viernes, 21 de febrero de 2020

POR LA PATILLA



Una imagen potente: una ministra en el ejercicio de sus funciones, pero desprovista del esplendor habitual de busto parlante impecable, del que se revisten habitualmente las personas de su alta condición con la ayuda inapreciable y sacrificada de los asesores de imagen, maquilladores, avisadores, cámaras, etc.

Teresa Ribera sufrió ayer un percance inesperado con la patilla de sus gafas en pleno directo televisivo de una sesión de la Comisión Parlamentaria de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Perdió la patilla, pero no la serenidad. Incluso se rio de sí misma, virtud que siempre es de agradecer.

Y continuó impertérrita su parlamento, leyendo los renglones derechos de sus notas con las gafas torcidas.

Tuvimos en tiempos muchos ministros por la patilla. Las ministras de ahora mismo lo son a pesar de la patilla.