se le ocurrió el pastel.

Está bien poner en duda las viejas certezas, pero la herencia cultural que hemos recibido desde hace muchos siglos no depende en definitiva de la exactitud de los detalles. La cultura es algo con lo que siempre se tiene que negociar; la ignorancia, en cambio, es un bloque compacto.

Algunas gentes predican que no hay que fiarse, circula mucho blablablá en torno a estas cuestiones y los pilares de la civilización tal como la entendemos podrían quedar reducidos nada más a un constructo de cartón-piedra adobado con plastilina para aparentar una solidez enteramente ficticia.

Para caminar sobre seguro, esas gentes proponen como cien veces preferible el adanismo completo. Empezar de cero, sin prejuicios ni premoniciones redentoristas. «En el principio era el Verbo neoliberal, y el Neoliberalismo era Dios.» Por ahí van los tiros de quienes arremeten contra el mundo tal como se ha ido conformando pacientemente al paso de las generaciones.

Para ellos, todo estaba dado y bendecido desde el principio. Y lo que no se remite al dogma es solo paparrucha.

Por cierto, ¿existió realmente Adán? ¿Es fiable en este punto la Biblia, se han encontrado pruebas incuestionables de un paraíso terrenal neoliberal?