Esta mañana ha
aterrizado en la “nube” el número 20 de la revista digital “Pasos a la
Izquierda”. Podría ser el último, nos advierten sus editores, Javier Aristu y
Javier Tébar; ellos, advierten, no pueden seguir asumiendo la tarea de editar
un instrumento tan complejo, en unos tiempos tan revueltos y en situaciones personales
complicadas. Les comprendo mejor que nadie; estuve desde el principio y hasta
hace poco en su lugar y a su lado.
«Podrá no haber
poetas, pero siempre habrá poesía», escribió Gustavo Adolfo Bécquer. De forma
similar, se seguirán dando pasos a la izquierda con una gran ambición y sin ningún
dogmatismo, por más que añoremos mucho, si finalmente se desvanece («como la
llama, como el sonido, como la niebla, como un gemido del lago azul»), el amplio
y heterogéneo contenedor de propuestas y de estudios que ha sido la revista en
el panorama de los cinco años últimos.
Más vale no
anticipar duelos. El número 20 de Pasos muestra una gran vitalidad en sus
contenidos. Hay mucho donde elegir, muchas horas de lectura provechosa, a poder
ser con lápiz y bloc de notas a mano.
Está en primer
lugar el acercamiento a las elecciones de noviembre en Estados Unidos, en forma
de dossier que analiza sucesivamente los antecedentes remotos, los
condicionantes más próximos y la cruda realidad actual de un proceso electoral
que nos concierne a todos. Un modelo de método y de perspectiva.
Pero quiero señalar
en particular otros dos textos, ejemplares por la forma de abordar las tareas urgentes
de una política con objetivos.
Son la entrevista a
Joan Benach sobre la pandemia, y el ensayo de Antonio Baylos sobre las medidas laborales emprendidas
por el Gobierno y su posible colofón en un futuro Estatuto de las personas
trabajadoras para el siglo XXI.
En los dos casos, se
da una correlación estrecha entre el texto y el contexto, de modo que se tantea
sobre todo lo que aparece como nuevo en una realidad actual ampliamente considerada,
a fin de sentar las bases necesarias para la “previsión” de un futuro que
aparece en buena medida como imprevisible.
Ese es el método,
en los dos casos. Se parte de una crítica clara de lo que se ha hecho o se está
haciendo mal, y de lo que no debe hacerse. Se ofrece una argumentación documentada
de por qué sería indeseable abordar los acontecimientos relacionados con la
pandemia sanitaria mediante una política puramente mecanicista, de frenazo y
marcha atrás. Antes de febrero de 2019 ya existía una pandemia social
necesitada de remedio urgente; rebobinar la película de lo ocurrido desde
entonces no tendría sentido. Mucho más fructífero es analizar al microscopio todo
lo que ha ocurrido, el texto y el contexto de la pandemia en unas sociedades sometidas
al ultraliberalismo. Lo queramos o no, el mundo como es da señales inequívocas
de agotamiento, y el cambio se hace necesario. Volver atrás en un momento así sería
distopía. Benach y Baylos hacen en sus intervenciones un esfuerzo serio para
mirar adelante, con el objetivo de hacer funcional el mundo realmente
existente, sin referencias inútiles a lo que existió tiempo atrás y cuyo
funcionamiento, hoy ya imposible, tanto nos gustaba a todos.
Les deseo buena
lectura. Cliquen aquí: https://pasosalaizquierda.com/sobre-la-pandemia/,
y https://pasosalaizquierda.com/un-estatuto-para-el-siglo-xxi/