Estorninos sobre el asfalto.
Foto tomada de el país.
Se lo estamos
poniendo difícil a los pájaros: varias decenas de estorninos han caído sobre la
autovía que va de Tarragona a Salou. Se investiga qué veneno, qué emanación
descontrolada ha podido matarlos.
Los estorninos son
gregarios, chillones, cruzan por los campos en grandes bandadas que oscurecen
el cielo, su voracidad acaba con algunas plagas del campo y a veces se
comportan ellos mismos como una plaga para los frutales.
Han convivido muchos
siglos con nosotros los humanos; no siempre han sido cómodos, no siempre
gratos. ¿Les ha llegado su hora debido a unos procesos industriales contaminantes mal
controlados?
Este no es mundo
para pájaros. La biodiversidad mengua sin remedio. Isabel Díaz Ayuso dice que
la contaminación no ha matado a nadie, y ahí están esos cuerpecillos negros
para desmentirlo.
Tanto control sobre
la productividad y las horas trabajadas, y no hay control suficiente para la
mierda que se emite a la atmósfera o se vierte en los ríos. Mierda que mata.
Hay que defender de
la polución a los estorninos. Detrás de ellos venimos nosotros.
A pesar de lo que
pueda decir Isabel Díaz Ayuso.